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Música de cámara francesa
Ravel, Ibert, Debussy,Jolivet, Frangaix

Ensemble Wien Berlin

SONY CLASSICAL SK 62666 66-DD

Unas frases de Debussy que encabezan los comentarios de este disco definen muy bien la música que contiene: «La música francesa es la claridad, la elegancia y busca ante todo gustar… La extrema complicación es lo contrario de arte. Es necesario que la belleza sea sensible, que nos procure un placer inmediato, que se imponga o se insinúe en  nosotros sin que tengamos que hacer ningún esfuerzo para captarla».

Este credo de Debussy no sólo es aplicable a los demás autores impresionistas sino a muchos de los compositores franceses posteriores. Y es que, en efecto, la música francesa de principios de siglo es, en general, de una gran elegancia y extraordinaria sencillez en su textura. En oposición a la música alemana, que ahonda en el sentimiento
y que en los últimos románticos abusa de cierta grandilocuencia, la francesa se caracteriza por un canon de belleza muy particular.

Aunque el Ensemble Wien Berlín es un quinteto de viento, no todas las obras que aquí se tocan están compuestas para este conjunto, por lo que en cada caso participan otros intérpretes de arpa o de cuerda.

Desde la Introducción y Allegro para arpa, cuarteto de cuerda, flauta y clarinete de Ravel, hasta el Octeto de Jean Frangaix, pasando por las Tres piezas breves de Jacques Ibert, la Sonata para flauta, viola y arpa de Debussy y el Chant de Linos de André Jolivet, todas las obras interpretadas en esta grabación se mueven en una atmósfera de sonoridades claras y preciosistas. Tienen en común una gran similitud de ambiente. Su estilo es neoclásico; buscan la belleza a través de formas sencillas y de melodías de inspiración greco-latina en algunos casos, en plena identificación con el espíritu francés. Pero, ante todo, se trata de música bella, admirablemente tocada y muy en la línea del planteamiento formulado por Debussy.

Profesora de música y periodista