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Ver productosUn ensayo que combina las exigencias del proyecto político con la defensa del interés general
19 de marzo de 2019 - 4min.
«En una sociedad que está cambiando su manera de trabajar, divertirse, relacionarse o comunicar, la Administración Pública se encuentra con el desafío de ponerse más en sintonía con la gente que sirve», afirma Canel en este volumen en el que ha vertido su saber y su experiencia.
María Jose Canel Crespo: «La Comunicación de la Administración Pública. Para gobernar con la sociedad». Fondo de Cultura Económica, Madrid, 2018.
María José Canel Crespo, doctora en Comunicación (Universidad de Navarra) y catedrática de Comunicación Política (Universidad Complutense de Madrid) fue también directora del gabinete de la ministra de Educación, Cultura y Deporte del gobierno de España en los años 2000-2004. Lo que vio y vivió allí la impulsó desde entonces a dedicarse a la investigación de la dimensión comunicativa de la Administración Pública, a profundizar en lo que para el sector público significa reputación, legitimidad, compromiso cívico, capital intelectual, cultura organizativa y confianza.
Haciendo un ejercicio de síntesis, Canel subraya: «Me atrevo a simplificar la descripción del reto que tiene hoy la Administración Pública como sigue: se consolida el perfil de un gestor y directivo público que tiene que ser a la vez comunicador, y el de un comunicador que al comunicar se convierte en un gestor público». Para conseguir ese perfil, «hace falta acabar con la torpeza de tener a gestores y líderes públicos «vendidos» por el desconocimiento de la comunicación (particularmente en la red)», y «hay que terminar también con la simpleza de relegar los comunicadores a cometidos puramente técnicos».
El libro consta de siete partes:
Hay un primero capítulo sobre el concepto de Comunicación de la Administración Pública. Sigue otro sobre los problemas que se plantean en la práctica y uno más sobre valor público intangible como concepto y principio que implícita o explícitamente preside el resto del texto.
Tratará tres problemas específicos con que se encuentra el gestor público al transmitir la Administración Pública: la desconfianza, la posverdad y la politización.
El mundo off-line a veces ya no se entiende sin el mundo on-line. Por ello Canel dedica cuatro capítulos a lo que significa la comunicación de la Administración Pública en un nuevo entorno digital: el marco conceptual, el gobierno y la administración electrónicos, la transparencia y el gobierno abierto y la interacción en internet.
Gobernar con la sociedad lleva consigo una permanente actitud de escucha. La autora dedica cuatro capítulos a este asunto: qué significa escuchar, qué es en la práctica (con un análisis de un caso específico), el papel de las expectativas y la aportación del big data.
Para gobernar con la sociedad hace falta llevar a cabo una transformación de la cultura, pautas y maneras de organizar no solo la oficina de comunicación sino toda la Administración Pública. La quinta parte de este libro se dedica de manera detallada a asistir en tal reorganización: planteamiento estratégico, tareas, diseño del mensaje, vocería, coordinación y planificación de la comunicación.
Propone enfoques, marcos y herramientas para evaluar lo logrado con la comunicación: no solo reenfocar la organización estratégica sino obtener conocimiento para retroalimentar el análisis de los conceptos, de los problemas, de la configuración en red y de la escucha.
La séptima y última parte da pistas a profesionales, estudiantes, académicos y policy makers para poder mantener una actitud continuada de aprendizaje ante los retos que lleva consigo el comunicar para gobernar con la sociedad.
Canel aspira a persuadir a los profesionales de la Administración Pública de que la contingencia a la que están sometidos en sus trabajos se puede abordar de manera estratégica:
Para ello, el nuevo directivo público ha de ser un agente de cambio que mejore las relaciones entre administraciones y públicos; que combine bien las exigencias del proyecto político con la defensa del interés general, la eficiencia y la imparcialidad; que combine la dimensión estratégica con la técnica y con la gestión de personas; que esté conectado socialmente, que tenga inteligencia política, que tenga habilidades sociales y que sea autosuficiente en lo económico.