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Este pasado fin de semana varias voces autorizadas, europeas y  estadounidenses, se han pronunciado sobre la cultura de la cancelación, que para algunos contribuye a crear una sociedad en la que no se puede decir lo que se piensa mientras que para otros resulta un truco de la derecha con el objetivo de seguir oprimiendo.

Robert Barron (Chicago, 1959). Filósofo y teólogo estadounidense. Obispo de Winona-Rochester. Fundador del movimiento Word on Fire. Se le considera el prelado más influyente y activo en los medios sociales de lengua inglesa.
Robert Barron: «Los relatos de la resurrección del Señor revelan lo contrario de la cultura de la cancelación. A las mismas personas que lo habían negado, traicionado y abandonado, Jesucristo pronuncia la incomparablemente bella palabra Shalom («paz», en hebreo). En cualquier narración convencional de una historia como esta, el personaje ofendido, que regresa del reino de los muertos, sin duda intentaría vengarse. Pero en la historia de los Evangelios, el hombre que había sido herido tan en profundidad como se pueda ofender a una persona, regresa con un amor que perdona. Si alguien en la historia de la humanidad ha merecido ser cancelado, es todo aquel que contribuyó a la muerte de Jesús. Pero en lugar de ello, se le concede el perdón. Lo cual implica que todo pecado se puede perdonar. Dios no cancela a nadie. Así que la cultura de la cancelación, que dice que todo está permitido pero que nada es perdonado, ha de ser contrarrestada por los cristianos. A la luz de la cruz, sabemos que muchas cosas no han de ser permitidas, pero a la luz de la resurrección, en principio todo puede ser perdonado. Dándole la vuelta así a la ortodoxia presente, encontramos un mensaje que verdaderamente salva».
Fuente: God Cancels No One

Adrian Daub. Profesor de Literatura en la Universidad de Stanford. Autor del ensayo Cancel Culture Transfer. 
Daub relativiza el fenómeno de la cultura de la cancelación puesto que según él se exagera con casos extremos. Se ha hecho así a la cultura de la cancelación mayor de lo que es con un objetivo: «Que pierdan influencia las voces de la izquierda, jóvenes y woke», difamarlas como propagadoras de «terror para la virtud». La lucha contra la cultura de la cancelación, en teoría tan fuerte, es para Daub una lucha contra fantasmas y «dolores fantasmales». El fondo de la cuestión: los intelectuales con la soberanía interpretativa durante décadas, se resisten a dejar espacio a una generación más joven y diversa.
Fuentes: Römerberggespräche y «Cancel Culture ist der Normalfall»

Julian Nida-Rümelin (Múnich, 1954). Filósofo, vicepresidente del Consejo de Ética Alemán.
Para Nida-Rümelin, el asunto de la cultura de la cancelación no es marginal, sino «una grave amenaza a la cultura del debate». Lo que también destaca Nida-Rümelin es que cancelación de la cultura existe desde la Antigüedad, aunque no se llamara así. Los pensadores atenienses intentaron excluir puntos de vista no deseados. «La cultura de la cancelación es el caso normal».
Fuentes: Römerberggespräche y «Cancel Culture ist der Normalfall»

Director de «Nueva Revista», doctor en Periodismo (Universidad de Navarra) y licenciado en Ciencias Físicas (Universidad Complutense de Madrid). Ha sido corresponsal de «ABC» y director de Comunicación del Ministerio de Educación y Cultura.