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Se cumplirán, en este 1990, 15 años de la muerte de Antonio Bienvenida, sin que su memoria se haya borrado del  recuerdo de los aficionados. Ha sido un curioso fenómeno que desborda los estrictos márgenes de la pura afición taurina, para adentrarse en el terrero del  señorío y la hombría de bien,  como cualidades encarnadas por ese «maestro» singular dentro y fuera de las plazas,  arrancó… «rápido, fuerte, confiado…» «Antonio aguantó a La casta que el novillo casi le rozara, y de los Bienvenida cuando lo tuvo en la cintura, toEsta biografía acomete la tadavía con la muleta plegada en rea de presentar la figura de la mano, dio un giro con el Antonio Bienvenida como ser cuerpo, los pies firmes en el humano, miembro de una disuelo y desplazando la pierna nastía de toreros, que vivió dderecha, pudo cargar la suerdicado por entero a su profesión te y sacar al toro por el lado desde antes de tener el uso de contrario al que le marcó…» «El razón, hasta el momento mis novillo, engañado casi a cuermo de su muerte. po limpio, siguió su carrera El autor, junto a la docuunos cuantos metros, para rementación que permite seguir volverse con rapidez, dispuesto el acontecer familiar y profesioa acometer al torero. Entonces, nal del diestro, lo presenta coAntonio, que ya ha desplegado mo protagonista de episodios la muleta, con la misma mano capaces de definir por sí misizquierda, lo recibe con un namos su carácter y sentido vital. tural de ensueño, que empalma Se refiere a tantos «gestos» y con una serie de tres.» «gestas» que delimitan su trayecRepite el mismo pase camtoria, contribuyendo a trazar biado por tres veces, aumentanlos perfiles de su recia personado la emoción, al mismo tiempo lidad, envuelta en una sonrisa que el peligro. El público enloamable, que tenía la virtud de quece. Al terminar la corrida, convertir en juego sencillo la le sacan en hombros, por la ejecución de las más arriesgapuerta grande y así le llevan, das suertes. calle de Alcalá arriba, hasta su domicilio, entonces, calle de General Mola, 3. Se ha escrito Antoñito una página de oro en los anay el pase cambiado les de la plaza madrileña de Las Ventas. La «gesta» de Antonio Una de ellas, tal vez la más quedará escrita para siempre en espectacular de su repertorio, el recuerdo de los aficionados. fue la del famoso «pase cambiado» que tuvo en Antonio genial intérprete. La había aprendido Una alternativa —como todo en su vida toreSegunda secuencia del«pase cambiado», en la misma corrida de la Prensa de 1946. con Miuras ra— de su padre, el Papa Negro, quien, a su vez, la recibió faena, citó al toro desde lejos, Tampoco faltan los «gestos» que Antonio la puso en práctidirectamente del primer Bieninolvidables. Estamos ahora en con la muleta plegada en la maca ante los asombrados especvenida y de Antonio Carmona 1942, año de la alternativa de tadores de Las Ventas, un 18 no izquierda y el estoque en la «El Gordito», diestro popular y Antonio. Por expreso deseo de de septiembre de 1941. Era el derecha. Su voz resonó en el siartista de finales del siglo XIX. él, se organiza la corrida con toquinto novillo de la tarde, «Nalencio de la plaza: El autor nos describe minucioros de la ganadería de Miura, ranjito» de nombre, y mostraba —«¡Jé, toro! ¡Arráncate, bosamente la técnica del «pase arriesgada empresa para un toexcelentes condiciones de branito!» cambiado» y el momento en rero el día del «doctorado». Tovura y nobleza. Al iniciár la Y el toro, obediente, se