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«La influencia de América Latina debería crecer en el mundo, con España como valedor» afirmó Trinidad Jiménez, exministra de Asuntos Exteriores en una sesión del seminario  América Latina en el escenario global 2021, celebrada en la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).

A pesar de la pandemia y de crisis coyunturales, la región conserva “estandares democráticos” -añadió la exministra-. Comparada con África u Oriente Medio tiene “un gran potencial, con tres países en el G 20 -Brasil, México y Argentina-”, y “la Unión Europea debería recoger las riendas de una asociación estratégicam, contando con España como interlocutor”.

El ciclo de conferencias está organizado por el Consejo Social de UNIR, que preside el exministro Jordi Sevilla, con la colaboración de Nueva Revista; y está dirigido por la propia Trinidad Jiménez, actualmente directora de Estrategia Global de Asuntos Públicos de Telefónica.

En la sesión, dedicada a la relación de España con América, participó José Antonio Gacía Belaunde, exministro de Relaciones Exteriores de Perú y embajador en España; y estuvo moderada por el catedrático emérito de Sociología Emilio Lamo de Espinosa, vicepresidente de UNIR y miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas.

Emilio Lamo de Espinosa.
Emilio Lamo de Espinosa.

Lamo de Espinosa expuso algunos de los problemas políticos, económicos y de integración de América Latina, sintetizándolos en la percepción de que se encuentra “como muy ensimismada en sí misma. Vista desde fuera parece estar muy volcada en su interior”.

Trinidad Jiménez explicó que se están produciendo “algunas quiebras de la institucionalidad democrática en América Latina”

Trinidad Jiménez destacó que “el mundo está cambiando y la forma de la ciudadanía de manifestarse”. Pero que “el cuestionamiento de los gobernantes, la crisis de los partidos políticos tradicionales y el malestar social y político no son exclusivos de América Latina sino que también se dan en el resto del mundo”.

Explicó que se están produciendo “algunas quiebras de la institucionalidad democrática en América Latina”. «Me preocupa -afirmó- que en el último Latinobarómetro de 2021, la inmensa mayoría de los ciudadanos dicen que no les importaría tener un sistema totalitario, si con ello soluciona sus problemas«.

“La pandemia -agregó- ha agravado algunas tendencias y ha paralizado procesos económicos” en esos países. Y en el contexto internacional, “China ha ocupado el lugar de Estados Unidos en América Latina”. El gigante asiático ha pasado de “comprar materias primas a hacer inversiones en energía y telecomunicaciones”. Y “la UE tampoco demuestra gran interés por la región”. Tradicionalmente ha cerrado algunos acuerdos con América Latina pero la ratificación del tratado de Mercosur lleva tiempo paralizada.

Consideró la exministra que España no puede renunciar a su papel de interlocutor para establecer alianzas estratégicas con la UE, ya que es el país que mejor puede entender a la región y viceversa. Citó al escritor mexicano Carlos Fuentes y su idea de que si se quiere entender a España, hay que conocer América Latina.

A pesar de todo, la región cuenta con “mimbres y potencial” que invitan al optimismo. Jiménez argumentó que se le abren “oportunidades en el mundo multipolar y globalizado”.

 “Con la revolución digital, América Latina puede sumarse ahora al tren de la historia”

“No tiene buenas infraestructuras físicas pero sí digitales; y el comercio y la  educación serán digitales;  cuenta con una población joven, concentrada en las grandes ciudades; y con la revolución digital puede sumarse ahora al tren de la historia, que perdió en la revolución industrial”.

Para ello es preciso analizar “qué elementos han propiciado determinadas disrupciones; y buscar una agenda común, dejando de lado los prejuicios ideológicos” apostilló Trinidad Jiménez.

José Antonio García Belaunde.
José Antonio García Belaunde.

José Antonio García Belaunde, por su parte, señaló que América Latina “venía acumulando desigualdades muy grandes (en pobreza, educación…), lo cual generó malestar social. Y la corrupción y la pandemia terminaron de debilitar las estructuras de la región». Recordó un dato significativo: “con el 8% de la población mundial, Latinoamérica cuenta con más del 30% de las víctimas mortales confirmadas por la COVID-19”.

El gran problema es que la región “carece de una agenda común, a diferencia de lo que ocurría en los años 70″

El gran problema es que la región “carece de una agenda común, a diferencia de lo que ocurría en los años 70″, en que a pesar de “las diferencias políticas -con gobiernos de izquierda y de derecha- mantenía una cierta posición común que tenía que ver con el acceso a los mercados de los países ricos”.

Otro problema era creer que “América Latina tiene solo un interlocutor válido: el país más grande, Brasil. Pero no es así, porque Brasil tampoco quiere serlo”.

INTEGRACIÓN EDUCATIVA Y DE CONECTIVIDAD

A la hora de plantearse la integración, García Belaunde añadió que sería bueno fijarse no solo en “la comercial sino también en otros ámbitos, como el energético, el educativo y el de la conectividad”.

El exministro peruano coincidió con Trinidad Jiménez en subrayar la similitud histórica entre Latinoamérica y Europa: «Europa y América son los continentes más afines y deberíamos trabajar en agendas comunes«.