José Antonio Nieto de Miguel

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Catedrático Emérito de Latín. Presidente de la Asociación Cultural Salzburgo

Shakespeare y Goethe, dos gigantes en el Festival de Salzburgo

Una crónica del Festival de Salzburgo de 2016 con ocasión del aniversario de la muerte de William Shakespeare.

Festival de Salzburgo, pasado y presente de arte total

El día 31 de agosto, la Orquesta Sinfónica de Cleveland, a las órdenes de Christoph Von Dohnányi, clausuraba el Festival Internacional de Música de Salzburgo con un concierto para piano de Schbnberg y una sinfonía de Bruckner. Concluían de esta forma 37 intensos días de arte y belleza con momentos tan apasionantes como los vividos en Un bailo in maschera o Don G¡ovanni-, o de escepticismo en Idomeneo; deliciosos ante Cosí fan tulle o de emoción y plenitud estética en La Creación, leída de forma magistral por Riccardo Muti; de entusiasmo ante la Novena Sinfonía de Beethoven o de regocijo ante la artesanía musical de las Mozart-Matinées; de confianza en la visión esperanzadora de futuro dibujada por Fidelio o de admiración sin palabras ante la profundidad conseguida ame el piano por tas manos de Brendel o por la voz inigualable de Jessye Norman... Es la belleza en plenitud alcanzada por un festival que, pese a todas las criticas, responde generosamente a una exigencia de máxima calidad, ante la que, posiblemente como en ningún otro lugar. Todas las artes se unen alrededor y al servicio de esa amante embrujada de que habló Paul Klec que es la música. Y mucho más en esta edición. «Prima la música... poi le parole», había escrito Giambatlista de Casti ofreciendo un tema a la no demasiado frondosa imaginación de Antonio Salieri para una ópera con la que reaccionaba ante un nuevo éxito de Mozart. Y este mensaje ha vuelto a repetirse como leii movit de Capriccio, la ópera que a instancias de Stefan Zweig diseñó Richard Strauss para Salzburgo y que por un capricho del todopoderoso Clemen Krauss vio su estreno en Munich por motivos no precisamente culturales. «La música es un arte sublime», canta Flamand, y a ella en Salzburgo todas las artes rinden culto y ante ellas se unifican y convergen: El arte aquí, ante el hecho musical, se unifica en aproximación casi milimétrica a la consecución de ese sueño que es la obra de arte total, la Gesamtkunstwerk que había añorado Wagner y que hay que entender está en la base y raíces de esta explosión artística, cuyos 70 años de historia de plenitud y su recuerdo han sido una de las notas características de la recién terminada edición. Símbolo Que «todo arte es a la vez superficie y símbolo» parece ser una verdad irrefutable, fijada así por la sensibilidad de Oscar Wilde. Y más como referencia a lo simbólico y todo lo que de poderoso, fuerte y mágico, según el planteamiento de Gombrich, tiene el símbolo, que como un retorno decadentemente bello pero inoperante a Brideshead, a lo Evelyn Waugh, se inició el festival el día 25 de julio, ante la arquitectura casi salvaje y en desnudez original del Felsenreilschule, con lectura de textos y documentos sobre la idea motriz y su historia, Y si bien ésta tiene como fecha concreta de partida la representación de Jedermann, de Hugo Von Ilofmannsthal, que el día 22 de agosto de 1920 abría la primera edición,...