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Se ha dicho que el entonces joven clavecinista Johann Gottlieb Goldberg era discípulo de Bach y a él iba destinada su obra. Pero también Forkel, el autor de una biografía de Bach escrita en 1802, explicaba el origen de las Variaciones de forma más pintoresca. Según él, el Conde Kayserling había encargado una obra de clavecín para que el joven Goldberg, a la sazón a su servicio, la tocara durante sus largas noches de insomnio. Esta biografía que fue publicada más de cincuenta años después de la muerte de Bach, se nutría de las informaciones que le facilitaron los dos hijos mayores del músico, pero, según se ha podido investigar después, muchas de las informaciones son inexactas.

El título original de la primera edición de esta obra, publicada en 1742, es Ejercicio de teclado (Klavierübung) compuesto por un aria con diferentes variaciones para el clavecín de dos teclados. Compuesto para los aficionados a la música y para la recreación de su espíritu, y no hace ninguna mención al nombre de Goldberg. De haber recibido el encargo con una intención tan personal, J.S.Bach habría consignado en el título al menos el nombre del Conde, cosa que no sucede. Quizá ocurriera al revés, una vez publicada la obra, el Conde recibiera la partitura y se la hiciera tocar a su clavecinista.

Anécdotas aparte, lo cierto es que el nombre de Goldberg está ya indisolublemente unido a la partitura. Es una obra magnífica en todos los sentidos, esto es, en sus proporciones formales y en la esencia musical. N o se trata de unas variaciones en el sentido clásico, pues el tema no es el aria introductoria, sino su base armónica, que permanece inalterada, tan sólo eventualmente metamorfoseada, y sirve de fundamento a los treinta klavieriibungen (ejercicios de teclado). Estos ejercicios vienen a ser un muestrario desarrollado de los diferentes estilos y figuraciones, arpegios, escalas, adornos, etc. del discurso clavecinístico. Autor: Juan Sebastián Bach Obra: Variaciones Goldberg Intérprete: Pierre Hantaí, clavecín Opus 111. OPS 30-84. DDD.

De un gran virtuosismo, representa un compendio práctico de la música para teclado tal como la concebía Bach y según las reglas más estrictas del contrapunto. Pero al mismo tiempo una de esas obras que, como el Arte de la Fuga, la Ofrenda musical o el Clave bien Temperado, se inscriben en el camino de la exploración musical, en el terreno de la música especulativa, en contraposición a la música más funcional que debía componer Bach para la Iglesia de Santo Tomás en Leipzig.

De gran dificultad técnica y musical, es obra temida y admirada por los intérpretes. El clavecinista francés Pierre Hantaí, alumno de Gustav Leonhardt, ha conseguido diversos premios internacionales con algunas de sus grabaciones anteriores de obras de Scarlatti y virginalistas ingleses. Esta estupenda grabación de las Variaciones Goldberg ha llegado a España con todos los beneplácitos de la crítica francesa, y ha sido seleccionada por varias revistas especializadas en el disco clásico del país vecino. Es un disco precioso que vale la pena escuchar de la mano de Pierre Hantaí por el buen sonido y el alto grado de calidad de interpretación.

Profesora de música y periodista