Amalia Bautista (Madrid, 1962) acaba de rozar la efímera gloria de ser galardonada con el Premio de la Crítica. Bueno, ella no, sino su libro Cuéntamelo otra vez (Granada, La Veleta, 1999), porque son los libros los que obtienen los premios, aunque los libros suelen ir firmados, y en este caso iba firmado por ella. En última instancia, un libro de Guillermo Carnero (Valencia, 1947), Verano inglés, muy explícito esta vez y enormemente comunicativo, se llevó el galardón, pero Amalia estuvo ahí todo el rato, compitiendo en buena lid con Guillermo, creando complicidades entre los miembros del jurado, que hubiesen deseado no tener que elegir entre dos libros tan distintos y, a la vez, tan hermosos. De Carnero se ha ocupado ampliamente la prensa nacional. De Bautista escribió José Luis García Martín en «El Cultural» de El Mundo con su habitual perspicacia (fue García Martín, y no Carnero, como obstinadamente defendí ante el mismísimo autor de Verano inglés, cuando le di la enhorabuena), y ahora yo tomo el relevo de José Luis, reseñando Cuéntamelo otra vez en las páginas de este número de NUEVA REVISTA, e incluyendo un precioso poema del libro finalista del Premio de la Crítica, a mayor gloria de la más alta poesía española contemporánea.Al cabo Al cabo, son muy pocas las palabras que de verdad nos duelen, y muy pocas las que consiguen alegrar el alma. Y son también muy pocas las personas que mueven nuestro corazón, y menos aún las que lo mueven mucho tiempo. Al cabo, son poquísimas las cosas que de verdad importan en la vida: poder querer a alguien, que nos quieran y no morir después que nuestros hijos.Las maravillas de Amalia Creo firmemente que la colección La Veleta, dirigida por Andrés Trapiello, es uno de los lugares más apetecibles de la geografía editorial española para publicar un libro de versos. De manera que, ante todo, debo congratularme de la conexión de mi admirada Amalia Bautista con la admirable serie granadina, pues siempre es grato ver cómo coinciden los autores y las colecciones que prefiero en una misma entrada bibliográfica, cosa que ha sucedido en esta ocasión. Así, el libro de Amalia constituye la entrega cuadragésimo séptima de La Veleta, tras la inmortal edición de la Poesía de Rafael Lasso de la Vega, a cargo de Juan Manuel Bonet, y precediendo a los Poemas de Robert Louis Stevenson, a la Poesía de Gerard Manley Hopkins, a las Poesías de Enrique DíezCanedo, a unos Espejos de Abelardo Linares y a la Poesía completa de José del Río Sainz.Treinta y cuatro son las composiciones de que consta el libro, repartidas en tres secciones, de trece, diez y once poemas respectivamente. Algunas piezas habían visto ya la luz en diversas revistas, y un conjunto de diez poemas apareció en forma de plaquette malagueña (La mujer de Lot y otros poemas, Llama de amor viva, 1995, al cuidado de Rafael Inglada). Uno de los treinta y cuatro poemas, el que clausura la primera parte (pág....