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El presente texto corresponde a mi intervención en el seminario de Nueva Revista dedicado a analizar las elecciones generales celebradas en España el pasado 28 de abril de 2019. Este seminario tuvo lugar el lunes 27 de mayo, es decir, justo el día después de las triples elecciones, municipales, autonómicas y europeas del 26 de mayo de 2019.

La estructura del mismo atiende, en primer lugar, a un análisis de las referidas elecciones de abril de 2019 desde una perspectiva comparativa longitudinal del voto, para lo que se toma como referencia las anteriores dos últimas elecciones generales acontecidas en nuestro país en diciembre de 2015 y junio de 2016. A partir de sus conclusiones se ofrece esta misma comparativa en lo referido a los escaños resultantes en el Congreso de los Diputados, con el fin de ilustrar sobre la base del proceso de inestabilidad institucional política que estamos atravesando desde diciembre de 2015, es decir, en los últimos cuatro años. Toda ya una legislatura en la que se han celebrado otras dos elecciones generales y en la que no están descartadas unas nuevas elecciones en lo que resta de 2019, aunque en el momento de escribir estas líneas se antoja más estrategia retórica que verosimilitud política. Como tercer eje se indaga en la encuesta preelectoral del CIS de las referidas elecciones generales de 2019, dado que a día de hoy aún no está disponible la encuesta postelectoral que realiza esta institución pública y que permite una aproximación más fina al perfil de los votantes de cada una de los principales partidos. Se concluye, con los datos todavía “saliendo del horno”, con una aproximación a los resultados de las elecciones europeas del 26 de mayo en perspectiva comparada con lo acontecido en las generales del mes anterior y de las propias europeas de mayo de 2014.

Análisis comparativo del voto

Los datos que se presentan en la Tabla 1 recoge la distribución de votos para las tres elecciones generales celebradas en España en los últimos cuatro años. Aun cuando los datos definitivos oficiales incorporan para diciembre de 2015 y junio de 2016 el voto CERA (el de los residentes ausentes por vivir en el extranjero que previamente se han inscrito como tales en los consulados), para evitar la distorsión en lo que respecta a los niveles de abstención (un dato fundamental) y su comparación con los datos de abril de 2019 (que todavía no incluyen el voto CERA), el total del censo electoral utilizado ha sido siempre sin voto CERA. No obstante esto supone una muy pequeña distorsión en la distribución del voto, dado que en las elecciones generales de 2016 y 2015 no es posible eliminar de la distribución de votos los emitidos en el CERA. Así, en junio de 2016 solo hay 121.277 votantes CERA (de un censo CERA de 1.924.021 personas) y en diciembre de 2015 estos mismos votantes son 88.900 personas (de un censo de 1.880.064). En definitiva, y como se ha indicado, supone de un lado un impacto insignificante respecto de la distribución de votos entre los distintos partidos y en su sumatorio para el conjunto, pero de otro permite llevar a cabo una comparativa relevante sobre la abstención dado que, como se ha visto, el censo CERA es bien voluminoso, aun cuando sus votantes son bien escasos. De ahí que, como considerando metodológico, se haya optado por manejar el censo electoral sin los Votantes CERA[1].

TABLA 1

COMPARATIVA VOTOS. ELECCIONES GENERALES 2015 A 2019

ELECCIONES

GENERALES

ABRIL 2019 JUNIO 2016 DICIEMBE 2015
Absolutos % Válidos % Censo Absolutos % Válidos % Censo Absolutos % Válidos % Censo
Censo sin CERA 34.798.204 100 34.596.892 100 34.631.784 100
Votantes 26.361.051 75,75 24.279.259 70,18 (D) 25.438.532 73,45 (E)
Abstención 8.437.153 24,25 10.317.633 (C) 29,82 9.193.252 (C) 26,55
Voto CERA 121.277 0,35 88.900 0,26
Nulos 275.410 0,79 225.504 0,65 227.219 0,66
Voto Válido 26.085.641 100 74,96 24.053.755 100 69,53 25.211.313 100 72,80
Blanco 199.511 0,76 0,57 179.081 0,74 0,52 188.132 0,75 0,54
PSOE 7.480.755 28,68 21,50 5.443.846 22,63 15,74 5.545.315 22,0 16,01
PP 4.356.023 16,70 12,52 7.941.236 33,01 22,95 7.236.965 28,71 20,90
Ciudadanos 4.136.600 15,86 11,89 3.141.570 13,06 9,08 3.514.528 13,94 10,15
Podemos 2.881.445 11,05 8,28 3.227.123 13,42 9,33 3.198.584 12,69 9,24
Izq. Unida 926.783 3,68 2,68
En Comú Podem 614.738 2,36 1,77 853.102 3,55 2,47 929.880 3,69 2,69
Podemos + Compromìs 659.771 2,74 1,91 673.549 2,67 1,94
Podemos  Mareas 236.746 0,91 0,68 347.542 1,44 1,00 410.698 1,63 1,19
Suma Podemos 3.732.929 14,32 10,73 5.087.538 21,15 14,71 6.139.494 24,34 17,73
VOX 2.677.173 10,26 7,69 47.182 0,20 0,14 58.114 0,23 0,17
ERC 1.015.355 3,89 2,92 632.234 2,63 1,83 601.782 2,39 1,74
JxCAT; CDC; DL 497.638 1,91 1,43 483.488 2,01 1,40 567.253 2,25 1,64
PNV 394.627 1,51 1,13 287.014 1,19 0,83 302.316 1,20 0,87
EH Bildu 258.840 0,99 0,74 184.713 0,77 0,53 219.125 0,87 0,63
Compromis 172.751 0,66 0,50
CCa-PNC 137.196 0,53 0,39 78.253 0,33 0,23 81.917 0,32 0,24
NA+ 107.124 0,41 0,31
PRC 52.197 0,20 0,15
Resto Partidos 866.922 3,32 2,49 547.600 2,28 1,57 756.372 3,0 2,18
Supone PACMA 326.045 1,25 0,94 286.702 1,19 0,83 220.369 0,87 0,64
Supone Front Republicà 113.008 0,43 0,32
Supone BNG 93.810 0,36 0,27 45.252 0,19 0,13 70.863 0,28 0,20
Supone UPYD 50.247 0,21 0,15 155.153 0,62 0,45
Suma PP+ Cs+ Vox+ NA + y UPYD 11.276.920 43,23 32,41 11.180.235 46,48 32,32 10.964.760 43,49 31,66
Suma PSOE + Podemos y Confluencias 11.213.684 42,99 32,23 10.531.384 43,78 30,44 11.684.809 46,35 33,74
Suma Nacionalistas (A) 2.546.029 9,76 7,32 1.632.701 6,79 4,72 1.761.339 6,99 5,09
Suma Regionalistas (B) 189.393 0,73 0,54 78.253 0,33 0,23 81.917 0,32 0,24
Resto Partidos 660.104 2,53 1,90 452.101 1,88 1,31 530.356 2,10 1,53
Fuente: Ministerio del Interior. Elaboración Cristóbal Torres.

NOTAS:
(A) Incluye Front Republicà y BNG.
(B) Solo incluye CCa-PNC en 2015 y 2016. En 2019 también incluye PRC.
(C) El resultado es por diferencia al estar incluido y repartido el Voto Cera.
(D) En Elecciones 2016 la Participación a las 20:00 h. fue del 69,83%.  Votantes con Cera sobre censo No Cera (70,18%)  –  Voto Cera sobre censo No Cera (0,35%)= 69,83%. OK.  Elecciones 2016: Total Censo Cera (1.924.021); Votantes Cera (121.277). Supone que solo vota el 6,30% del Censo Cera.
(E)  En Elecciones 2015 la Participación a las 20:00 h. fue del 73,2%. Votantes con CERA sobre censo No Cera (73,45%) – Voto Cera sobre Censo No Cera (0,26%)= 73,19%. OK. Elecciones 2015: Total Censo Cera (1.880.064); Votantes Cera (88.900). Supone que solo vota el 4,73% del Censo Cera.
[1] Al respecto pueden verse las notas D y E de la propia Tabla 1.

 

Como puede apreciarse en la señalada Tabla 1, uno de los hechos más destacados de las elecciones de abril de 2019 es el incremento de la participación electoral en un 5,9% sobre el total del censo sin CERA. En concreto, se ha pasado de un 69,8% de votantes en junio de 2016 a un 75,7% en abril de 2019, lo que en términos absolutos supone que algo más de dos millones de ciudadanos fueron a votar en las últimas elecciones generales, teniendo en cuenta que el incremento intercensal entre ambas elecciones fue de apenas doscientas mil personas.

Del análisis de la distribución de este conjunto de votos, y tomando siempre la perspectiva comparativa, puede deducirse que ha sido el Partido Socialista (PSOE) y los diversos partidos nacionalistas o independistas los beneficiados de esta acentuada movilización electoral. A mi juicio, la explicación más plausible de esta sobresaliente movilización y de su decantación electoral concreta radica en la incertidumbre sobre los resultados acerca de quién iba a obtener la mayoría parlamentaria (en un escenario de bipolaridad antagónica entre izquierda vs. derecha), que se vio dramatizada por el reciente ejemplo de los resultados en las elecciones autonómicas andaluzas de diciembre de 2018, que supuso un histórico cambio de Gobierno en la Junta de Andalucía. La exponencial irrupción de Vox como fuerza electoral y parlamentaria, que ha sido decisiva en la formación de una mayoría de gobierno parlamentaria alternativa a las fórmulas políticas precedentes siempre bajo la égida del PSOE, ha supuesto un importante efecto de movilización, a uno y otro lado del continuum ideológico, así como una recombinatoria en la distribución del voto dentro de cada bloque.

De esta manera puede estimarse, a partir de los datos de la tabla mencionada, que los dos millones de votos de más que el PSOE obtuvo en 2019 con respecto a 2016 provienen, grosso modo, de buena parte de los 1,35 millones que pierde el sumatorio de Unidas Podemos en 2019 con respecto a 2016, y de algo menos de la mitad de los 2,08 millones de la abstención de 2016 que, sensu contrario, se movilizan y votan en 2019 (en la encuesta preelectoral del CIS un 16% de los que se abstuvieron en 2016 indica que van a votar al Partido Socialista, aunque realmente han debido ser en torno a la mitad de este porcentaje), más los correspondientes trasvases de votos provenientes del resto de los distintos partidos políticos en los que, a tenor de la citada encuesta, Ciudadanos y Compromìs conforman las fuentes principales que ha nutrido el voto socialista.

Siguiendo con el análisis de esta Tabla 1 destaca que el Partido Popular perdió algo más de 3,5 millones de votos en 2019 en relación a 2016. Éstos se repartieron, en lo principal, entre Vox que sumó 2,63 millones de votos más que en las elecciones de 2016 y Ciudadanos que recogería los 955.000 votos restantes. Esta pérdida del manantial de votos del PP explicaría casi por completo, y sin tener en cuenta otros posibles considerandos, el crecimiento electoral en 2019 de Vox y Ciudadanos. En concreto, el crecimiento de Ciudadanos fue de 995.000 votos, es decir, solo 40.000 votos más de los que pueden atribuírsele de los provenientes por las pérdidas del PP.

Junto al Partido Socialista, los partidos nacionalistas e independentistas fueron los otros grandes beneficiados del incremento de la participación en las últimas elecciones generales. En total han sumado algo más de 900.000 votos que en 2016, si bien 172.000 provienen del nuevo posicionamiento en solitario de Compromìs, posicionado en 2016 como una confluencia de Unidos Podemos y en 2019, ya en solitario, más claramente en el bloque nacionalista. En este bloque destaca muy especialmente el resultado obtenido por Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) que ha crecido en unos 383.000 votos, lo que supone un 60,6% de votos más que los registrados en 2016. Un crecimiento también notable, aunque menos espectacular, se apunta el Partido Nacionalista Vasco (PNV) que suma unos 107.000 votos más, lo que supone un 37,5% de lo obtenido en 2016. Y en esta misma línea, EH Bildu aporta un crecimiento de unos 74.000 votos, lo que implica un crecimiento del 40% respecto a sus registros del verano de 2016. Solo el actual Junts per Catalunya (JxCAT) no crece significativamente, puesto que su incremento ha sido de tan solo un 2,9%, de tal manera que ERC le ha doblado ya en número de votos en las elecciones generales de 2019 (1.015.355 votos frente a 497.638). Adicionalmente otras fuerzas políticas nacionalistas como BNG y Front Republicà, a pesar de no obtener escaño parlamentario alguno, registran volúmenes de votos bien relevantes (93.000 y 113.000 votos, respectivamente).

Todo lo cual ha supuesto que el sumatorio del voto a los partidos nacionalistas e independentistas en las pasadas elecciones de abril de 2019 ha alcanzado ya, prácticamente, a uno de cada 10 votos emitidos, mientras que en 2016 y 2015 este dato no pasó del 7%.

Pero, junto a este primer destacado hecho, también puede apreciarse en las últimas filas de la referida tabla un segundo fenómeno sobresaliente. En concreto, que el sumatorio de votos en 2019 entre el bloque de partidos de derechas (PP, Ciudadanos y Vox) y el bloque de partidos de izquierdas (PSOE, Podemos y confluencias electorales) es prácticamente idéntico. Así, del lado derecho suman 11.276.920 votos, mientras que del bloque izquierdo aglutinan 11.213.684 votos, siempre bajo la referencia de partidos del ámbito del conjunto nacional. La diferencia de apenas algo más de 60.000 votos, sobre 26,36 millones de votos emitidos en abril de 2019, ilustra de manera nítida la división política en la que nuestro país se encuentra sumido. División que se ha inclinado a uno u otro lado en las elecciones de diciembre de 2015 (720.000 más votos a favor de la izquierda) o en las de junio de 2016 (648.000 más votos a favor de la derecha), pero que nunca ha supuesto una diferencia superior al 3% del total de votos emitidos en ambas elecciones.

En definitiva, que en un contexto de alta participación electoral que alcanza el 75% del total del censo no CERA, la división de las fuerzas de ámbito nacional es igualitaria con el modulador del diezmo que suponen los apoyos a los partidos nacionalistas e independentistas.

La estabilidad política tras las elecciones

Este panorama electoral de acentuada simétrica división en dos mitades que, con pequeños márgenes variados, se repite desde el fin de la legislatura de 2011-2015, más la permanente destacada presencia (ahora incluso más fortalecida) de las fuerzas nacionalistas, convertidas en fuerzas independentistas por lo que hace a Cataluña, es lo que explica todos los hechos políticos relevantes del último cuatrienio: la imposibilidad de formar Gobierno tras las elecciones de diciembre de 2015 (debido a las alternativas coaliciones de bloqueo que se sucedieron), la necesidad de volver a convocar elecciones en junio de 2016, la debilidad parlamentaria de soporte del Gobierno del Partido Popular que emerge tras las elecciones de junio de 2016 y que dio lugar a su imprevisto derribo por la moción de censura de mayo de 2018 encabezada por el Partido Socialista, entendida más como una coalición de bloqueo ante el anterior Gobierno popular que como un explícito refrendo del nuevo Gobierno socialista. De hecho, esto último provocó otra nueva convocatoria electoral en abril de 2019, cuyo poco holgado resultado a favor del Partido Socialista, también supone una débil base para garantizar una estabilidad de gobierno en los a priori cuatro años de la nueva legislatura, tal como puede apreciarse en la siguiente Tabla 2, aun cuando a priori pueda existir ahora una menor propensión natural a la coalición de bloqueo que la que se produjo en el primer semestre de 2016.

TABLA 2

COMPARATIVA ESCAÑOS CONGRESO DE LOS DIPUTADOS

PARTIDOS ELECCIONES 2019 ELECCIONES 2016 ELECCIONES 2015
PSOE (1) 123 85 90
PP (2) 66 137 123
Ciudadanos 57 32 40
Podemos (3) 33 45 42
Izquierda Unida 2
En Común Podem 7 12 12
Podemos + Compromìs 9 9
Podemos Mareas 2 5 6
Suma Podemos (4) 42 71 71
VOX 24
ERC 15 9 9
JxCAT; CDC; DL 7 8 8
PNV 6 5 6
EH Bildu 4 2 2
CCa-PNC 2 1 1
NA + 2
Compromìs 1
PRC 1
Total Escaños 350 350 350
Bloque Derecha (5) 149 169 163
Bloque Izquierda (6) 165 156 161
Bloque Nacionalista (7) 33 24 25
Bloque Regionalista (8) 3 1 1
Bloque Soporte del Gobierno (9) 175 175 170
Fuente: Ministerio del Interior y Congreso de los Diputados. Elaboración Cristóbal Torres.

NOTAS:
(1) Incluye candidaturas con PSC y PSOE-NCa (Nueva Canarias).
(2) Incluye candidaturas con UPN, PAR y Foro.
(3) Para 2015 se incluye aquí un diputado de la colación Podemos-Ahora Alto Aragón en Común.
(4) La suma en 2016 y 2015 incluye a Compromìs, a pesar de que este partido mantuvo en estas dos legislaturas a cuatro diputados en el Grupo Mixto (2015) o con Grupo Parlamentario propio (2016).
(5) Sumatorio de PP + Cs. Y en 2019 se incluye a VOX y NA +.
(6) Sumatorio de PSOE + Suma Podemos. Por tanto en 2016 y 2015 incluye a Compromìs.
(7) Sumatorio de ERC + JxCAT + PNV + Bildu en 2015 y 2016. En 2019 incluye a Compromìs.
(8) Incluye a CCa-PNC y PRC.
(9) En 2015 y 2016 es el sumatorio de PP + Cs + CCa-PNC + PNV. En 2019 es el sumatorio de PSOE+ Suma Podemos+ PNV+ Compromìs + CCa-PNC + PRC.

 

Aun cuando en el momento de redactar estas líneas no hay todavía fijada una fecha para la sesión de investidura del nuevo Presidente del Gobierno, es previsible que el nuevo Gobierno socialista salga adelante (aun en segunda ronda), en parte por la lógica institucional de evitar la repetición del ciclo electoral dual 2015-2016, y en parte por el ejemplo de la crisis vivida en el PSOE en Septiembre de 2016 con la defenestración del actual Presidente del Gobierno, entonces solo Secretario General del Partido Socialista (que acuñó la ya célebre “no es no, que parte de la frase no ha comprendido”), y la resultante abstención de la mayor parte de los diputados socialistas.

Así pues, la pregunta clave al respecto supone plantear si será posible que el nuevo Gobierno socialista pueda completar el periodo cuatrienal de esta nueva XIII legislatura iniciada en abril de 2019. A favor de la respuesta positiva está el hecho diferencial que el hipotético actual ciclo de gobierno del Partido Socialista estaría en sus inicios, a diferencia de 2015 y 2016 en el que el Partido Popular ya había completado un especial duro ciclo (2011-2015) por mor de la crisis económica iniciada en 2010 y las duras medidas de austeridad tomadas para remediarla. Pero con todo, la respuesta más contingente pero más directa radica en el posicionamiento que, de un lado el bloque nacionalista y muy especialmente el independentista (encabezado por ERC pero sin descartar a otras fuerzas parlamentarias), y de otro Ciudadanos, hagan del apoyo parlamentario al nuevo Gobierno investido.

En el caso de los partidos nacionalistas y regionalistas, y aun cuando el posicionamiento de Coalición Canaria no esté claro, el nuevo Gobierno necesitaría el apoyo estable de ERC o de EH Bildu, amén del respaldo del PNV, Compromìs y PRC. Pero, sobre todo, el Gobierno socialista requiere contar con el sólido apoyo de la suma de Podemos y sus confluencias. Sin embargo el apoyo de Unidas Podemos, en coalición o colaboración, también pudiera suponer una contradicción con la lógica institucional del Gobierno socialista si éste decide mirar más al centro por el caladero que suponen los votantes de Ciudadanos que, tras las elecciones europeas de mayo de 2019, se ha dejado una parte bien significativa de los votos que obtuvo en las generales del mes anterior. Adicionalmente Unidas Podemos va a tratar de recuperar, mediante algún tipo de responsabilidad y acción institucional en el Gobierno, la sangría de sufragios que ha perdido en favor de un PSOE que hasta ahora ha mantenido una dinámica retórica que claramente ocupaba su espacio.

Como resuelve esta triple posibilidad de respaldo (en clave nacionalista, de izquierdas o de centro) y establece su estrategia el Gobierno del Presidente Sánchez es una de las escenas principales a seguir. La otra será el papel que se autoasigne Ciudadanos en la oposición. Hasta las generales de abril de 2019 la idea ha sido buscar el sorpasso al Partido Popular en el eje del centro derecha, con el fin de tomar el liderato de la oposición. Algo que casi consigue, pues solo ha quedado a unos 220.000 votos, lo que supone un exiguo 5% del total de votos obtenidos por el PP, tal y como puede apreciarse en la tabla arriba mencionada. Continuar en esa estrategia, a pesar de la caída de votos en las europeas del mes siguiente, supone mantenerse en una posición de bloqueo y alternativa de gobierno al Partido Socialista. En el momento de redactar estas líneas esa parece ser su estrategia, al menos la de sus principales líderes. Con todo, no es descartable algún tipo de apoyo ocasional táctico que permitiría arrancar la actual XIII legislatura, pero que a medio plazo se modulará en función del posicionamiento que el Gobierno Socialista haga con nacionalistas e independentistas y con Unidas Podemos, y con la continuidad o no de su estrategia del sorpasso.

El perfil de los votantes

Realizado un análisis de las principales variables del voto, y de la estabilidad parlamentaria y política resultante, cabe dirigirse ahora a un escrutinio de las líneas maestras más generales del perfil de los votantes. Para ello recurrimos a la encuesta preelectoral del CIS realizada con motivo de las elecciones generales del 28 de abril de 2019, con el trabajo de campo realizado entre el 1 y el 18 de marzo y cuyo detalle metodológico y de resultados está publicado en la web del citado instituto demoscópico.

Al respecto lo primero a indicar que en esta ocasión su predicción preelectoral (la popularmente llamada “cocina del CIS”) ha acertado en lo que hace al pronóstico de votos y escaños del Partido Socialista, Partido Popular y Unidas Podemos y confluencias (excepto con el singular caso de Podemos Mareas). No obstante lo anterior, erró en lo que respecta a Ciudadanos y Vox. Así, en el caso de Ciudadanos se infraestimó su resultado en unos diez escaños y un 2,2% de sus votos, y en el de Vox se sobreestimó en otros diez escaños y un 1,6% de sus votos.

Cabe pues deducir que la materia sobre la que se ha cocinado, los datos en bruto de esta encuesta preelectoral, es tan fidedigna y válida como de costumbre. De esta manera se pueden tomar los datos de la variable que en una dinámica preelectoral explícita más se acerca a los datos reales de las elecciones que habitualmente es la suma de intención directa de voto más la simpatía a partido político, en aquellos que no se posicionan en la intención directa de voto. En definitiva, lo que vamos a considerar es lo que en la lógica metodológica y en el análisis matemático se llama una variable proxy, dada la imposibilidad de acceder a la matriz de la variable “cocina” del CIS.

En la siguiente Tabla 3 pueden verse, sobre el total de la población con derecho a voto, los datos reales de las pasadas elecciones generales, y la ventaja aproximativa de manejar esta variable de “intención directa más simpatía” sobre la de intención directa exclusivamente, siempre a partir de los datos de la encuesta preelectoral del CIS.

TABLA 3

COMPARATIVA DATOS ELECCIONES GENERALES 2019 Y DATOS DIRECTOS PREELECTORAL CIS (MARZO 2019) // % SOBRE CENSO 

DATOS REALES INTENCIÓN DIRECTA CIS INTENCIÓN + SIMPATIA CIS
PSOE 21,50 18,9 24,8
PARTIDO POPULAR 12,52 8,5 11,7
CIUDADANOS 11,89 7,1 10,6
UNIDAS PODEMOS 8,28 5,5 7,6
EN COMÚ PODEM 1,77 0,9 1,3
PODEMOS MAREAS 0,68 0,1 0,1
SUMA PODEMOS 10,73 6,5 9,0
VOX 7,69 3,8 4,4
ERC 2,92 2,8 3,7
JxCAT 1,43 0,6 0,8
EAJ-PNV 1,13 0,8 1,1
EH BILDU 0,74 0,7 0,9
COMPROMÌS 0,50 0,3 0,5
CCa-PNC 0,39 0,2 0,2
NA + 0,31 0,2 0,2
NUEVAS CANARIAS 0,14 0,0 0,0
PACMA 0,94 1,0 1,4
OTROS 1,6 0,7 1,0
EN BLANCO 0,57 2,2 2,2
VOTO NULO 0,79 0,8 0,8
ABSTENCIÓN /NO VOTARÁ 24,25 7,0 19,0
NO DECIDIDO AÚN 25,3 2,6
NO SABE 4,5
NO CONTESTA 8,2 5,0
CIS SIN ATRIBUIR PARTIDO 45,00 26,6
TOTAL 100 100,1 99,9
Fuente: Ministerio del Interior y CIS. Elaboración Cristóbal Torres

 

Un somero análisis sociodemográfico de esta variable de intención más simpatía muestra que existen pocas diferencias significativas en función del género. En todo caso, puede destacarse que las mujeres muestran una ligerísima mayor tendencia a posicionarse a favor del PP frente a los hombres (12,5% vs. al 10,8%), así como a ser más proclives a la abstención (20,2% vs. al 17,6%). Por el contrario, los hombres muestran similar pequeña tendencia a favor de Unidas Podemos respecto de las mujeres (8,8% vs. 6,6%). Pero es en Vox donde la probabilidad de obtener un voto masculino frente al femenino se da de manera muy relevante, puesto que los hombres doblan a las mujeres (6,0% vs. 2,9%).

Con respecto a la edad, las diferencias son más relevantes. Así, la probabilidad del voto al PSOE es mayor entre los mayores de 55 años (30,8%), mientras que cae entre los menores de 45 años, y muy especialmente en los jóvenes de menos de 35 años (18,8%). En el caso del PP, su voto es también mucho más proclive a partir de los 65 y más años (30,8%). Y también cae entre los menores de 45 años, aunque de manera no tan acusada como ocurría con el Partido Socialista. Es reseñable que el voto a Unidas Podemos cae a la mitad entre los mayores de 65 años, mientras que los votantes de Ciudadanos presentan una mayor propensión a tener menos de 45 años. El votante de Vox se distribuye de una manera homogénea entre las distintas cohortes de edad, si bien es ligeramente superior la propensión a votar a este partido entre los menores de 55 años y se reduce entre los mayores de esta misma edad. Similar regularidad puede apreciarse entre los votantes de ERC y JxCAT, si bien en los votantes de ERC destacan los menores de 45 años. En cualquier caso, la propensión a la abstención es mayor entre los menores de 45 años y muy especialmente, cinco puntos más que la media, entre los jóvenes de 18 a 24 años.

Como hitos principales del análisis según el nivel educativo puede destacarse que las  personas sin estudios o con estudios primarios son más propensas a votar a los partidos con mayor respaldo (PSOE y PP), mientras que entre los votantes de Ciudadanos, Unidas Podemos y ERC la probabilidad de los votantes con estudios superiores aumenta. Es en Vox donde se encuentra una mayor propensión al voto de aquellos con estudios medios. En todo caso, la abstención se da en menor probabilidad entre aquellas personas que cuentan con estudios superiores (4,2%).

Un aspecto interesante en el análisis del votante supone adentrarse en el análisis de la ideología expresada por los encuestados. El CIS usa desde hace ya muchos años una escala numérica de 1 a 10, cuyo punto natural equidistante (5) se englobaría en la parte simétrica de la izquierda (5 posiciones del 1 al 5) frente a su correspondiente en la derecha (5 posiciones del 6 al 10). Tal vez por ello, y como puede apreciarse en la Tabla 4, la media aritmética obtenida para el conjunto de los entrevistados es de 4,6 es decir netamente a la izquierda, dado que el punto medio de referencia sería 5,5.

TABLA 4

POSICIONAMIENTO IDEOLÓGICO (1-10) DE LA CIUDADANÍA

IDEOLOGÍA CIUDADANÍA
PUNTUACIÓN % CIUDADANOS
1 IZQUIERDA 5,9
2 5,9
3 14,6
4 13,9
5 21,2
6 8,7
7 6,7
8 4,9
9 1,8
10 DERECHA 1,4
NO SABE 9,1
NO CONTESTA 5,9
MEDIA 4,6
DESVIACIÓN TÍPICA 2,0
TOTAL IZQUIERDA (1-4) 40,3
PUNTO MEDIO (5) 21,2
TOTAL DERECHA (6-10) 23,5
Fuente: CIS. Macrobarómetro Preelectoral Marzo 2019.

 

Una manera de hacer frente al déficit métrico de esta escala pasa, como se ha hecho en la referida Tabla 4, por individualizar el peso de cada uno de los puntos de la escala. Los resultados muestran, a pesar de contar con un punto menos, la hegemonía de las posiciones (1 a 4) explícitas de izquierda (40,3%), frente a las de derecha (6 a 10) que suman un 23,5%. De esta manera, y asumiendo un 15% de encuestados que no se posicionan (no saben o no contestan), el punto medio natural de 5 registra el valor modal y aglutina a una cuarta parte de la población (21,2%). En definitiva, que algún partido (también en plural) del bloque de la derecha necesitaría ocupar este espacio del 5 para equilibrar la balanza ideológica que ahora recae favorable al lado izquierdo.

Sin embargo, y como aparece en la columna izquierda de la siguiente Tabla 5, es el Partido Socialista (4,1) al que el conjunto de los entrevistados sitúan en la posición más cercana tanto a la media general del conjunto de entrevistados (4,6) como al punto medio natural de la escala (5). Por la izquierda, Podemos se encuentra muy alejado (2,3). Pero por la derecha la distancia a esta media conjunta no es menor. Así el más cercano es Ciudadanos, que se encuentra en el 6,9. Y el Partido Popular obtiene una puntuación del conjunto de los entrevistados muy alejada (8.1), ubicándose Vox en un todavía más lejano 9,3.

Pudiera pensarse que esta atribución ideológica de la ciudadanía a los partidos podría castigar especialmente a los partidos del bloque de la derecha. Y en efecto, como puede apreciarse en la columna derecha de la misma Tabla 5, el auto posicionamiento en la escala ideológica según los declarados propios votantes de cada uno de los partidos en las elecciones generales de 2016 atempera especialmente la puntuación obtenida por el Partido Popular (que del anterior 8,1 pasa a una media propia de 7,0) y por Ciudadanos (que pasa de una media del conjunto de 6,9 a una auto media de 5,7). Pero en cualquier caso, la puntuación obtenida entre los propios electores del PP (7,0) supone una importante distancia con respecto al punto medio que supone el 5. Algo que, sin embargo, no ocurre entre los votantes de Ciudadanos en 2016 que solo se distancian siete décimas del señalado punto medio.

Pero en este ejercicio de auto posicionamiento también se modera la valoración de Podemos, que de una media general de 2,3 pasa a 2,9 en la opinión de sus propios votantes. Curiosamente el PSOE es el único que se escora ligeramente más a la izquierda, al obtener un valor de 3,7 en la atribución que le hacen sus propios votantes de 2016, frente al posicionamiento medio que obtenía en el conjunto de entrevistados (4,1).

En cualquier caso, destacar que aquellos entrevistados que se abstuvieron en las elecciones generales de 2016 son quienes se ubican (4,8) prácticamente en la media del conjunto de la ciudadanía (4,6). Y algo idéntico puede decirse de aquellos que no recuerdan o no contestan a la pregunta del sentido de su voto en 2016 (4,7 en ambos casos).

Es decir, que la movilización de esos espacios medios de posicionamiento ideológico son los que han terminado por otorgar la victoria electoral relativa al Partido Socialista, de la misma manera que ha relegado el apoyo al Partido Popular que, por otra parte, se ha visto pinzado y solapado en su otrora amplia ocupación del continuum ideológico de la derecha por, de un lado, la fulgurante irrupción de Vox por su flanco derecho y, de otro, por la posición más centrada de Ciudadanos.

TABLA 5

ESCALA IDEOLÓGICA (1 a 10) DE PARTIDOS Y VOTANTES (%)  

ATRIBUCIÓN ESCALA IDEOLÓGICA

SEGÚN CIUDADANÍA

AUTOPOSICIONAMIENTO ESCALA IDEOLÓGICA SEGÚN VOTANTES

EN 2016

PARTIDOS MEDIA PARTIDOS MEDIA
PSOE 4,1 PSOE 3,7
PP 8,1 PP 7,0
CIUDADANOS 6,9 CIUDADANOS 5,7
PODEMOS 2,3 PODEMOS 2,9
ECP 3,1 ECP 2,8
PODEMOS MAREA 2,5 PODEMOS MAREA 2,9
VOX 9,3 VOX
ERC 3,1 ERC 2,5
JxCAT 5,9 JxCAT 4,2
EAJ-PNV 6,0 EAJ-PNV 4,3
EH BILDU 2,5 EH BILDU 2,4
COMPROMÌS 2,9 PODEMOS COMPROMÌS 2,8
CCa-PNC 6,0 CCa-PNC 5,4
PRC 5,0 PRC
PACMA 3,7 PACMA
Media Aritmética 4,6 NO VOTÓ 4,8
NO RECUERDA 4,7
NO CONTESTA 4,7
Fuente: CIS. Macrobarómetro Preelectoral Marzo 2019.

 

¿Un epílogo con vuelta al bipartidismo?

Las elecciones europeas son de una naturaleza distinta a las generales y, por ello, suponen un nivel de participación significativamente muy alejado de estas. Como puede verse en la Tabla 6, mientras que en las de mayo de 2014 solo votó el 45,9% del censo sin CERA (siendo el total de votantes CERA el 0,1% de este mismo censo), en las elecciones generales de diciembre de 2015, apenas diecinueve meses después, el grado de participación electoral fue de casi treinta puntos porcentuales más (73,4%, conforme se indica en la Tabla 1).

No obstante lo anterior, las elecciones europeas constituyen un buen escenario para registrar tendencias emergentes (como en 2014 supuso la irrupción de Unidos Podemos) o  corroborar o no mayorías establecidas. Así en mayo de 2014 (Tabla 6) se observaba el desgaste del Partido Popular frente a la rotunda victoria de noviembre de 2011 que, no obstante, todavía aventajaba en 3 puntos porcentuales de votos válidos al PSOE (26% vs. 23%).

TABLA 6

COMPARATIVA VOTOS. ELECCIONES EUROPEAS 2014, 2019 Y GENERALES 2019

ELECCIONES

GENERALES

EUROPEAS MAYO 2019 GENERALES ABRIL 2019 EUROPEAS MAYO 2014
Absolutos % Válidos % Censo Absolutos % Válidos % Censo Absolutos % Válidos % Censo
Censo sin CERA 34.989.414 100 34.798.204 100 34.821.466 100
Votantes 22.505.271 64,32 26.361.051 75,75 15.998.141 45,94
Abstención 12.484.143 35,68 8.437.153 24,25 18.823.325 54,06
Voto CERA 34.310 0,10
Nulos 192.775 0,55 275.410 0,79 287.925 0,82
Voto Válido 22.312.496 100 63,77 26.085.641 100 74,96 15.710.216 100 45,12
Blanco 215.315 0,96 0,62 199.511 0,76 0,57 361.567 2,30 1,04
PSOE 7.327.020 32,84 20,94 7.480.755 28,68 21,50 3.614.232 23,01 10,38
PP 4.491.571 20,13 12,84 4.356.023 16,70 12,52 4.098.339 26,09 11,77
Ciudadanos 2.718.061 12,18 7,77 4.136.600 15,86 11,89 497.146 3,16 1,43
Podemos 2.242.620 10,05 6,41 2.881.445 11,05 8,28 1.253.837 7,98 3,60
Izq. Unida 1.575.308 10,03 4,52
En Comú Podem 614.738 2,36 1,77
Podemos  Mareas 236.746 0,91 0,68
Suma Podemos 3.732.929 14,32 10,73
VOX 1.383.978 6,20 3,96 2.677.173 10,26 7,69 246.833 1,57 0,71
ERC 1.015.355 3,89 2,92
JxCAT; CDC/LLiures Europa 1.024.924 4,59 2,93 497.638 1,91 1,43
PNV 394.627 1,51 1,13
EH Bildu 258.840 0,99 0,74
CEUs (Coalición Europa) 619.306 2,76 1,77 851.971 5,42 2,45
EPDD/Ahora Repúblicas 1.256.857 5,63 3,59 630.072 4,01 1,81
Compromis per Europa 293.317 1,31 0,84 172.751 0,66 0,50
CCa-PNC 137.196 0,53 0,39
NA+ 107.124 0,41 0,31
PRC 52.197 0,20 0,15
UPYD 1.022.232 6,51 2,94
Resto Partidos 739.527 3,31 2,11 866.922 3,32 2,49 1.558.679 9,92 4,48
Supone PACMA 293.141 1,31 0,84 326.045 1,25 0,94 177.499 1,13 0,51
Suma PP+ Cs+ Vox+ NA + y UPYD 8.593.610 38,51 24,56 11.276.920 43,23 32,41 5.864.550 37,33 16,84
Suma PSOE + Podemos y confluencias 9.569.640 42,89 27,35 11.213.684 42,99 32,23 6.443.377 41,01 18,50
Suma Nacionalistas (A) 3.194.404 14,32 9,13 2.546.029 9,76 7,32 1.482.043 9,43 4,26
Suma Regionalistas 189.393 0,73 0,54
Resto Partidos 739.527 3,31 2,11 660.104 2,53 1,90 1.558.671 9,92 4,48
Fuente: Ministerio del Interior. Elaboración Cristóbal Torres. Elecciones Europeas 2019 escrutado al 99,48%.

NOTAS:
(A) Incluye Lliures Europa, CEUs, Ahora Repùblicas y Compromìs per Europa.

 

Como puede verse en los datos recogidos en la señalada Tabla, en el caso de las europeas de 2019 el dato de participación ha sido del 64,3% del total censal, lejos de las cifras de las generales del mes anterior, pero más lejos todavía de los ya señalados de mayo de 2014. Sin duda, la cercanía con las generales y el hecho de que, en esta ocasión, coincidieran en fecha con las municipales y autonómicas explicarían esta relativa alta participación. Esta destacada participación daría, a mi juicio, más fuerza a una lectura de esas tendencias emergentes que, conforme al párrafo anterior, puede hacerse a partir de sus resultados.

La primera constatación es que en mayo de 2019 hay casi cuatro millones de votos menos que en el mes de abril anterior (3,85 millones). Sin embargo, el Partido Socialista y el Partido Popular mantienen el volumen absoluto de sus votos. En concreto, el PSOE solo pierde 153.000 votos de una bolsa de más de siete millones y el PP gana 135.000 en un total de más de cuatro millones.

Frente a este destacado hecho, sobresale también que Unidas Podemos, Ciudadanos y Vox registran muy fuertes pérdidas. El caso de Unidas Podemos el descenso del voto es de 1,49 millones, lo que supone un 40% de sus votos del mes anterior, aunque el trasvase de sus confluencias a algunas de las coaliciones nacionalistas pueda dar cuenta en alguna parte de este voto.

Ciudadanos perdió 1,42 millones de votos de unas a otras elecciones, lo que supone algo más de la tercera (34,3%) de sus votos de abril. Y la caída de Vox alcanzó a casi la mitad de sus votantes de las pasadas generales (48,3%), lo que supone 1,29 millones de votos. Aparte de constatar la extraordinaria volatilidad de estos votantes que en apenas un mes decidieron no repetir sus votos, debe también indicarse que fueron votos que no se encaminaron hacía ninguna otra fuerza política cercana, sino que se fueron a la abstención.

De otro lado, también destaca sobremanera que las distintas coaliciones nacionalistas o independentistas (Lliures Europa, CEUs, Ahora Repùblicas y Compromìs per Europa) han seguido ganando votos. Así sumaron casi 650.000 votos más que sus principales partidos en las generales del mes anterior, lo que supone un crecimiento del 25,5%, si bien hay que tener presente que en este sumatorio el voto canario de CCa está incluido en la coalición nacionalista CEUs liderada por el PNV, y que pueden incluirse otros votos de partidos menores que en la Tabla 1 aparecían en el ítem de Resto de Partidos.

En definitiva, que tal vez las recientes elecciones europeas celebradas estén apuntando algún tipo de vuelta, aun por pasiva de una parte importante del electorado, al bipartidismo tradicional (seguramente por cansancio ante la falta de estabilidad gubernamental dada la fragmentación de fuerzas), si bien ahora con mayoría electoral en el Partido Socialista, que de esta manera podría iniciar un nuevo ciclo electoral y de gobierno. Y junto a esto, un cada vez más sólido afianzamiento del bloque nacionalista que bien pudiera explicarse por la dinámica de polarización y división civil que la irrupción del independentismo ha tenido en Cataluña, así como por su contagio al resto de comunidades autónomas con arraigada fuerza nacionalista.

 


 

 

 

Fernando Vallespín, Cristóbal Torres y Pedro Arriola
Fernando Vallespín, Cristóbal Torres y Pedro Arriola (de izquierda a derecha en la imagen) han intervenido hoy en el seminario de Nueva Revista sobre «Análisis del votante». Foto: © Josema Visiers

 

Véase también:

Análisis del votante. Fernando Vallespín: “A pesar de todo estamos eligiendo la moderación” 

Análisis del votante. Pedro Arriola: “Solamente hay ‘el problema’. El de los territorios”

Catedrático de Sociología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). Ex presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).