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España  vive quizás su hora más difícil y decisiva desde la Restauración democrática de 1978. Nueva Revista pretende hacer, en este tiempo de necesario e insoslayable compromiso, una aportación responsable y positiva al conjunto de la sociedad dedicando este número monográfico a la idea de la España competitiva. Nos detendremos a reflexionar sobre aquellas cuestiones de fondo y factores estructurales en torno a los cuales pensamos que hay que afrontar la recuperación de España. Subyace en la plural agenda de temas que se desarrollan una mentalidad proclive a las soluciones constructivas sustentada en una visión realista, pero indeclinablemente esperanzadora sobre las posibilidades de España.

Evidentemente, en este número no se tocan ni por asomo todas las cuestiones que inciden y forjan la competitividad de una nación. Muchas de estas impregnan el debate político cotidiano y han sido suficientemente tratadas, otras simplemente quedarían pendientes, entre ellas podríamos destacar el tamaño y la eficacia del sector público así como el funcionamiento de las distintas administraciones públicas. Pero también, hay otros elementos que afectan sustancialmente a la naturaleza competitiva de una país, como son sus valores constitutivos e inmanentes que deben otorgar la energía y la motivación necesaria a la sociedad, dando sentido o sinsentido a la acción desplegada y que hoy aparecen desactivados. Tampoco, en esta mirada caleidoscópica nos detenemos a pensar en el efecto que tienen sobre la competitividad los vicios políticos adquiridos y ya adheridos al sistema político como son el electoralismo, el coyunturalismo, el cortoplacismo y el clientelismo político, que tantos recursos detraen al conjunto del sistema y tanto deterioran la credibilidad de la democracia. Asimismo, no  se deben menospreciar otras cuestiones tan importantes como pueden ser el grado de calidad institucional de nuestro sistema político para afrontar la profundidad de los cambios sociales, o la flexibilidad o adaptabilidad de nuestra legislación laboral para dar respuesta a un contexto de globalidad competitiva.

En la elaboración del temario hemos optado por ahondar en aquellos asuntos que al tener efectos transformadores y por lo tanto repercutir en la visión a largo plazo del país y en el dibujo de su horizonte de futuro, necesitan un mayor debate y una reflexión más profunda para llegar a unas conclusiones convincentes. Así, nos detenemos muy especialmente en materias tan decisivas como la educación, porque es allí donde se construye y se fragua el futuro de una nación, pues sin una sociedad competente y preparada cualquier proyecto nacional será mediocre. Por otro lado, nos extendemos en un elemento nuclear de nuestro desmesurado Estado de Bienestar, como es la Sanidad, donde parece necesario perfilar un criterio político que sirva como cimiento para desarrollar una atinada gestión empresarial de este servicio público.

Los reconocidos profesionales que colaboran en este número se valen de su experiencia en sus ámbitos de gestión para establecer certeros análisis, propuestas y recomendaciones sobre los distintos asuntos, no solo desde la visión aislada y fría del especialista, sino desde el conocimiento y la interpretación de las circunstancias reales y de los contextos externos que condicionan los problemas. Late en todos los escritos un espíritu riguroso y reformista con un afán regeneracionista.

Gerald Brenan en El laberinto español cita los estudios de Cánovas sobre la rápida decadencia de España en el siglo XVII. Cánovas, consideraba que un grave error habitual de los españoles era intentar llevar adelante ambiciosos proyectos sin estimar en lo debido los medios económicos y materiales sobre los cuales debían asentarse los mismos. Cánovas ponderaba como el mayor vicio español, según el texto de Brenan, un exceso de confianza (o si se prefiere falta de realismo) y de optimismo (que a veces roza lo fantasmagórico).  Se puede recurrir a un cierto paralelismo histórico con algunas de las causas de los males que vivimos en la actualidad. Por lo tanto, cualquier proyecto nacional debe considerar el valor de la prudencia, de las actuaciones públicas previsoras, “de esa cordura en los empeños” de la que nos habla Baltasar Gracián. En ese sentido, parece muy acertado y profundo constitucionalizar la limitación del déficit estructural del Estado en su conjunto así como el volumen de deuda en el que puede incurrir en relación al PIB.

Definitivamente es hora de vencer el peso de las inercias histórica, de acotar, centrar y priorizar los problemas y darles soluciones razonables y duraderas.

Por todo ello, NUEVA REVISTA, en coherencia con su espíritu fundacional, quiere hacer una apelación al Bien Común, al sentido del deber y de la responsabilidad de la Sociedad española, al trabajo y al compromiso con España de todos sin exclusiones, a la constancia en el esfuerzo y en la voluntad decidida de alcanzar sus objetivos nacionales. Cultivemos la esperanza y pongámonos manos a la obra.

Presidente del Consejo de Administración de Telemadrid. Del Consejo Editorial de Nueva Revista