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“¿Quién va a garantizar la seguridad en Europa sin la pax americana?” se pregunta Joseph Weiler, titular de la Cátedra Jean Monnet de la UE de la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York, en la sesión “La UE, ¿un objeto político nuevo?”, celebrada en la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).

La seguridad es, en opinión del experto, uno de los desafíos más graves que tiene la Unión Europea, una vez que “ha terminado la pax americana, como ha evidenciado la retirada de Afganistán; y que EE.UU. ha dejado de ser el policía del mundo”. Aunque “el presupuesto de defensa de todos los países de Europa, sumado, es tres veces el de Rusia”, ningún Estado europeo “puede garantizar la propia defensa” añadió.

El jurista y profesor participó en una nueva sesión del seminario Pensar el siglo XXI, dirigido por el catedrático emérito de Sociología Emilio Lamo de Espinosa, y organizado por el Consejo Social, que preside el exministro Jordi Sevilla, con la colaboración de Nueva Revista.

Lamo de Espinosa introdujo la sesión señalando que el proyecto europeo ha funcionado en una primera fase: “tenemos una economía europea aunque incompleta, con mercado y moneda, pero falta fiscalidad y tesoro. Y no se ha dado el salto a la política; es lo que pretendía el Tratado Constitucional de 2004, que fracasó”. Y se preguntó “¿Dónde estamos hoy y en qué dirección caminamos? ¿Avanzamos hacia una soberanía europea o hacia una re-estatalizacion?” 

El euroescepticismo ha pasado de ser un fenómeno marginal a un fenómeno central

Además del problema de la seguridad, el profesor Joseph Weiler planteó en su intervención otros dos desafíos de la UE: el político, y el jurídico. El primero se refiere al “déficit democrático de la Unión”, que explica “el creciente euroescepticismo”; este ha pasado de ser “un fenómeno marginal hace años a un fenómeno central actualmente”. El ponente recordó que no se puede hablar de democracia, “si el ciudadano no puede determinar quién le va a gobernar ni cuál va a ser la dirección general de la política”. Y eso es lo que ocurre en la UE. La gente no va a votar, “porque su voto cuenta para nada”. 

Weiler se lamentó de que en la agenda europea no se planteen “reformas institucionales” en este sentido, para reforzar la democracia de los procesos dentro de la UE.

“Sin un arquitectura jurídica sólida no hay un futuro para la Unión Europea”

“Sin un arquitectura jurídica sólida no hay un futuro para la Unión Europea afirmó refiriéndose al problema jurídico y al choque de competencias entre “instancias judiciales supranacionales y estatales”. Algo “peligroso” como ha puesto en evidencia los pulsos de la Corte Suprema polaca y, anteriormente, de la Corte constitucional alemana de Karlsruhe, que se han enfrentado al Tribunal de Justicia de la Unión Europea, alegando que éste ha actuado más allá de sus competencias (ultra vires).

Como recordó el ponente, él mismo y el profesor de Derecho Daniel Sarmiento, han propuesto una fórmula, en el seno de la Conferencia sobre el Futuro de Europa, para atenuar ese tipo de conflictos. Se trata de crear “una nueva cámara del Tribunal de Justicia de la UE para decisiones intra vires (que está dentro del poder legal de esa instancia), con una composición mixta jueces europeos-jueces nacionales”, que permita abordar con mayor eficacia las disputas sobre límites competenciales europeos.

Ignacio Molina: «España puede generar alternativas, en la UE al tratarse de un país europeísta, relativamente grande, y con mucho potencial»

 En la sesión también intervino Ignacio Molina, profesor de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Madrid e investigador principal del Real Instituto Elcano. Matizó que el euroescepticismo del que hablaba Weiler “es una buena noticia”, ya que se produce “porque cada vez la Unión Europea se dedica a temas más importantes que afectan a nuestras vidas”.

Ignacio Molina.
Ignacio Molina.

Ante la sugerencia de Weiler de que España podría encabezar una coalición dentro de la UE para ejercer cierto contrapeso ante el eje franco-alemán, Molina señaló que “puede generar alternativas, al tratarse de un país europeísta, relativamente grande, y con mucho potencial”.

La propia Francia acaba de alcanzar una alianza estratégica con Italia, la sellar los mandatarios Macron y Draghi el Tratado del Quirinal para relanzar la UE.

Belén Becerril: “la reforma institucional es necesaria para que los ciudadanos puedan decir mi voto cuenta'»

Finalmente intervino Belén Becerril, profesora de Derecho de la Unión Europea y subdirectora del Real Instituto de Estudios Europeos de la Universidad CEU San Pablo.

Belén Becerril.
Belén Becerril.

En su opinión, la UE es “imperfecta pero también imprescindible, porque nos jugamos el futuro, dada la pérdida de peso relativa de Europa en términos económicos y demográficos”.

Añadió que «la Unión sale fortalecida de la pandemia, con dos aspectos muy meritorios: el plan de recuperación y el plan de vacunación”. Pero “la reforma institucional es necesaria para que los ciudadanos puedan decir mi voto cuenta»

Belén Becerril indicó que la Conferencia para el Futuro de Europa es una buena oportunidad para afrontar algunos de esos problemas y que “la respuesta es fortalecer las instituciones supranacionales”

Doctor en Comunicación. Periodista y escritor. Coordinador editorial de Nueva Revista.