Pau Marí-Klose. Foto: © Josema Visiers

Pau Marí-Klose: «No es verdad lo de pobres pero felices»

Pau Marí-Klose es profesor de Sociología en la Universidad de Zaragoza. Ha disertado sobre "La pobreza: algunos apuntes para la reflexión sobre su caracterización e implicaciones", en el marco del seminario sobre “Justicia social” organizado por Nueva Revista.

Luces y sombras de la Revolución francesa

HISTORIA DE OCCIDENTE / El catedrático de la Universidad de Kentucky Jeremy D. Popkin lleva cincuenta años estudiando la Revolución francesa. Fruto de ese trabajo es "El nacimiento de un mundo nuevo (Historia de la revolución francesa)" (Galaxia Gutenberg), una minuciosa historia cronológica del "interminable y complicado evento" que puso en primer plano ideas y principios que están en la base de las democracias modernas.
José Carlos Gómez Villamandos © Universidad de Córdoba

José Carlos Gómez Villamandos aboga por «la independencia de las universidades de cualquier poder político, económico o ideológico»

LOS FUTUROS DE LA UNIVERSIDAD / El presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) cerró este seminario de reflexión académica, organizado por Nueva Revista y dirigido por Rafael Puyol, presidente de UNIR. Durante año y medio han aportado sus reflexiones sobre el futuro de la educación superior cinco expresidentes de CRUE.

John Rawls sobre la tolerancia

«Lo único que nos permite tolerar una teoría errónea es la falta de una mejor; análogamente una injusticia es solo tolerable cuando es necesaria para evitar una injusticia aún mayor». En el clásico de John Rawls, «Teoría de la justicia», el autor se ocupa de la tolerancia y sus límites. En este texto, unos extractos donde la tolerancia adquiere un mayor protagonismo.

Elvira Roca: contra los tristes tópicos

Con esta entrevista nos sumamos a la tertulia universal que ha generado un libro, "Imperiofobia", que es un alegato contra la leyenda negra española (tristes tópicos).

El modelo de Israel Start-up

Israel es, en la actualidad, el país que más está haciendo por promocionar el emprendimiento, solo está superado por Silicon Valley. En el siguiente artículo se explican los factores y los pasos que esta región ha realizado para ponerse a la cabeza de la innovación.
Dostoyevski. © Wikipedia

Dostoyevski, «Los hermanos Karamazov», y lo que está permitido

Dos siglos después de su nacimiento Fedor Dostoyevski (1821-1881) sigue ofreciendo respuestas aplicables al hombre contemporáneo. Lo hace a través de novelas como "Crimen y castigo" y "Los hermanos Karamazov", obras que abordan el problema de la libertad y la autonomía del individuo, en diálogo con el racionalismo y los planteamientos filosóficos de Nietzsche.

Delphine de Vigan: «Los reyes de la casa»

Bajo una aparente trama de ciencia-ficción, la autora nos plantea en "Los reyes de la casa" un grave y acuciante problema del presente: las consecuencias de la asunción de una identidad en las redes sociales hasta el punto de perder la identidad real.
n su libro Falso testimonio (Ediciones Sal Terrae, 2017), el historiador protestante Rodney Stark investiga cómo cierta historia de la Iglesia católica ha sido falsificada para crear una imagen de oscurantismo y contraria al progreso. El texto que sigue es el prólogo a la edición española escrito por Fernando García de Cortázar, quien define la obra del profesor norteamericano como «una refutación inteligente de la historia del catolicismo urdida en medios pretendidamente científicos a lo largo de los últimos cinco siglos».

Siglos de falsos testimonios

En su libro "Falso testimonio"(Ediciones Sal Terrae, 2017), el historiador protestante Rodney Stark investiga cómo cierta historia de la Iglesia católica ha sido falsificada para crear una imagen de oscurantismo y contraria al progreso.

Las carreras políticas y el tránsito entre lo público y lo privado

Limitaremos las puertas giratorias cuando avancemos hacia una mayor neutralidad y profesionalidad del sector público y hacia una economía más abierta, moderna y competitiva.
Michael J. Sandel

La idea de justicia en Michael J. Sandel

En octubre Michael J. Sandel (1953) recibió el Premio Princesa de Asturias. Es un filósofo que llena aulas e incluso estadios. Sandel es un maestro de los ejemplos, así como de alentar a sus alumnos a pensar por sí mismos. Para ilustrar cuestiones profundas sobre la justicia se sirve de problemas actuales.
El Partido de la Nación. Los conservadores británicos, de Churchill a Cameron

El partido de la Nación. Los conservadores británicos, de Churchill a Cameron

En uno de sus momentos de bravura, William Hague afirmó que «los valores del partido tory se remontan a los tiempos en que Wilberforce liberaba a los esclavos, Burke escribía sus grandes tratados y Pitt llamaba a la guerra contra la tiranía». Es posible que las palabras del antiguo líder conservador tengan un punto de altisonancia, pero —más allá del énfasis retórico— también se hace difícil negarles su verdad. Con una prosapia que se remonta hasta los años de la Gloriosa, ningún otro partido puede reclamar un pedigrí semejante al del torismo. Y, en virtud de esa misma pervivencia, sobre ningún otro partido han podido proyectarse atributos más dispares. Esos tories que parecen ser sinónimo de tradición han sido también abanderados de las causas más rompedoras en cada época, de la emancipación católica bajo Wellington a la lucha por el sufragio femenino La propia antigüedad de los tories, en verdad, parece avalar todo precedente y así desalentar nuestros esfuerzos de cartografía política. A modo de ejemplo, el que tome su euroescepticismo de hoy como verdad inmutable, se sorprenderá al saber que —allá por los setenta— el conservador se llegó a publicitar como «el partido de Europa». A quien vea en ellos un rescoldo de viejo imperialismo, siempre se le puede hablar de «los vientos de cambio» descolonizadores de Macmillan. Y aquellos con edad para recordar las refriegas entre Gobierno y sindicatos, deben también llevar a la memoria que otros ejecutivos conservadores los habían impulsado tiempo atrás. Suma y sigue: esos tories que parecen ser sinónimo de tradición han sido también abanderados de las causas más rompedoras en cada época, de la emancipación católica bajo Wellington a la extensión de la educación pública bajo Salisbury, sin olvidar la lucha por el sufragio femenino. Y lo mismo podríamos decir de lo que hoy pasa por lugar común, como es su apoyo al liberalismo económico, cuando no han dejado de conocer sus fiebres proteccionistas y todavía tendrían tiempo de posar de keynesianos. Ciertamente, ya nuestro Assía escribió que «mientras otros pueblos se han debatido en desatar el nudo gordiano de la contradicción, los ingleses la han convertido en eslabón de su unidad, haciéndola comodín para el juego de la convivencia, la transacción y la armonía». Aun así, podría parecer que los conservadores británicos han llevado un poco lejos este esfuerzo de síntesis. Si lord Kilmuir dijo que la unidad era «el arma secreta» de los suyos, ¿cómo pueden explicarse tantos motines en sus filas, tantos altercados? Si con Alec Douglas-Home se les podía calificar de clasistas y de arcaicos, ¿cómo olvidar que —en menos de una década— también aportarían la modernidad de un Heath o la meritocracia de una Thatcher? De «la edad de la afluencia» al Miércoles Negro en su desempeño económico, y de Normandía a Suez en sus refriegas exteriores, ni siquiera su ejecutoria en el poder arroja un balance incontrovertible. En fin, quien todavía vea a los tories como el «nasty party», como un partido adusto y moralista, tan solo tiene...

Laicidad política vs. laicidad integrista

El enfrentamiento del cristianismo con el laicismo es hoy objeto de un amplio e incluso ruidoso debate político, social e intelectual. El profesor Martin Rhonheimer entra una vez más1 en ese debate con rara originalidad e indudable valentía en su nuevo libro, Cristianismo y laicidad, que Ediciones Rialp tiene previsto publicar en el próximo mes de noviembre.

Nueva Revista ofrece a sus lectores por adelantado el capítulo del libro dedicado a profundizar en el concepto de laicidad. Por tratarse de un adelanto editorial se han eliminado, salvo las que hemos considerado imprescindibles, las notas a pie de página.

Nueva Revista

En recuerdo de Alberto Miguel Arruti. La ciencia en «Nueva Revista»

No quiso empezar el nuevo año bisiesto, y a finales del 2011 Alberto Miguel Arruti, físico, periodista, gran divulgador y colaborador habitual de Nueva Revista desde sus inicios, nos dejó discretamente, sin alardes, sin espectáculo, con un gesto muy de los suyos. «Yo creo que esto va a ser el final», me dijo con toda naturalidad, como aceptándolo de antemano, aunque nadie sospechaba entonces que el motivo de su hospitalización, unas molestias intestinales, le fuera a conducir a tan irremediable y rápido final. Ha muerto un gran periodista, un gran científico, un gran profesor y una gran persona. Ha muerto Arruti, así le conocía casi todo el mundo, sus compañeros, sus alumnos, sus amigos. Arruti era el apellido materno al que él, en cuanto le dabas la más mínima oportunidad, añadía una larga lista de apellidos vascos que pronunciaba con devoción, como si se trataran de condecoraciones. Su padre había sido militar y el recuerdo de su figura ponía siempre de manifiesto una relación escasa pero de gran influencia. La represión de algunos altercados nacionalistas llevó a su padre hasta el país vasco, donde se enamoró de su madre. «¿Te he contado alguna vez cómo se conocieron mis padres?», te preguntaba con una sonrisa pícara e irónica muy suya... «No, no» decías, aunque hubieras oído la historia cientos de veces, porque te encantaba oírsela contar, siempre te parecía nueva. Se ha muerto uno de los nuestros, para mí un amigo entrañable con el que disfrutaba, con el que buceaba buscando infinitos trascendentes desde las historias, desde el análisis, desde las reflexiones. Alberto además de ser licenciado en ciencias físicas había hecho periodismo, era periodista, un gran periodista, y aprendía todos los días algo nuevo porque se asomaba a la actualidad con curiosidad, con ganas de saber. Por eso no se limitaba a enterarse de las noticias, las pensaba, las relacionaba, las comentaba, las analizaba..., bajo su cultura vasta, bajo su inteligencia penetrante, bajo sus relaciones sólidas y amplias. Así, siempre era capaz de dar un paso más que los demás, de ofrecerte unas claves mucho más profundas, más enraizadas, más atrevidas. «¿Tú qué opinas...?», sonaba su voz grave, cercana, cariñosa. Te preguntaba siempre por todo, cómo si tu opinión fuera la que iba a darle la clave del arco, como si tú fueras el mayor experto. Y escuchaba, sabía escuchar, por eso era tan gran conversador, un conversador al que le aturdían los ruidos, las inclemencias, los cacareos y los boatos. Alberto Miguel Arruti vivió su periodismo desde dentro con una intensidad y un rigor difíciles de lograr. Llegó a ser director de los servicios informativos de Radio Nacional y de Televisión Española en los años finales del franquismo, donde coincidió con Victoriano Fernández Asís, y desde allí le tocó dar la información del cambio de régimen. Fue especialmente enriquecedora su etapa internacional, sus estancias tanto en Alemania como en Francia le dieron unas vivencias únicas. Destacaba en sus recuerdos el romanticismo de una Alemania recién salida de la tragedia bélica. En París...
Nueva Revista

El protocolo de Kioto: una buena razón para actuar

Algo pasa con el clima. En enero los almendros florecen en Madrid, los cerezos lo hacen en el neoyorquino Central Park, los moscovitas dejan sus gorros de piel en casa, los osos se olvidan de hibernar... ¿Está cambiando el clima? Los investigadores intentan revelar esta cuestión desde hace tiempo pero aún se carece de una respuesta concluyente. Algunos científicos atribuyen estas anomalías a las variaciones climáticas, a la actividad solar o a que estamos simplemente inmersos en un ciclo climático. Por el momento, se sospecha que el calentamiento global del planeta se debe principalmente a un aumento significativo de la concentración en la atmósfera de dióxido de carbono (CO2) y otros gases llamados de efecto invernadero (como metano, oxido nitroso, hidrofluorocarbonados, perfluorocarbonados y hexafluoruro de azufre) desde los comienzos de la era industrial que está potenciando el efecto invernadero natural y por tanto provocando el cambio climático. Esta hipótesis se fundamenta en que la concentración de CO2 en la atmósfera es la más elevada de los últimos 650.000 años y un 35% más alta que antes de la revolución industrial. Es más, el último informe de febrero de este año del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático, auspiciado por la Organización Meteorológica Mundial y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente con el objeto de avanzar en el conocimiento del cambio climático, concluye que los gases de efecto invernadero explican con una probabilidad del 90% el aumento de las temperaturas registrada en los últimos años. Además, vaticina que de aquí al año 2100 la subida media global de temperatura será de unos dos grados. El aumento estimado es global, o lo que es lo mismo, para todo el planeta y los modelos actuales aún no son capaces de establecer qué zonas se calentarán más o qué zonas lo harán menos o incluso podrían enfriarse. Pero ¿qué significan esos dos grados? Algunos opinan que estaríamos ante un cambio negativo pero no catastrófico. Otros que es el fin del mundo. No lo sabemos. Un dato esclarecedor o aciago: cinco grados es la diferencia que hay entre la temperatura actual y la de la edad de hielo. Por lo tanto, la composición de la atmósfera ha cambiando y por eso se está interviniendo en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para intentar frenar su imparable acumulación en la atmósfera. Esta es la intención del Protocolo de Kioto, firmado en la ciudad del mismo nombre en 1997 y que entró en vigor en febrero de 2005. Una de sus características más significativas es que, a diferencia de otros acuerdos internacionales, establece unos compromisos cuantificados en términos de reducción de emisiones y el plazo para llevarlos a cabo. Así, sus firmantes se comprometen a reducir sus emisiones entre los años 2008 y 2012 (llamado primer periodo de compromiso) de manera que la emisión mundial de gases de efecto invernadero disminuya en un 5,2%. El Protocolo sólo obliga a los países industrializados a reducir o limitar sus emisiones respecto de lo emitido...
Gabriel Tortella: Historia mundial y justicia social. La explicación histórica

Capitalismo y revolución

El capitalismo liberal en el siglo XIX y su sucesor, el sistema socialdemócrata, en el siglo XX, han producido un crecimiento económico y un aumento del bienestar para un número creciente de seres humanos como no se ha conocido nunca en la historia. La Humanidad ha experimentado en los últimos 250 años un progreso económico y social sin precedentes.
Rob Riemen. Foto: © NR

Rob Riemen: «El arte de ser humanos»

La «desolación de no saber nada y el fanatismo del saber único» son las larvas de la estupidez y de la mentira. No ayudan las universidades a combatir esas lacras, según Riemen, porque no cumplen con su papel crítico y de búsqueda de la sabiduría.

Kieran Setiya: «La vida es dura»

Kieran Setiya piensa que gran parte de la filosofía pasa por alto las muchas ocasiones en que la vida se pone cuesta arriba y argumenta que solo prestando atención a la adversidad se puede y se debe comenzar a explorar cómo vivir. «La vida es dura» es el resultado de su personal exploración.
Édouard Manet: El suicidio

Aumenta el suicidio entre los adolescentes estadounidenses

La probabilidad de que un adolescente estadounidense (varón) se suicide es mayor que la de que muera en un accidente automovilístico. Las adolescentes (mujeres) de los EE.UU. tienen casi un 50 por ciento más de probabilidades de lesionarse en un intento de suicidio que de enfrentarse a un embarazo no planificado. El suicidio es la segunda causa de muerte de jóvenes de 10 a 18 años, después de los accidentes, en los EE.UU.

Entrevista a Martín Ríos: “España e Hispanoamérica tenemos una herencia común, un tesoro compartido”

"¿Por qué no hemos logrado constituir un Erasmus hispanoamericano, por ejemplo, como el que se tiene en Europa?”, se pregunta el historiador y profesor mexicano Martín Ríos.