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Gabriel Ferrater (Reus, 1922-Sant Cugat del Valles, 1972), hermano del filólogo y crítico Joan Ferraté (Reus, 1924), es el primer poeta español de lengua catalana que se asoma a esta sección. Traductor al catalán y al castellano de obras de Kafka, Hemingway, Chomsky, Boomfield y Gombrowicz, y autor de una importante y variada obra ensayística, su producción poética comprende los libros Da nuces pueris (1960), Menja’t una cama (1962) y Teoría dels cossos (1966), reunidos en el volumen Les dones i els dies (1968). Representa para la poesía catalana lo que Jaime Gil de Biedma, siete años más joven que él supuso para la castellana: la expresión de la experiencia diaria, que funde serenamente los niveles de la ironía, del sentimiento amoroso y de la reflexión cívica.

Su posición teórica ante el hecho poético se resume en esta frase: «El ideal sería que todo poema fuese claro, sensato, lúcido y apasionado, es decir, y en una palabra, divertido.» Cuando mi amigo José Luis Gallero andaba preparando su excelente Antología de poetas suicidas (1770-1985), que vería la luz en 1989 (Madrid, Fugaz Ediciones Universitarias), me encomendó la versión de los poemas de Ferrater. En aquella ocasión traduje cinco piezas breves: «Poseído», «Si puedo», «Ocio», «La ciudad» y «Útero». Ahora y basándome como entonces en la antología bilingüe Mujeres y días (Barcelona, Seix Barral, 1979), he elegido un poema largo, «By Natural Piety», que pasa por ser uno de los mejores de Gabriel. Dedico mi traducción a Francesc Parcerisas, recordando su fantástico libro Focs d’octubre.

BY NATURAL PIETY

¿Obra del solo instante, este fugaz
quiliedro diamantino: la luz
sobre tu cabeza corta de pelo? No. Lento
en construirse, y exigente, con dura
finalidad. Piensas en los días, noches
de confiado olvido, muchas idas y vueltas
por sendas que conducen a la aurora,
y rellanos asfixiantes de los mediodías,
y collados de fría desazón en los crepúsculos
enmarañados de rodeos. Tu cuerpo
ha subido hasta aquí. Quiero ahora que me lleves
abajo. Quiero que me enseñes los lugares
que tienes en la memoria, y te cuentan
cómo has ido naciendo. Condúceme a las hoyas
donde aprendiste a nadar, a las grutas
que se irisan de fiebre de unas aguas
donde te has zambullido. Vamos a perdernos
por el bosque de robles bajos de tus
primeros miedos. Seguimos la carretera
por donde te hacían ir en bici al pueblo
a comprar pan para los huéspedes inesperados.

Estamos ya en el cruce donde esperabas
el autobús de los regresos a Barcelona.
Tomémoslo. Nos dejará en el bar suburbano
leño de artificios importantes: el prisma
de vidrio largo te entregaba chicles,
la báscula te marcaba el beneficio
de cada verano. Dentro de la ciudad, busquemos
el barrio de las cosas que ahora son
corpúsculos de tu instinto, y son todavía
cosas que puedo ver. Descúbreme
el escaparate prodigioso de botellas
de facetas difíciles, que eran sueños
s everos y a la vez dúctiles, como augurios
de cuando pudieses alcanzar tu
cerrada y total naturaleza femenina.

Aquí, tomemos un vaso de leche. ¿O quieres
un helado de muchos pisos, o algún líquido
de espeso color edénico, como las piernas
azules y rojas de estas chiquillas
que te suceden? Han salido, como salías
tú, del portal chorreante
de luz de la inocente magia negra.
A pie, y poco a poco, vamos subiendo
hacia calles por donde ahora no pasan
sino figuras tuyas, las más íntimas.
Los postigos se cierran. Un poco
de luz que hay todavía, lo tenemos todo
para nosotros, y vamos bordeando muros
sin farolas, que se abren como un mar
rojo de ladrillos, y huele a fondo
de mar, a humos podridos, y, de repente,
la exhalación verde de un pino fresco.

Dame la mano. Haz ver que tienes miedo
de volver atrás, de cruzar otra vez
la puerta del colegio, y reanudar
la estupefacción de los antiguos juegos
bajo estos pinos fuera del tiempo, por debajo
del tiempo. Será un momento muy corto. Es un
momento, y ya se rasga, como la seda
ajada que tapiza un sofá viejo.
No puedes perderte más en esto. Dame la mano
que es la obra buena del pasado, que eres tú.

Obra del sol instant, aquest fugaf / quiliedre diamantí: la llum / sobre el teu cap curt de cabell? No. Lent / a construirse, i exigent, amb dura / finalitat. Cures deis dies, nits / de confiat oblit, moltes represes / per sendes que s’enfilen a l’aurora, / i replans xafogosos deis migdies, / i colls de fred desfici en els capvespres / embullats de marrades. El teu eos / ha pujat fins aquí. // Vull que ara em duguis / avall. Vull que m’ensenyis els indrets / que tens a la memoria, i et conten / com has anat naixent. Mena’m ais gorgs / on vas aprendre de nedar, a les balmes / que s’irisen de febre d’unes aigües / on tu t’has capbussat. Anem a perdre’ns / peí bosc de roures baixos de les teves / primeres pors. Seguim la carretera / per on et feien anar amb bici al poblé / a comprar pa pels hostes imprevistos.

Ja som a la crullla on esperaves / l’autobús dels retorns a Barcelona. / Pugem-hi. Ens deixará al bar suburbá / pie d’artificis importants: el prisma / de vidre llarg et lliurava xiclets, / la báscula et matcava el benefici / de cada estiu. Dins de ciutat, cerquem / el barrí de los coses que ara són / corpuscles d’instint teu, i són encara / cosas que jo puc veure. Descobreix-me / l’aparador prodigios d’ampolles / de facetes diñáis, que eren somnis / severs i alhora dúctils, com auguris / de quan podries abastar la teva / closa i total natura femenina.

Aquí, prenguem-hi un got de llet. O vols / un gelat de molts pisos, o algún líquid / d’espés color edénic, com les carnes / blaves i roges d’aquestes noietes / que et succeeixen? Han sortit, como tu / sorties, del portal regalimós / de llum de la innocent mágía negra. // Á peu, i a poc a poc, anem pujant / cap a carrers per on ara no hi passen / sino figures teves, les més intimes. / Els finestrons es tanquen. Una mica / de llum que encara hi ha, la tenim tota / per nosaltres, que es badén com un mar / roig de rajóles, i fa olor de fons / de mar, de fums podrits i, súbita, / l’exhalació verda d’un pi frese.

Dóna’m la má. Fes veure que tens por / de tornar enrera, de passar altre cop / la porta del col.legi, i de reprendre / l’estupefacció deis jocs antics / sota aquests pins fora del temps, dessota / del temps. Será un moment molt curt. És un / moment, i ja s’esquin^a, com la seda / marcida que tapissa un sofá vell. / No pots perdre-t’hi més. Dóna’m la má / que és l’obra del passat, que ets tu.

Filólogo. Profesor de investigación del ILC/CCHS/CSIC. Poeta. De la Real Academia de la Historia.