Tom Koopman es un artista especializado en los instrumentos de época y un apasionado de la música barroca, lo que le llevó a fundar en 1979 la Orquesta Barroca de Amsterdam. Desde entonces han sido muchos los galardones que esta orquesta ha recibido y muy numerosas las grabaciones de obras del Barroco que ha realizado. Entre ellas destaca la espléndida colección de Cantatas de J.S. Bach.
Yo-Yo Ma es un artista que está de moda. Ha sabido ganarse al público y sus discos tienen bastante éxito de crítica y ventas. Lo cierto es que es un violonchelista apasionado, y todo lo que aborda lo lleva a cabo con el mismo entusiasmo y dedicación. Eso es algo que se transmite en sus versiones. Desde las Suites para violonchelo de J.S. Bach hasta las obras de más reciente composición, todo tiene cabida en su repertorio. Ha llegado a estudiar la difícil técnica del violín tradicional chino para poder estrenar la Sinfonía 1977 de Tan Dun, e incluso se ha prestado a utilizar un arco electrónico conectado a un ordenador para tocar música de Tod Machover. Cualquier nueva experiencia es bienvenida para Yo- Yo Ma que, según confiesa, siempre sale enriquecido con ella.
Esta actitud es la que le ha empujado a reestudiar la manera de tocar el violonchelo, para adaptarse a los gustos y costumbres del Barroco. Cuando recibió la invitación de Ton Koopman y la Orquesta Barroca de Amsterdam, no dudó en reformar su violonchelo Stradivarius de 1712 para darle la sonoridad de la época. Tuvo que quitar la pica con la que actualmente se sostienen en el suelo y aprender a sujetar el violonchelo con las piernas; las cuerdas metálicas debían sustituirse por las de tripa, lo que cambiaba enormemente la sonoridad, y al mismo tiempo tuvo que aprender a tocar de otra manera, de acuerdo con la afinación barroca.
Después de algunos conciertos juntos que constituyeron un éxito, han grabado este disco, con las obras de Bach y Boccherini. Del primero ofrecen varios fragmentos célebres de sus Cantatas y de la Pasión según S. Mateo, en unos arreglos para violonchelo barroco solista y orquesta, de Boccherini dos de sus Conciertos para violonchelo, en Sol Mayor y en Re Mayor. En las obras de Bach el espeto al estilo es absoluto, sólo cambia la instrumentación, lo cual era una práctica habitual de la época, aunque a los más puristas no suele agradar. Las obras de Boccherini están magníficamente interpretadas, poniendo de manifiesto la extraordinaria capacidad de Yo-Yo Ma con el nuevo instrumento.