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En el Museu Picasso de Barcelona se ha celebrado del 25 al 28 de abril un Seminari d’Estudis Picassians bajo el título Picasso dentro del arte español. Antecedentes y consecuentes, con la participación de una docena de especialistas de distintas nacionalidades. Dos de los mejores y más famosos estudiosos de la vida y la obra de Picasso, el francés Pierre Daix y el alemán Werner Spies se ocuparon de su relación con Juan Gris y del Guernica respectivamente. Jiri Kotalik, director de la Galería Nacional de Praga se refirió a la figura del checo Kramar, estudioso y coleccionista de Picasso y otros cubistas. Expertos catalanes como Ainaud de Lasarte, Fontbona y Combalía trataron de la escuela valenciana en Málaga, la influencia del modernismo en Picasso o las relaciones con Miró. José Milicua estudió la presencia de obras de Picasso en Buenos Aires en 1901 y conexiones entre la pintura vasca y catalana de inicios de siglo. María Teresa Ocaña, directora del Museu Picasso, trató sobre el padre de Picasso, dando a conocer importantes noticias inéditas referidas a las relaciones mantenidas con Pablo. Tomás Llorens, director del Centro de Arte Reina Sofía se ocupó de las conexiones de la escultura de Picasso y Julio González. El pintor Antonio Saura se refirió a tres grupos de pinturas de especial interés en la obra picassiana: cubismo analítico, damas monstruosas y últimas pinturas. Francisco Rico, catedrático de Literaturas Hispánicas Medievales, disertó sobre la Celestina en la obra de Picasso. Por fin, a nosotros nos tocó ocuparnos de Goya en Picasso. Tanto las diversas ponencias como los coloquios y debates que siguieron a cada una de ellas, con participación también de los asistentes —que acudieron mediante invitación individual— fueron de extraordinario interés, iluminando desde múltiples perspectivas muchos aspectos desconocidos de la vida y obra del gran pintor malagueño.

La publicación de las actas que se prevé en muy breve plazo permitirá difundir tan valiosas aportaciones. El rigor de las investigaciones y debates se alejó mucho de la trivialidad que suele ser frecuente en congresos multitudinarios, con comunicaciones tantas veces convencionales e insignificantes.

Al mismo tiempo que el Seminario transcurrieron las últimas jornadas de la magnífica exposición Cubismo en Praga que ha reunido más de 75 obras (pinturas, esculturas y dibujos) de Picasso, Braque, Derain y los cubistas checos, procedentes de la Galería Nacional de Praga y que se va a exhibir a continuación en las salas de la Fundación Juan March de Madrid. La organización de la directora del Museu Picasso y su eficiente equipo de colaboradores fue a tono con la importancia del Seminario y contribuyó al éxito el planteamiento reducido y selectivo sin caer en tentaciones de oportunismo populachero. Seminario y exposición han sido dos jalones más de la extraordinaria labor que viene desplegando María Teresa Ocaña desde que se hizo cargo de la dirección del Museo en 1983. Recordemos el Catálogo de pintura y dibujo del Museo (1984) que nos parece único y ejemplar entre los catálogos de museos españoles. Y la serie de exposiciones de primera magnitud como la dedicada a Les demoiselles d’Avignon o a Henri Matisse en los museos soviéticos entre muchas otras en las que nos consta el esfuerzo, coronado por el éxito, de la actual dirección del Museu.

Catedrático de Historia del Arte Moderno y Contemporáneo de la Universidad Complutense.