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Alfonso Sánchez-Tabernero. Catedrático de Empresa Informativa y rector de la Universidad de Navarra entre 2012 y 2022.


Avance

Gobierno de universidades
Alfonso Sánchez-Tabernero: «Gobierno de universidades. Desafíos, modelos y estrategias». Eunsa, 2023

La institución universitaria está llamada a asumir «el liderazgo moral de la sociedad», según señala el autor de esta monografía. Para ello es necesario generar nuevas ideas y procesos creativos (academia), transmitirlos (comunicación) e implementarlos de manera sostenible (empresa). Sobre esos tres elementos gira el texto de Sánchez-Tabernero. 

Los cuarenta capítulos que componen el libro son cuarenta grandes consejos nacidos de la propia experiencia del exrector de la Universidad de Navarra. Sus recomendaciones quedan avaladas por las investigaciones más recientes en el gobierno de las universidades. Cabe destacar que Sánchez-Tabernero ve en la identidad cristiana una ventaja competitiva a favor de valores como la solidaridad, el respeto a la vida, el cuidado del medio ambiente, la capacidad de servicio, la honradez profesional y la sostenibilidad.

La parte que dedica al liderazgo podría haber sido publicada como un libro independiente porque, en realidad, vale para cualquier tipo de gobierno, no solo para el universitario. Es un canto a la excelencia y al sentido común en las labores de dirección en cualquiera de los niveles y ámbitos de actuación.


Artículo

He leído de un tirón, aprovechando un largo viaje, el nuevo libro de Alfonso Sánchez-Tabernero sobre el gobierno de las universidades. Escrito desde su propia experiencia de más de treinta años de gobierno universitario, como decano de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, vicerrector y sobre todo rector de este centro académico, Sánchez-Tabernero ha publicado este libro en cumplimiento de lo que él considera un «deber moral» (p. 12): el de transmitir a la sociedad sus descubrimientos y conclusiones desde su propia experiencia universitaria. 

El resultado final es una publicación ágil, fresca, viva, estimulante, entretenida, pero a su vez profunda y enriquecedora, repleta de sentido común y buen humor, que manifiesta el hondo amor del autor a la institución universitaria, llamada a asumir «el liderazgo moral de la sociedad» (p. 281). 

Tabernero se nos presenta como un universitario y un estratega que no ceja en el empeño de analizar situaciones para generar nuevas ideas y procesos creativos (academia), transmitirlos (comunicación) e implementarlos de manera sostenible (empresa). Estos son los tres elementos que componen el trípode desde el que sostiene toda su experiencia intelectual. 

En la redacción de este ensayo, en muchos aspectos autobiográfico, Tabernero ha aplicado a pie juntillas el consejo que, siendo rector, le dio el jurista Antonio Garrigues Walker para la elaboración de sus discursos: «No olvides que quienes te escuchan [aquí diremos, “te leen”] aceptan que les des malas noticias, que les lleves la contraria, incluso que les insultes; en cambio, no toleran que les aburras» (p. 14). Por eso, aunque escrito por un académico sólido y de fuste, el libro es gratamente ameno, al distanciarse de las formalidades exigidas a los libros académicos: no hay notas a pie de página, no cansan los argumentos, ni abruman los datos empíricos. Las conclusiones fluyen naturalmente del análisis de situaciones y experiencias vividas por el autor en primera persona. Aunque se ha servido de una selección bibliográfica totalmente actualizada y del máximo interés, el libro está escrito desde el corazón. 

El ensayo nos muestra un gran puchero, con comida elaborada artesanalmente, del que cada uno toma su medida. Los cuarenta capítulos que componen el libro son, en verdad, cuarenta grandes consejos nacidos de la propia experiencia de Tabernero y contrastados con las investigaciones más recientes en el gobierno de las universidades. Cada capítulo es como un dardo que ha atravesado la vida de Tabernero, y que, como buen comunicador, quiere ahora compartir con la comunidad universitaria.

El libro está dividido en cuatro grandes partes: contexto, liderazgo, objetivos y tareas. Las cuatro partes responden perfectamente a lo que un gobernante debe hacer cuando asume un puesto de dirección en la universidad. Lo primero es contextualizar, es decir, entender a fondo el sistema global universitario en el que va a operar. Los rasgos que lo definen en nuestros días son la abundancia y la variedad, al estar compuesto, nada más y nada menos, que por 25.000 centros de formación superior y 300 millones de estudiantes. 

En esta primera parte, Tabernero es valiente cuando se posiciona a favor de mantener y fomentar la identidad de las universidades cristianas, ya que esta identidad, para el autor, es fuente en sí misma de valor cuando se gestiona adecuadamente (pp. 67-79). Sus afirmaciones, sin duda, van contracorriente. Muchas universidades con identidad cristiana ven su identidad más como un obstáculo para la captación de talento y el buen posicionamiento en los ránquines, que como un apoyo o acicate para la consecución de objetivos. Tabernero, en cambio, apuesta sin fisuras por no acomodar los principios inspiradores de una universidad cristiana a los valores dominantes en un momento determinado. Él ve en la identidad cristiana una ventaja competitiva a favor de valores como la solidaridad, el respeto a la vida, el cuidado del medio ambiente, la capacidad de servicio, la honradez profesional y la sostenibilidad.

Una vez conocido el contexto, hay que conseguir liderarlo (parte segunda). Para ello, Tabernero aconseja centrarse en la formación de buenos gobernantes, con espíritu de colaboración, que tengan criterio, determinación y empatía, espíritu innovador y que sepan, como él dice, «disfrutar durante la travesía» (p. 207). Esta parte del liderazgo podría haber sido publicada como un libro independiente, porque, en realidad, vale para cualquier tipo de gobierno, no solo para el universitario. Se trata de un precioso canto a la excelencia y al sentido común en las labores de gobierno en cualquiera de los niveles y ámbitos de actuación. 

En la tercera parte se proponen los objetivos que es preciso alcanzar en la docencia, la investigación y la transferencia recíproca de conocimientos entre la universidad y la sociedad. En ella, Tabernero se centra en la necesaria perspectiva internacional de todo centro universitario que busca la excelencia, en el acompañamiento a cada estudiante en su propia experiencia universitaria, en el compromiso con los antiguos alumnos, en la formación continuada y en un tema central de nuestro tiempo, en el que tanto pueden decir y hacer las universidades: la sostenibilidad. 

Quizás el capítulo más interesante de esta parte sea el 26, la Ciencia como servicio (pp. 269-277), en el que Tabernero explica la conexión entre excelencia universitaria, el amor inquebrantable a la verdad y el servicio al bien común, y cómo la ausencia de investigación y honesto diálogo académico acaba por trivializar el debate público y erosionar el talento de los profesionales. El sentido originario de universidad como verdadera alma mater está presente en cada línea de este capítulo.

La cuarta parte, Tareas, se refiere a las actuaciones y cometidos de los gobernantes para conseguir estos objetivos señalados en la parte tercera. Entre las tareas, Tabernero destaca y se extiende en el diseño de la oferta académica, el control presupuestario, la gestión de la tecnología, la gestión de intangibles, la confección de los planes estratégicos, entre otras. El autor no pretende ni busca la exhaustividad en estas dos partes, cuyos capítulos son, en ocasiones, intercambiables pues el qué de los objetivos se entremezcla con el cómo de las tareas. 

Acabo ya, pues no quiero aburrir al lector, siguiendo yo también el consejo de Garrigues. Nos hallamos ante un libro estimulante y de gran provecho, escrito por un maestro de la estrategia, profundamente enamorado de la universidad, cuya lectura será de gran utilidad para las decenas de miles de personas que ocupan puestos de gobierno en universidades de España y las Américas.

Jurista y catedrático, especialista en Derecho romano, Derecho comparado, Derecho global, derecho y religión, y teoría del derecho. Actualmente, Domingo Oslé es titular de la Cátedra Álvaro d’Ors de la Universidad de Navarra. Coedita el «Journal of Law and Religion» (Cambridge University Press) y la colección «Raíces del Derecho» (Aranzadi).