El pasado 27 de enero fallecía a los 77 años Eugenio Nasarre, político, periodista, experto en temas relacionados con la educación, defensor de los ideales del humanismo cristiano y del europeísmo, y comprometido con la democracia desde su juventud, durante el tardofranquismo.
Nacido en Madrid en 1946, estudió Filosofía, Derecho y Ciencias Políticas y se graduó en Periodismo. Pertenecía al Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado, con el número 1 de su promoción. Se incorporó a las Juventudes Demócratas-Cristianas en 1966; militó en Izquierda Democrática, partido democratacristiano liderado por Joaquín Ruiz-Giménez; en 1977 se integró en Unión de Centro Democrático (UCD) y desempeñó, entre otros cargos, los de director general de Asuntos Religiosos y director general de Radio Televisión Española (RTVE), en los gobiernos de Suárez y Calvo-Sotelo.
Posteriormente, en las filas del PP, colaboró con la Fundación Faes, fue secretario general de Educación en el primer Gobierno de Aznar y dirigió después el Departamento de Estudios del Gabinete del Presidente del Gobierno.
Nasarre ha tenido una larga trayectoria en las Cortes como diputado en las VII, VIII, IX y X legislaturas, trabajando, fundamentalmente en comisiones de Educación. Durante los últimos años se ha dedicado a difundir el europeísmo y el humanismo cristiano, a través del Consejo Federal Español del Movimiento Europeo, de la Asociación Católica de Propagandistas y del Instituto Internacional Jacques Maritain.
Es autor, entre otros libros, de Europa, como tarea, (junto con Francisco Aldecoa); La Ley Orgánica de Libertad Religiosa (1980-2020) Por la concordia religiosa y civil de los españoles (junto con Jaime Rossell); y Por una educación humanista.
Eugenio Nasarre deja, además, un notable legado como periodista. Fue secretario de redacción de la revista Cuadernos para el Diálogo; colaboró activamente en las páginas de educación y universidad del diario Madrid, entre 1966 y 1971, dirigido por Antonio Fontán; y publicó numerosos artículos ABC, Ya o El Debate. Y fue miembro del Consejo Editorial y asiduo colaborador de Nueva Revista.
Hay práctica unanimidad en destacar la valía profesional, el compromiso cívico y la talla humana de Nasarre. Así como su amor a la familia —estaba casado y era padre de cuatro hijos— y su coherencia de hombre de fe. Valores que han reconocido quienes lo conocieron, y tanto sus afines ideológicos como sus adversarios políticos.
Aquí se pueden leer algunos de los artículos de Nasarre en Nueva Revista:
Carta a un amigo centrista liberal, un nuevo camino de servidumbre
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