Anna María Iglesia
Rodrigo Fresán, Patricio Pron y Matías Néspolo o la reescritura de la historia de Argentina
“El sentido de una novela, enemigo de toda pasividad, se proyecta y se expande desde el pasado hacia el porvenir ramificándose en él y produciendo cambios fundamentales en la conciencia de ciertos hombres” Así definía Juan José Saer, en su ensayo La novela y la crítica sociológica, el género de la novela.
¿Es todavía posible escribir sobre París? De Vila-Matas a Chirbes
Escribió Ernest Hemingway que “París no se acaba nunca”, y lo escribió, paradójicamente, cuando París ya había acabado para él, cuando París no era más que un recuerdo de juventud. Y los lectores, en una de las tantas ironías de la historia literaria, leyeron esa frase, con la que finaliza París era una fiesta, cuando no sólo aquel París se había agotado, sino también cuando el propio autor había decidido poner fin a su propia vida.