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La Sesión de Control está siendo áspera, como casi siempre en los últimos miércoles. Mariano Rajoy,después de haber interpelado a Rodríguez Zapatero a propósito de las negociaciones del Gobierno con ETA, vuelve a su despacho de las Cortes para recibir a Nueva Revista.

La política, a veces, no deja tiempo para la reflexión y hemos querido celebrar un encuentro con el Presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, con tiempo por delante, para plantear los temas que atañen hoy a España y conocer a fondo su visión sobre todos y cada uno de ellos. La entrevista se estructura en tres partes: España por dentro, la economía española y España en el mundo. Ha sido realizada por los miembros de nuestro Consejo editorial, Miguel Ángel Gozalo, Juan Pablo de Villanueva y Antxón Sarasqueta.

España por dentro

«La recuperación de los consensos será unos de los puntos clave de nuestro programa electoral»

NUEVA REVISTA • ¿Qué es lo que más preocupa a Mariano Rajoy en este momento?

MARIANO RAJOY • Lo que más me preocupa en este momento es la ruptura de los consensos básicos de la nación: el consenso sobre el modelo de Estado, el consenso en la lucha contra el terrorismo, el consenso en política internacional, sobre el papel que España tiene que jugar en el mundo, y el alejamiento de lo que en cierta manera era el espíritu de la Transición, una voluntad de mirar hacia delante y construir entre todos el futuro.

NUEVA REVISTA • ¿El Partido Popular tiene una propuesta para corregir esta cuestión?

MR • La recuperación de estos consensos básicos será uno de los puntos clave de nuestro programa en las próximas elecciones generales. Un Gobierno del Partido Popular no tendría grandes dificultades para lograr acuerdos con una dirección normal al frente del Partido Socialista. Creo que el problema hoy está, más que en el Partido Socialista, en su actual dirección.

NUEVA REVISTA • Se comenta que Zapatero está atascado con el «proceso de paz» y va a llamar a Mariano Rajoy.

MR • Si el Presidente del Gobierno me llama, acudiré. Después de la tregua de ETA le di mi apoyo al Gobierno, pero se lo tuve que retirar cuando anunció el inicio de conversaciones políticas entre el Partido Socialista del País Vasco y Batasuna. No son admisibles ni negociaciones ni precios políticos. Cuando ETA anuncie su voluntad definitiva de dejar las armas y de extorsionar, el Estado de Derecho y los órganos competentes podrán plantearse la legalización de Batasuna. No hay otra alternativa. Sigo creyendo en el Pacto por las libertades y contra el terrorismo.

NUEVA REVISTA • ¿Cree posible que el Gobierno adelante las elecciones?

MR • El Gobierno no tiene agenda política. El único tema que ha puesto sobre la mesa es la negociación con ETA. Puede que Zapatero piense adelantar las elecciones para pedir apoyo a la negociación, pero no sé si lo hará. Lo que sé es que el Partido Popular está preparado para ir a las elecciones cuando las convoque.

AGENDA DEL PARTIDO POPULAR

NUEVA REVISTA • Se ha agotado la agenda política del PSOE. ¿Qué tiene en su agenda política el PP?

MR • El Partido Popular ha pasado un momento difícil, pero hoy puede decirle a los españoles que está aquí. Tras dos años y medio, somos un partido que tiene posibilidades claras de ganar las elecciones. Hemos dedicado los dos primeros años de la legislatura a hacer oposición en los temas importantes: los nuevos estatutos, el terrorismo, la ruptura del espíritu de la Transición, la falta de iniciativa económica o la mala gestión de temas cruciales como la vivienda o la inmigración.

De ahora en adelante, nuestra estrategia se va a centrar en seguir haciendo oposición, porque esa es nuestra obligación, igual que la del Gobierno es gobernar. Según se vayan produciendo los acontecimientos fijaremos nuestra postura favorable o contraria a las iniciativas del Gobierno.

Además, nos centraremos en proponer nuestra alternativa sobre aquellos asuntos de los que no se ha ocupado el Gobierno. Uno será la inmigración. El tema que más va a afectar a España y a la Unión Europea en los próximos años. Otro, la lucha contra la inseguridad ciudadana, porque la justicia y la seguridad son obligaciones básicas del Estado. Un tercero, el modelo de Estado. Y un cuarto, el bienestar de los españoles, que afecta a la economía y al funcionamiento de los servicios públicos. Queremos solucionar los problemas de competitividad para poder orientar a España en un mundo global.

Por último, nuestra intención es decirle al conjunto de los españoles que el Partido Popular es una fuerza política centro reformista. Que el Partido Popular cree en los derechos individuales de las personas, en el hombre, en la libertad. Que en España lo prioritario no es lo ideológico, porque no se está produciendo el debate clásico de populares y socialdemócratas, aquí hay un debate previo sobre la recuperación de los consensos básicos, las reglas de juego, las normas de convivencia. Eso es lo que el Partido Popular quiere transmitir a los españoles.

NUEVA REVISTA • ¿Habla entonces de fortalecimiento del Estado?

MR • El mundo ha cambiado y veintiocho años de desarrollo autonómico han hecho que algunas cosas hayan funcionado bien y que otras haya que corregirlas. Necesitamos hacer una reflexión que pueda dar lugar a una propuesta de reforma constitucional, pero partiendo de que el modelo constitucional es bueno y de que creemos en el Estado de las Autonomías.

Hay tres funciones que debe ejercer el Estado para ser eficaz y útil a los ciudadanos: garantizar la igualdad de derechos entre españoles; defender los intereses españoles en el exterior, tener la suficiente fuerza para poder hablar en nombre de todos y cumplir sus compromisos con solvencia; y tener capacidad para hacer las reformas que los nuevos tiempos exigen.

Un proceso similar es el que se está llevando a cabo en Alemania. La Ley fundamental de Bonn, aprobada en 1949, no se había modificado nunca pero ahora se han dado cuenta de la importancia de actualizarla. Para actuar como Alemania en el mundo, y tener la agilidad y las competencias que permiten hacer las reformas necesarias. Es imposible que un Estado pueda hacer una reforma del impuesto de sociedades si existen diecisiete legislaciones diferentes. Ocurre lo mismo con las reformas del mercado laboral, la educación, o cualquier otra reforma importante. Al final, sería un Estado que no funcionaría.

El discurso del Partido Popular va a ser sensato, sobre la base de una oferta de consenso realista al otro gran partido nacional. En esta legislatura no hay opción de hacerlo, pero, al igual que los alemanes han sido capaces de ello, con una dirección y una interlocución racional en el partido socialista, también aquí se podría llevar a cabo. El Partido Popular quiere plantear abiertamente este debate.

NUEVA REVISTA • ¿ No hay un exceso de crispación, de acritud, en las relaciones entre ambos partidos?

MR • El problema ha sido el planteamiento del Gobierno actual para gobernar basándose en una única premisa: «aislar al Partido Popular».

Eso ha supuesto romper los tres o cuatro consensos que ha habido siempre en España y que es obligatorio hacer con la oposición, como dice el propio sentido común. No se puede pactar lo que es España con quien no cree en España. Cuando se aprueba el nuevo Estatuto catalán no se habla únicamente de Cataluña, se habla de toda España porque afecta a la legislación básica del Estado, al establecimiento de una relación bilateral, y a lo que pueden aprobar o no las Cortes Generales. Se ha pactado España con algunos pocos que no son representativos de la mayoría de los españoles. Ese es el origen de la crispación, de los problemas y de las dificultades. El Partido Popular está haciendo un esfuerzo para evitar la radicalización de la sociedad.

NUEVA REVISTA • Se ha hablado también de reformar la Ley Electoral. ¿Contempla esa posibilidad?

MR • Creo en las reglas de juego, y si me estoy quejando de que me las están cambiando unilateralmente no voy a ser yo el que pretenda cambiarlas. Además, hay algunos grupos que lo que pretenden hacer es un cambio en la Ley Electoral que haga prácticamente imposible que el Partido Popular pueda gobernar. Con esta Ley Electoral ha gobernado la UCD, y con mayoría absoluta y en coalición el PSOE y el PP. No soy partidario de cambiar las cosas si no es por consenso. Lo que sí debemos lograr es un Estado que persiga los tres objetivos comentados: la igualdad de derechos, la defensa de España y que pueda hacer reformas que eviten que nos quedemos atrás en un mundo que avanza muy rápido.

NUEVA REVISTA • ¿No es contradictorio recurrir el Estatuto de Cataluña logrando cuatro millones de firmas y al mismo tiempo aceptar lo de «realidad nacional» en Andalucía?

MR • Una vez que el Presidente del Gobierno decide lanzarse a reformar los estatutos, el Partido Popular podía actuar de dos maneras diferentes. La primera, negarse a participar en ninguna reforma de estatuto, asumiendo el riesgo de quedar fuera en el debate más importante que se está produciendo en España. Pero hemos escogido una segunda. Ya que nos han puesto el tema encima de la mesa, al menos vamos a luchar por hacer unos estatutos que se adecúen a la Constitución. En el caso catalán no fue posible y con nuestra oposición demostramos nuestra personalidad política. El Partido Popular ha defendido su postura en el Congreso, en el referéndum y ante el Tribunal Constitucional.

El caso del Estatuto de Andalucía fue distinto. En el transcurso del debate defendimos el no, pero logramos que se cambiaran ciento cincuenta artículos, entre ellos, el texto que hacía referencia a la «realidad nacional». Inicialmente era el mismo que recogía en su preámbulo el Estatuto catalán, pero al final, se dejaba claro que «los andaluces votaron la Constitución española en 1978 y hoy la Constitución define Andalucía como una nacionalidad dentro del marco indiscutible de la nación española». Por eso el Partido Popular no ha cedido en ningún principio ni en ninguna convicción, lo que ha hecho ha sido poner sentido común y constitucionalidad en la propuesta.

En cualquier caso, la solución más adecuada para llevar a cabo estas reformas sería llegar a un pacto sobre la soberanía nacional. Lo que es España lo deciden todos los españoles.

NUEVA REVISTA • Ya que estamos en Cataluña. Hay quien dice, no sabemos si usted también lo piensa, que Ciudadanos es un fenómeno efímero.

MR • La democracia se hace con grandes opciones políticas y, mientras no se demuestre lo contrario, con partidos políticos. Las democracias más avanzadas y civilizadas se hacen con dos o tres grandes fuerzas políticas y la alternativa al Gobierno actual en España es el Partido Popular. El principio más conocido para la opinión pública defendido por Ciudadanos también lo defiende el Partido Popular. Respeto esta iniciativa porque hay libertad para presentarse a las elecciones, pero si alguien quiere una alternativa seria y un verdadero cambio político quien mejor representa esa opción es el Partido Popular. Para eso trabajamos.

 

NUEVA REVISTA • ¿Por qué ha surgido Ciudadanos?

MR • Está claro que Ciudadanos es, y todos los políticos tenemos que tenerlo en cuenta, la reacción de mucha gente ante un Gobierno que no le representa. En cualquier caso, la solución no debería ser inventar un partido sino apoyar la alternativa que ya existe. El Partido Socialista se ha dado una gran bofetada en cuanto al resultado en estas elecciones, pero también es verdad que hubo mucho socialista que se fue a la abstención. Ha habido un reparto. Lo más probable es que si Ciudadanos no se hubiera presentado unos hubieran votado al PP, otros al PSOE y otros a nadie.

NUEVA REVISTA • En el Estatuto gallego es completamente indispensable el Partido Popular.

MR • Tenemos un límite que es el mismo que teníamos en Andalucía, el recurso que tenemos planteado ante el Tribunal Constitucional en el caso de Cataluña, porque si no estaríamos en contradicción. Lo más importante de cara al futuro en la cuestión territorial es recuperar el consenso entre los dos grandes partidos nacionales, y estudiar de verdad y a fondo qué reformas son necesarias para conseguir esos tres objetivos a los que antes hacía referencia. Eso es lo que de verdad le es útil a la gente, consenso, y un Estado que pueda cumplir con las funciones propias de un Estado moderno.

NUEVA REVISTA • ¿ Y eso conlleva la gestión del agua?

MR • El agua, al igual que la financiación autonómica, es de todos los españoles. Al llegar el Gobierno actual se derogó el Plan Hidrológico Nacional, y no se presentó ninguna alternativa solvente. Si se quiere suprimir el transvase Tajo-Segura quien puede hacerlo es el Gobierno de España. Lo que no tiene sentido es que en Castilla-La Mancha se quiera trasladar esa responsabilidad al Partido Popular, que ni siquiera gobierna en la comunidad.

NUEVA REVISTA • Ha habido un periodo desde el verano en el que se han sucedido diferentes crisis: la de los incendios, la de la inmigración, la del Prat. ¿El ciudadano ha percibido la ausencia del Estado en la gestión de estas crisis?

MR • Una de las cosas que va a plantear el Partido Popular es la creación de una Agencia Nacional de Crisis, porque lo que se ha puesto de manifiesto son dos cuestiones: un Gobierno incompetente e ineficaz y un Gobierno sin competencias, que son dos cosas distintas. En la crisis del Prat el Gobierno tenía competencias, pero fueron incompetentes e ineficaces. En otros casos, lo que sucede es que no se tienen competencias. Por ejemplo, para afrontar la crisis de los incendios no hay una Dirección General de Protección Civil en España. Hay que estudiar qué reformas se deben hacer para ser eficaces. Desde el Partido Popular creemos que una Agencia Nacional de Crisis es fundamental para gestionar las grandes epidemias y las grandes catástrofes naturales. Al final, hay cosas a las que las comunidades autónomas solas no llegan de ninguna manera.

NUEVA REVISTA • ¿Supone esto un pequeño fracaso del Estado de las Autonomías?

MR • No. ¿Ha fracasado el Estado Federal alemán? Los tiempos cambian y hay que adaptarse a las nuevas realidades. El Estado de las Autonomías no ha fracasado. Hay carreteras en Galicia que no se hubieran hecho jamás si no hubiera habido autonomías. No creo que haya fracasado y estoy a favor del Estado de las Autonomías.

NUEVA REVISTA • ¿Se puede evitar la corrupción con una nueva Ley del Suelo?

MR • Lo que no es serio es que haya que modificar la ley para que no haya corrupción. Contra la corrupción lo que hay que hacer es tener jueces, fiscales y rapidez a la hora de actuar. El corrupto incumple la ley, con lo que no es problema de modificación, es problema de aplicación. En el caso concreto del suelo, la modificación de la ley debería hacerse para intentar elaborar un urbanismo más equilibrado y unas ciudades mejores.

NUEVA REVISTA • Se percibe que ha hecho usted un esfuerzo para salirse de la trampa de la radicalización.

MR • La gente es normal y quiere que se le digan cosas razonables. España está perdiendo calidad intelectual tanto en la clase política como en la clase periodística. Esto es muy peligroso porque ambas tienen una gran influencia en la gente.

LA ECONOMÍA ESPAÑOLA

«La responsabilidad de un gobierno es crear las condiciones para conseguir competitividad, riqueza y empleo»

NUEVA REVISTA • ¿Podría trazar las grandes líneas de la política económica de un futuro Gobierno que usted lidere?

MR • Nuestra prioridad básica es desarrollar un plan estratégico de competitividad de la economía española para afrontar el futuro. En los años de gobierno del Partido Popular acercamos mucho nuestro nivel de renta a los países de la Unión Europea. España se había modernizado y tenía una economía liberalizada. Mejoramos el nivel de bienestar y riqueza. Ese debe ser el camino a seguir. Sobre todo en un mundo que es ultracompetitivo. Esa será nuestra prioridad básica porque es la de los españoles.

NUEVA REVISTA • Hay muchos analistas que perciben que Zapatero y su Gobierno lo único que han hecho ha sido poner de cancerbero a Solbes, y no introducir ninguna de las novedades que había anunciado.

MR • De momento, la economía española crece, más que las demás. Se sigue creando empleo. Pero existe un problema grave de déficit exterior, de competitividad de la economía, y no se ha hecho ninguna reforma para solucionarlo. Cuando hablamos de competitividad hablamos de casi todo: las nuevas tecnologías, la educación, la formación, las reformas fiscales.

NUEVA REVISTA • Si llega usted al Gobierno, ¿volverá a bajar los impuestos?

MR • La principal medida que proponemos es bajar diez puntos el impuesto de sociedades. Hoy todos los países están bajando los tipos para favorecer la inversión y la creación de empresas, especialmente en Europa del Este, los nuevos Estados miembros de la Unión Europea con los que competimos cada vez más. Además, rebajaríamos el impuesto sobre la renta para fomentar el ahorro, apoyar a las familias y potenciar la inversión.

NUEVA REVISTA • Una de las cuestiones de las que se enorgullece el Gobierno actual es el superávit en las cuentas del Estado. ¿Han tenido que ver en ello los impuestos?

MR • La presión fiscal ha subido. El Gobierno no ha hecho ninguna reforma. El gasto público crece por encima del crecimiento de la economía. España debería tener un superávit mucho mayor del que tiene, como pasa en algunos países, sobre todo del centro y norte de Europa, que están creciendo también al 3 % pero tienen un superávit mayor que el nuestro. En lugar de dejar más recursos en manos de la gente, el Gobierno está haciendo mucho gasto público que se verá incrementado en el futuro. Habrá que ver cómo se aplican y cómo se dotan económicamente en los próximos años algunas de las leyes que han hecho.

NUEVA REVISTA • ¿Cómo cree que puede ser el futuro de la Seguridad Social en España?

MR • En el Partido Popular creemos en la libertad económica y confiamos en la persona y en la sociedad como generadores de riqueza y de empleo. Todo ello se materializa en el Estado de Bienestar, el gran logro de la Europa continental. En el futuro habrá que atender a las nuevas realidades que se derivan del cambio demográfico y de la inmigración. Las reformas se deberán abordar con consenso pero para tener éxito hay que tener claro que es imprescindible una economía productiva fuerte.

NUEVA REVISTA • ¿Se podría favorecer un sistema complementario privado y libre de pensiones?

MR • Ya lo hay. No lo utiliza mucha gente, pero existe. Es una cuestión muy importante porque fomenta el ahorro a largo plazo. Más aun en un país como el nuestro, en el que el consumo y el endeudamiento son muy elevados. Por eso es positivo que haya algunos instrumentos que ayuden a fomentar el ahorro, además de producir beneficios futuros a la gente.

INMIGRACIÓN

NUEVA REVISTA • Hay un tema que se ha convertido en una de  las mayores preocupaciones de los españoles o al menos así se refleja en las encuestas: la inmigración. Desde el punto de vista económico hay consenso en que es buena en esta coyuntura y ya ha producido efectos positivos. Pero no sólo se debe ver desde un prisma económico. ¿No habría que desarrollar una política más selectiva de inmigración?

MR • La inmigración tiene implicaciones de todo tipo. No todas económicas. Está claro que hay muchas personas extranjeras trabajando que cotizan a la Seguridad Social y pagan sus impuestos. Son gentes honorables a la que hay que aplaudir porque nosotros hemos sido un país de emigrantes y sabemos lo que esto supone. Pero la inmigración tiene también repercusiones sobre la convivencia. Hay muchas personas que al venir a España se integran fácilmente, por tener las mismas raíces, lengua, cultura o religión. Pero hay otras personas cuya integración es más compleja. Debemos hacer un gran esfuerzo para lograrla, pero para ello hay que dejar claro que los inmigrantes tienen los mismos derechos pero también los mismos deberes y obligaciones.

La postura del Partido Popular con respecto a este tema es que Europa tiene que tener dos objetivos: Una política de inmigración igual o común. No tiene sentido que los criterios para la reagrupación, la concesión de derechos, la legalización o la expulsión sean distintos en la mayor parte de los países que conforman la Unión Europea. En un espacio donde hay libre circulación de personas debe diseñarse un política similar para evitar los problemas.

Y en segundo lugar, Europa debe hacer de esa política de inmigración el eje de su política exterior. Todos los países que formamos parte de la Unión Europea invertimos grandes cantidades de dinero en ayuda al desarrollo y la cooperación con otros países. Debería organizarse la cooperación desde la propia Unión Europea para poder ayudar mejor a esos países y obtener por su parte un mayor compromiso en la lucha contra la inmigración ilegal.

NUEVA REVISTA • Ahora lo primero que ve un inmigrante al llegar a España es que se puede pegar a los profesores…

MR • Debemos recuperar una escala de valores en la que tienen mucho que decir la familia, la escuela, los medios de comunicación y las asociaciones que quieren contribuir a que España mejore en ese aspecto. Uno de los temas capitales de la escuela es el de la autoridad y el prestigio del profesor. Hay un problema de pedagogía, de valores, de respeto. Es un esfuerzo a medio plazo con el que todos tenemos que estar de acuerdo.

NUEVA REVISTA • España ha cambiado mucho en algunos aspectos, en el aspecto económico también. Antes se decía que el dinero organizado estaba en los bancos y en las eléctricas. Ahora existen ya ochocientas empresas españolas que se pueden considerar multinacionales. Hay buenos empresarios. El aeropuerto de Londres está gestionado por una empresa española. Una realidad que parecía impensable hace años. A pesar de ello, parece que los empresarios todavía ven una cierta resistencia en los políticos. ¿No cree que habría que cambiar un poco el mensaje de estímulo que se le transmite al empresario?

MR • Todo esto demuestra que el mundo ha cambiado. El que no se sume a ese cambio está haciendo un pésimo servicio a los ciudadanos. En el Partido Popular somos partidarios de que el Gobierno intervenga lo imprescindible en la economía. La responsabilidad de un gobierno es generar las condiciones adecuadas para que la gente sea competitiva y pueda crear riqueza y empleo. Para conseguirlo su tarea debe consistir en construir infraestructuras, no poner demasiadas trabas burocráticas y promocionar internacionalmente nuestras empresas.

Es verdad que las empresas españolas han dado un salto muy importante en los últimos años, no sólo en Iberoamérica que podía ser algo razonable. Tanto las eléctricas como los bancos o las empresas de telefonía adquieren empresas importantes en países europeos o anglosajones, y empresas concesionarias de autopistas obtienen contratos nada menos que en Francia. Pero en España también hay empresas familiares que son casi multinacionales.

Lo que hay que transmitir a los empresarios es seguridad jurídica, reglas de juego claras y unidad de mercado. Procurar no obstaculizar sus actividades con excesiva burocracia. Y fijar unos impuestos razonables.

NUEVA REVISTA • ¿Cuál es o cuál va a ser su postura, si accede al Gobierno, sobre la energía nuclear?

MR • Es evidente que ese debate hay que abrirlo. Nuestra dependencia exterior en el tema energético es absoluta. No podemos vivir toda la vida pendientes del precio del petróleo y del gas y por lo tanto es una reflexión que hay que plantear a la sociedad española.

ESPAÑA ENE L MUNDO

«Defiendo para todo el mundo los mismos valores que defiendo para España: los valores de Europa»

NUEVA REVISTA • En los últimos años España había tenido un liderazgo internacional. Ahora todo el mundo tiene como referencia de España la Alianza de Civilizaciones. ¿Qué propone el Partido Popular al respecto?

MR • Para el Partido Popular la primera referencia de España debe ser Europa. Luego, España tiene que tener una relación transatlántica que abarque los EE.UU. e Iberoamérica. Y, por último, también son importantes el Mediterráneo y Asia.

El Partido Popular defiende para todo el mundo los mismos valores que defiende para España. Creemos en los valores de nuestra civilización, los valores de Europa, que compartimos con EE.UU.: nuestra tradición judeocristiana, la libertad, la persona como motor de la sociedad y el progreso, los derechos individuales, el respeto y la tolerancia.

En lo que respecta a estos valores la sociedad occidental está por encima de cualquier otra sociedad. Eso es lo que comparten fundamentalmente la Unión Europea, todos los anglosajones e incluso Iberoamérica.

REFERENTE INTERNACIONAL

España puede ser un referente importante para muchos países como lo ha sido ya en Europa en temas muy importantes:

En el tema económico. La Agenda de Lisboa se hizo con una participación española decisiva.

España ha sido un referente en lo que se llamó el pilar de seguridad, justicia y libertad, sobre todo en lo que hacía referencia a la lucha contra el terrorismo a nivel internacional. España fue el primer país después del atentado del 11-S que colaboró aportando datos importantes.

También deberíamos serlo en inmigración. La influencia de España en Iberoamérica es enorme. Es importante que la gente en Iberoamérica vea que estamos preocupados porque haya democracias de verdad, porque se respeten los derechos humanos y se mejoren la formación y la educación, en lugar de hacer leyes que pueden afectar a creencias de personas, como se ha hecho con la LOE, la investigación con células madre embrionarias o el matrimonio homosexual.

NUEVA REVISTA • En toda la legislatura, Zapatero no se ha reunido con Bush en ninguna ocasión. ¿Si usted llega a ser presidente reestablecerá la relación con Washington?

MR • Reestablecer la relación con los EE.UU. es obligado, pero como ocurre con todos los países europeos y la propia Unión Europea. Habrá que procurar que no nos abran más expedientes, mejorar la relación con Alemania y poner en común nuestra política de inmigración con los países más importantes.

NUEVA REVISTA • En el tema del terrorismo, ¿podemos recuperar el pulso internacional?

MR • Al terrorismo hay que derrotarlo. El terrorista lo que quiere es imponer su modelo de sociedad o sus condiciones a fuerza de tiros. El modelo de España no puede ser otro que la derrota del terrorismo. El Estado debe actuar contra el terrorista porque va contra lo más importante que defiende una sociedad normal: la vida, la libertad y los derechos individuales de la persona. Eso es lo más importante que tenemos todos y por eso debemos combatirlo.

NUEVA REVISTA • Ese liderazgo es importante. ¿Cómo ha sido la reacción del Partido Popular Europeo ante la votación en Bruselas del proceso de negociación con ETA?

MR • El Partido Popular Europeo estuvo muy bien. Pero creo que a Europa le faltó, a todos los que votaron, grandeza, categoría y personalidad para negarse a debatirlo. A partir de ahora si surge alguna organización terrorista similar a ETA podrá ir con igual legitimidad a exigir una negociación y el amparo a su proceso.

NUEVA REVISTA • ¿Qué opina sobre el cambio democrático en Cuba?

MR • El Partido Popular defiende que en Cuba debe haber una transición, no una sucesión. Lo importante es que sean los cubanos los que elijan. España tiene que ser muy clara al respecto. Tiene que haber una transición rápida hacia un sistema democrático. Además, Cuba tiene material humano para impulsar una democracia normal.

NUEVA REVISTA • La política exterior está quedando en una situación devaluada. ¿Piensa usted en fortalecer este servicio desde el punto de vista de la estructura del Estado?

MR • Creo en la función pública y en su neutralidad. Un funcionario público es un servidor de los intereses generales. Politizar las embajadas es un error. U n diplomático hace una oposición igual que un juez, un fiscal o un abogado del Estado, para servir a los intereses generales de su país y a la Administración. En España tiene que haber una Administración con gente competente, bien formada, que esté a las órdenes del Gobierno y defienda los intereses generales. El país más civilizado es aquel cuya Administración es más ajena a los vaivenes políticos.

NUEVA REVISTA • ¿Qué opinión tiene sobre los dos modelos que se contraponen, el que se ha denominado de «campeones nacionales» y el que se ha llamado «modelo liberal competitivo»?

MR • Si nosotros vetamos la entrada de una empresa extranjera aquí, qué podemos decir si ocurre lo mismo cuando una empresa española intenta comprar en otro país. El mundo va por otro lado. Lo que el Partido Popular quiere es que haya grandes empresas españolas que puedan competir en el mundo. Es inevitable que sea así. Lo de las fronteras poco a poco va a ir desapareciendo. En estos temas, el Gobierno para lo que está es para tener unos organismos que garanticen los derechos de los usuarios, los consumidores y la competencia.

NUEVA REVISTA • ¿Qué tiene que decir sobre la política regional? Todo nuestro entorno: Marruecos, Magreb…

MR • Es un tema difícil y complicado. Por eso hablo de la importancia de una política europea de inmigración de verdad, estructurada, hecha en serio. Una política europea que favorezca el desarrollo y los derechos humanos. No podemos juzgar sociedades con arreglo a nuestros parámetros, igual que no podemos juzgar a los gobernantes de hace quinientos años en España con pámetros actuales. Marruecos es un país que tiene futuro, en el que se deberían llevar a cabo algunas reformas democráticas. Son países que debemos apoyar para que puedan mejorar su nivel económico. La creación de clases medias es lo que proporciona estabilidad y evita extremismos. Es evidente que África es un continente importante de cara al futuro, tanto la parte de Marruecos y Argelia como el resto de los países. Europa tiene muchísimo que decir y además puede hacerlo.

NUEVA REVISTA • ¿Qué opina sobre la fase en la que se encuentra la aprobación de la Constitución Europea?

MR • Los españoles hemos aprobado la Constitución Europea. Hay un par de países importantes que no la han aprobado y otros que ni quieren hablar de ella. Nosotros no estábamos de acuerdo con algunos aspectos, como la distribución de los votos y el tema de las mayorías. El Partido Popular defendió y defiende una Constitución grande donde haya cosas que nos convengan y otras en las que defendamos nuestra posición.

Un asunto que no podemos olvidar es que hay una «Europa de las constituciones» y una «Europa de los resultados». Es probable que el no en países como Francia y Holanda no se haya producido por el texto constitucional sino por la falta de resultados. Europa se legitimaría mucho ante sus ciudadanos y podríamos abordar mejor este tema si existiera una voluntad clara de ocuparse de los temas que importan a la gente: la inmigración, el terrorismo, las reformas económicas y la competitividad de la economía europea. Eso es lo urgente, la «Europa de los resultados».

NUEVA REVISTA • Un presidente de Gobierno tiene que dar una visión de Asia.

MR • España es Europa y nuestra prioridad es la relación transatlántica, Iberoamérica y el Mediterráneo. Pero Asia es un reto capital, porque estamos hablando de un continente donde viven miles de millones de personas, con un crecimiento económico del 10%. Un crecimiento cualitativo, porque todos los temas de nuevas tecnologías, sobre todo en la India, tienen una importancia muy grande, como ha quedado acreditado con el acuerdo al que han llegado los estadounidenses no hace mucho tiempo.

Nuestro déficit comercial es muy alto. Lo es con todo el mundo, pero con Asia es astronómico. Las empresas españolas, algunas ya lo han hecho, tienen que empezar a estudiar ese mercado, a instalarse allí, porque compiten con nosotros en muchos sectores. El Gobierno tiene que estimular y promocionar nuestras empresas a través de la actividad política, porque dentro de un tiempo el que no esté allí acabará por no estar en el mundo. China es mucho más grande y crece mucho más que toda la UE en conjunto.

NUEVA REVISTA • Un Gobierno que usted lidere, ¿apoyará los centros de promoción comercial, etc.?

MR • Forma parte de la acción exterior del Estado. Para eso necesitas embajadas fuertes, que realicen actividades culturales, empresas que quieran instalarse allí. Parecido a lo que hicimos en Iberoamérica, aunque era otra situación. La prioridad de España debe ser el desarrollo de un plan estratégico de competitividad que abarque lo comercial, la formación, las infraestructuras y la tecnología.

NUEVA REVISTA • El CIS dice que el Partido Popular sube. Según usted, esta subida es fruto de la moderación. ¿No es mucho suponer eso?

MR • Las encuestas tienen un valor relativo. La gente empieza a percibir que en el caso del señor Rodríguez Zapatero, como en el cuento de Andersen, el rey va desnudo; y al mismo tiempo, percibe que el Partido Popular está trabajando y planteando una alternativa seria. El Partido Popular hace oposición, tiene unos principios y es una alternativa que se dirige a millones de españoles. En este momento es cuando veo más posibilidades reales de que el Partido Popular gane las elecciones.

 

La noche asoma por la ventana. Después de casi tres horas de charla, parece que Mariano Rajoy podría seguir hablando. Tiene el discurso preciso y a punto. Acompaña por el pasillo a los entrevistadores de Nueva Revista, bajo la mirada atenta de los antiguos presidentes de las Cortes. El último de ellos, Manuel Marín, le aborda en la verja, junto a los leones: «Mariano, tenemos que hablar». El líder del Partido Popular, fiel al espíritu conversador de la tarde, le responde: «Cuando tú digas, Presidente».