Luis Arranz

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Segunda República y Guerra Civil española

Democracia y Segunda República, según Pío Moa

Sobre los libros de Pío Moa, todos vinculados con la historia de España desde la Segunda República en adelante.

De verdad eran liberales

José María Marco
La libertad traicionada
Siete ensayos españoles. Costa,
Ganivet, Prat de la Riba,
Unamuno, Maeztu, Azaña,
Ortega y Gasset

Editorial Planeta
Barcelona, 1997, 307 págs.

Historia y política

Sería excesivo suponer que nuestros políticos carecen de alguna clase de interpretación de nuestro pasado. No parece que atribuyan, sin embargo, una importancia fundamental a disponer en su bagaje de un buen conocimiento y una reflexión madura acerca de nuestra historia, en particular de la contemporánea. A pesar de eso, se observa una significativa diferencia entre izquierda y derecha a la hora de utilizar políticamente la historia. Los socialistas adoptan así un aire de seguridad y confianza, aparentemente persuadidos de moverse en un terreno que les es favorable. El centro y la derecha, por el contrario, muestran una gran timidez, y tanto Suárez, como Calvo Sotelo o Aznar (éste último al menos hasta tiempos recientes), han preferido eludir las referencias históricas. ¿Quinientos años de gobierno de la derecha? ¡Cien, ciento cincuenta, doscientos..., quinientos años de gobierno de la derecha! Pocas como esta muletilla acotan mejor el modo como el actual Presidente del Gobierno maneja la historia de España en sus mítines y declaraciones públicas. El término trata de subrayar la paradoja de lo modesta que es en realidad su pretensión de permanecer veinticinco años en el poder para llevar a cabo lo que denomina su "proyecto histórico", si se comparan con la cantidad de siglos que lo ha disfrutado la derecha. No es éste, sin embargo, el aspecto que más llama la atención de la pretendida paradoja, sino otros más implícitos. En primer término, el burdo anacronismo de interpretar en términos de izquierda y derecha la historia de España de los siglos XVI, XVII y XVIII; y, junto a eso, la manera misma de entender los conceptos de derecha e izquierda, de por sí agudamente polémicos. ¿Una derecha y una izquierda atemporales y monolíticas? En la retórica esencialista de los nacionalismos vasco o catalán, España tiene asignado un papel de madrastra que es indiferente a la organización de la vida política española cualquiera que sea ésta. Algo similar ocurre con el modo de referirse a la derecha en el caso que venimos examinando. Ésta es, por esencia, franquista, y no puede dejar de serlo, aunque puede intentar disimularlo. Por lógica simetría, la izquierda, de un modo aún más abstracto, pero no tan ostensiblemente anacrónico, solo puede connotar progreso, democracia, libertad, solidaridad, aunque existan elementos minoritarios que no estén a la altura. Las cosas no resultan, afortunadamente, tan simples. En principio, no tiene sentido hablar de derecha y de izquierda fuera de la implantación de un régimen político constitucional convertido en el eje de la vida política; por lo tanto, es anacrónico referirse a ella más allá del siglo XIX, con la excepción de algunos países. En segundo lugar, la historia española del siglo anterior y del nuestro permite apreciar con toda claridad la existencia de tendencias políticas diversas y, a menudo, enfrentadas, dentro de la derecha y dentro de la izquierda. La unidad política de una y otra ha sido, a menudo, un ideal, pero no la pauta. Es cierto que las rupturas habidas en nuestra historia política, como en la de la mayoría de...