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UNIR organizó el 13-11-2018 un seminario sobre «Innovación y transferencia de conocimiento». Los participantes señalaron que la transferencia del conocimiento es una nueva misión de la universidad, pero hay que planificarla con el mundo empresarial para que efectivamente resulte útil. El coordinador de la jornada fue Guillermo Calleja, catedrático de Ingeniería Química de la URJC. La inauguración correspondió a José María Vázquez García-Peñuela, rector de UNIR.

Emilio Lora-Tamayo, rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), disertó sobre “La innovación, su cultura y su vinculación a la I+D”.

Avelino Corma, profesor de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), premio Príncipe de Asturias de Investigación en 2014, fundador del Instituto de Tecnología Química de Valencia (ITQ), habló sobre “Transferencia de conocimiento y su impacto tecnológico en la industria: la experiencia del ITQ”.

Otros ponentes fueron:

Paloma Domingo (directora general de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT)): “Transferencia de tecnología y colaboración con la industria: lecciones aprendidas”.

Juan Ramón Velasco (vicerrector de Estrategia y Planificación de la Universidad de Alcalá): «Luces y sombras de la transferencia en el proceso de innovación en ingeniería: una visión personal”.

Federico Morán (catedrático de Bioquímica de la Universidad Complutense de Madrid): “Estrategias para lograr la transferencia de conocimiento e innovación en la universidad. ¿Cómo puede ayudar la Administración?”.

Daniel Burgos (vicerrector de Transferencia y Tecnología de UNIR): “Innovación transgénica en Educación Superior online”.

 


 

Este vídeo resume la jornada:

 

 

Transcripción del vídeo:

José María Vázquez García-Peñuela:

La rentabilidad económica de la investigación universitaria es una dimensión muy a tener en cuenta, pero está subordinada a otros fines más importantes, como son los de proveer a la sociedad de personas cultas, de profesionales competentes y de ciudadanos comprometidos con el bien común.

Guillermo Calleja:

Conocer a fondo el proceso de innovación, no hablar de oídas, saber en qué consiste, etapas, dificultades, barreras, retos. Hay que saber eso, hay que hablar el mismo lenguaje que se habla en las empresas o en la industria para entenderse bien, porque si no es la Torre de Babel.

Emilio Lora-Tamayo:

Yo creo que ese «gap» entre la empresa y la investigación en el mundo académico (mal llamado mundo académico, por simplificar), se está reduciendo, se está reduciendo y tengo que decir que está dando más pasos en ese sentido el mundo académico hacia el «gap» para cerrar la brecha que el mundo industrial, que también los está dando. Pero yo creo que habría que poner en marcha más iniciativas que intentaran forzar o reforzar esa interpenetración entre los dos mundos.

Avelino Corma:

Si yo fuera ministro de Investigación, que no lo seré, lo que sí que haría es planificar la investigación a largo término, qué es lo que queremos hacer, y eso planificarlo a largo término y de manera continuada. Lo que no puede ser es lo que tenemos en estos momentos, que funcionamos a impulso. Tenemos que saber a dónde nos dirigimos, cómo nos dirigimos y con qué medios contamos.

Daniel Burgos:

A través de los datos podemos aplicar una serie de herramientas que favorezcan que la educación sea mejor, o más rápida, o más centrada, o que la competencia se alcance de manera más precisa. Esto es un tema muy innovador. ¿Qué nos permite hacer? Realidad aumentada, trazabilidad, buscadores semánticos, sistemas expertos, mil cosas.

Federido Morán:

Es verdad que los avances de la ciencia llegan como resultado de los trabajos de investigación, y por supuesto nadie quita importancia a la I+D en todos los campos del conocimiento, pero mal estaría si estos campos y estos avances científicos no llegan al público final.

Paloma Domingo:

Lo más importante es crear valor para las sociedades del emprendimiento, porque confiere a los emprendedores un perfil que es superinteresante para las industrias, lo que se viene en llamar el interemprendimiento. Ahora mismo el conocimiento de los que terminan el grado o el máster es suficientemente alto, y es el otro perfil el que buscan las empresas, la idea de generar nuevo tejido, que buena falta nos hace, y generar nuevos puestos de trabajo cualificados.

Juan Ramón Velasco:

Yo creo que es importante mostrar los casos de éxito, porque son los que te animan a seguir, pero es muy importante también analizar dónde ha habido fallos en el proceso, porque de los fallos se aprende mucho más que de los éxitos. Es algo a lo que al menos en nuestro país, en España, no estamos acostumbrados. Lo normal es que alguien que fracasa es un «fracasado», pero en realidad alguien que fracasa es alguien que ha aprendido, y que no va normalmente a fracasar en el mismo punto.

Director de «Nueva Revista», doctor en Periodismo (Universidad de Navarra) y licenciado en Ciencias Físicas (Universidad Complutense de Madrid). Ha sido corresponsal de «ABC» y director de Comunicación del Ministerio de Educación y Cultura.