Cristóbal Halffter

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Un reto a la sociedad actual

El conjunto de las cuatro exposiciones que bajo el título genérico de "Las Edades del Hombre", se han venido celebrando durante los últimos cuatro años en diversas capitales de la Comunidad de Castilla y León, representan para mí uno de los acontecimientos culturales más importantes que se han desarrollado en España en los últimos decenios. Concederle esta importancia lo fundamento no sólo en la calidad y cantidad de obras expuestas, en la forma de presentar estos objetos y las ideas que ellos representan, sino también en lo que todo este conjunto de obras, ideas y conceptos, tienen como representación de una realidad histórica del pasado y por lo que todo ello tiene de reto para la sociedad de nuestro tiempo y para la creación del arte y del pensamiento comprometido con el hombre de hoy. Al contemplar un fragmento de un retablo castellano del XV, o un órgano del XVI o una pintura o escultura de nuestro barroco, y observar que estos "objetos" eran creados por unos hombres que nacían, vivían y morían en unas tierras que son esencialmente las mismas que hoy habitamos, que seguimos hablando básicamente una misma lengua que comunica también unos mismos conceptos sobre la mayor parte de nuestras creencias. Así, empiezan a surgir en la persona sensible que contempla este panorama una serie de ideas, de comparaciones y hasta de dudas, que hacen ver nuestra sociedad actual de una manera diferente y hacen preguntarnos si esta sociedad actual y los creadores del pensamiento, arte y cultura que ella genera, cumple con el ineludible compromiso que todo conjunto social tiene con los valores más altos del ser humano. ¿Qué diferencias existen entre aquella sociedad castellano-leonesa del pasado que promovió la ideación, que posibilitó la planificación y la construcción de una obra tan perfecta como la catedral de León -por sólo citar uno entre miles de ejemplos-... qué diferencias existen entre aquella sociedad y la nuestra, analizadas desde este punto de vista? ¿Es que hoy no somos capaces ni de promover, ni de imaginar, ni de realizar y, ni si- quiera, de necesitar obras no sólo de esa trascendencia, sino también, de esa envergadura y que contengan tanta intención de crear belleza? Ese es el reto que he querido ver en el conjunto de "Las Edades del Hombre", reto que se propone al ser humano de hoy y a su entorno social y que con mayor claridad, si cabe, queda patente en la edición que actualmente se celebra en Salamanca. Al servicio de la dignidad La respuesta a ese reto, no sólo puede estar en la intencionalidad de crear con mayor o menor perfección y belleza las obras que están realizando los pintores, los escultores, los músicos, los poetas y los arquitectos de nuestro tiempo. Esto sería ver el problema desde un sólo ángulo y además, intentar comparar las obras maestras del pasado con las obras contemporáneas, es un juego absurdo, ya que cada obra responde a criterios estéticos, estilísticos y creativos que pertenecen al conjunto de una realidad histórica determinada....