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Leoncavallo es de los pocos autores que ocupa un lugar importante en la historia de la música por una sola obra: su ópera Pagliacci (Payasos). El resto de su producción fracasó al poco tiempo de darse a conocer. La obra, de fuerte tensión dramática representa una de las más destacadas obras del verismo italiano, es decir de la corriente realista que caracterizó la ópera y la literatura europea de finales de siglo.

Escrita con libreto del propio Leoncavallo, fue estrenada por Toscanini en el Teatro de Verme de Milán el 21 de mayo de 1892. Su éxito fue inmediato. Y es que Leoncavallo acertó plenamente al introducir payasos en la ópera, en un momento en que los circos ambulantes estaban de moda y aunque no era una idea nueva, al presentar el teatro dentro del teatro, con los personajes de la Commedia dell’Arte que estaban igualmente muy en boga. Según se cuenta, el argumento está inspirado en un hecho real: siendo niño el compositor, un empleado doméstico de los Leoncavallo había mantenido relaciones amorosas con la mujer del payaso de una compañía ambulante, hasta que éste mató a puñaladas a su joven esposa. Y con este tema, compuso una pieza teatral perfecta. La música alejada de toda sofisticación posee una gran fuerza, con bellísimas melodías que conmueven por su fondo trágico y su expresividad. En esta reciente grabación de la obra maestra de Leoncavallo destaca especialmente Riccardo Muti que logra una espléndida versión de conjunto. A Pavarotti le cuadra muy bien el personaje de Canio y canta con soltura el famoso recitativo-aria Vesti la giubba, que suele incluir en sus recitales y siempre con éxito. El español Juan Pons hace un Tonio muy convincente. Daniela Dessi, cuya voz no nos gusta demasiado, tiene momentos muy logrados, como la escena de amor del primer acto.

Los dos actos discurren con el mismo escenario y casi sin pausa entre ellos, lo que le da a la ópera una continuidad y una creciente tensión acentuada por la música en continuo cambio melódico y armónico. Este aspecto está muy cuidado en la versión que nos ocupa que crece en intensidad expresiva hasta llegar a la pelea final en que Canio da muerte a su mujer y su amante y la música alcanza un fortissimo y rememora la melodía del aria del payaso: ríe payaso por tu amor fracasado, ríe por el dolor que te envenena el corazón. Como rúbrica del drama, la voz de Tonio que anuncia irónicamente al público de ficción que la comedia ha terminado.

Profesora de música y periodista