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La académica e historiadora, que fue presentada por Juan Carlos Moreno Piñero, director de la Fundación Iberoamericana y Europea de Yuste, disertó sobre ‘La monarquía hispánica. Globalización e historial global’, en la clausura del I Congreso Internacional Hispanoamericano. El evento académico congregó a destacados especialistas de la historia, la literatura, la geopolitica y el derecho, entre los días 22 y 24 de junio.

“Las Indias nunca fueron colonias. La igualdad a un lado y otro del Atlántico fue total»

Carmen Iglesias comenzó subrayando la originalidad de la monarquía hispánica, en la que “todos los súbditos eran iguales y dependientes del rey”, y en los dos hemisferios. En este sentido, “Las Indias nunca fueron colonias. La igualdad a un lado y otro del Atlántico fue total». Al hablar del español como imperio global, «es importante -agregó- no confundir imperio con imperialismo».

“Las élites españolas aceptaron el mestizaje en América, y este no era sólo étnico sino también cultural”, señaló. Y añadió que “el mestizaje es uno de nuestros grandes activos, algo que nada tiene que ver con lo que pasó en los Estados Unidos”. Lo de España era “mestizaje” recalcó, y “no racismo”. «Nunca hubo genocidio; ni rapiña tolerada».

CONCIENCIA DE PERTENENCIA GLOBAL

Durante los tres siglos de presencia española en América «había una conciencia de pertenencia global a una organización que funcionaba». De hecho, indicó Iglesias, «aún nos asombra a los historiadores la conciencia común de pertenencia como clave de bóveda de la monarquía hispánica en América». Incluso hoy, se puede decir que “no sabemos quiénes somos si no conocemos la América Hispana”.

Por otro lado, “no se puede hablar de decadencia de la monarquía española en el siglo XVII”, ni de atraso en la América Hispana. Esta tuvo un periodo de prosperidad y progreso, que asombraban a los viajeros extranjeros, como ocurrió con “Alexander von Humboldt a principios del siglo XIX, al comparar a Ciudad de México con Boston o Filadelfia”.

LEYENDA NEGRA Y FALTA DE AUTOESTIMA

Sin embargo, «el siglo XIX fue lo más traumático que hemos sufrido». Perdura, de hecho, “de forma traumática la entrada de España en la contemporaneidad». A lo que hay que unir los complejos que arrastra España, señaló la académica. “Todo poder hegemónico genera una leyenda negra; lo de a de España es especial, porque lo hemos interiorizado, tenemos falta de autoestima”, apostilló.