Arturo Moreno Garcerán

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Presidente del Consejo de Administración de Telemadrid. Del Consejo Editorial de Nueva Revista
Una meditación sobre el riesgo político

Una meditación sobre el riesgo político

En ninguna otra parte como en política se puede ir contra el principio de realidad, literalmente: no se puede, pero este es el caso del clima político español y desde años bien anteriores a la crisis económica.

IV. Churchill en guerra

Churchill también fue el primero en percatarse de la amenaza que representaba Hitler para Europa y para Gran Bretaña y advirtió severamente de ello en el Parlamento, un mes tras otro. El clima político de la época era semipacifista y antibélico y el mensaje que daba Churchill de que Inglaterra necesitaba rearmarse era impopular, lo que le aislaba aún más dentro del Partido Conservador.

Churchill, III: una “ambición jactanciosa”

En octubre de 1900, con veintiséis años, es elegido diputado tory por el Distrito de Oldham. Luego fue diputado por Manchester, Dundee (que pensaba que iba a ser su escaño de por vida y lo fue de desde 1908 hasta 1922) y Epping (rebautizado Woodford desde 1924 hasta su muerte en 1965).
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Churchill: «Jamás vaciles, jamás te fatigues, jamás desesperes»

Hace 145 años nació Winston Churchill (1874), uno de los líderes más decisivos del siglo XX. Repasamos algunos rasgos de su personalidad, su vida, y su actuación política.

Churchill, I.: «Jamás vaciles, Jamás te fatigues, Jamás desesperes»

En el 50 aniversario de su muerte, repasamos en diversas entregas los grandes hitos de la vida y el carácter de uno de los mayores estadistas del siglo XX.

Churchil II: El intelectual en la huella de Gibbon

Continuamos nuestro repaso de la vida y el carácter de Churchill acercándonos a su prodigiosa capacidad como historiador, con la decisiva influencia que tuvo en él Edward Gibbon autor de Historia de la decadencia y caída del Imperio Romano (The History of the Decline and Fall of the Roman Empire).

Palabras para Ordóñez

Faltaban solo 126 días para que fueras Alcalde. Habían ya transcurrido más de 4.000 días, sol a sol y luna a luna, desde que pediste la palabra para alzar tu voz y elevarte sobre una multitud de cadáveres, de miedos establecidos, de complicidades injustificables, de silencios delatores, en medio de un país empobrecido sin pulso ni futuro.
Nueva Revista

El triunfo de las ciudades

Edward Glaeser, profesor de Economía en Harvard, es un estudioso de la economía de las ciudades y de sus diversos problemas. En El triunfo de las ciudades, nos ofrece una valiosa información sobre las ventajas de las grandes urbes y hace un análisis concienzudo y riguroso sobre las estrategias de algunas ciudades exitosas que pueden servir como ejemplo para el desarrollo de las que perfilan su proyecto estratégico.

El fin del modelo del 82

Gracias a vosotros se hizo el cambio; gracias a todos, pero sobre todo gracias a vosotros, los de UCD». Esto le decía el presidente de la Generalität, Jordi Pujol, a Antonio Fontán, en la entrevista publicada en NUEVA REVISTA el pasado mes de febrero. UCD constituyó la democracia; hizo el gran cambio: el cambio de régimen del autocrático al democrático actual. Dotó a este país de una Constitución democrática, instauró el Estado autonómico y, de entrada, metió a España en la OTAN. Pero UCD no pudo participar a partir de 1982 en el juego político abierto después de la normalización de la democracia lograda antes de 1982; la durísima oposición parlamentaria del Partido Socialista y el propio proceso de debilitamiento interno de' partido acabaron con la voladura incontrolada de la UCD y dieron lugar a un mapa político poco realista, excepcional, postizo y coyuntural. Antes, en 1979, el PSOE empezó a organizar su hegemonía política al hacerse con el control político de los Ayuntamientos y de las Comunidades Autónomas. La implantación territorial de! PSOE, lograda en el 79, y el vuelco político producido en 1982 por el hundimiento de la UCD convulsionaron y desajustaron la representación de las fuerzas políticas. En la actualidad este proceso de ajuste, aunque se ha ido acomodando progresivamente a la realidad social, no está terminado. El PSOE pasó de tener 120 escaños en 1979 a 202 en 1982, 184 en 1986 y 175 en 1989. AP pasó de tener 9 escaños en 1979 a 106 en 1982 y 105 en 1986, y el PP 107 en 1989. La UCD, 168 en 1979 y 12 en 1982: el CDS, 2 en 1982, 19 en 1986 y 14 en 1989. El PCE pasó de tener 24 en 1979 a 4 en 1982 y 7 en 1986; IU, 17 en 1989. Este esquema político que se ha ido ajustando partía en 1982 de un partido a la derecha (AP), un centro escuálido y sin papel político (UCD+CDS), un PSOE hegemónico sin nada fuera de él en el centro, nada en la izquierda y nada en Andalucía (en 1979 el Partido Andalucista tenía 5 diputados). Con esta ubicación de las fuerzas políticas en competencia, una penetración de los socialistas en las zonas rurales vía el control de los Ayuntamientos, que daba una extraordinaria solidez a su estructura, y un entorno económico muy favorable posibilitaron que el Partido Socialista pudiera organizar con comodidad una estructura de poder, mediante el uso partidista de todos los instrumentos de poder, con una finalidad de dominación política. Este sistema, que podríamos denominar como de retroalimentación, consiste en que, partiendo del control de las corporaciones locales, y solapadas éstas a las agrupaciones locales del partido, se garantizaba la conservación del gobierno de la nación, que a su vez apuntalaba a las corporaciones locales con subsidios, subvenciones y priorización de inversiones. Sobre todo este sistema flotaba una red tupida de intereses y fomentadora del clientelismo político. Pues bien, este sistema básico de organización, que va a permitir al PSOE gobernar...

Morir de honor

Arturo Moreno Garcerán El progresismo inicial con que Felipe González entró en 1982 en el Gobierno estuvo a punto de morir de éxito; ahora que sólo aspira a administrar su decadencia puede morir de honor, aunque por lo actuado hasta ahora no lleve ese camino. Quizá todo empezó cuando Felipe González pronunció, hace muy pocos meses, la racial advertencia de que se iría con honor dejando entrever un doble mensaje subliminal: no toleraría un hostigamiento personal continuado en su más amplio sentido (menos Gólgota y más Caribe tal vez llegó a pensar un melancólico González) y que si, por razones de distinta índole, no fuera posible o conveniente agotar su mandato nunca dejaría el poder como consecuencia de un asunto vergonzante. Dicho de otra forma: Señores de la oposición desvinculemos mi salida del poder de cualquier escándalo concreto me voy, pero para poder volver, si no les importa me llevo mi cabeza y demos la versión de que la disolución ha sido por motivos políticos, por la falta de una mayoría estable para gobernar, al no garantizar los nacionalistas catalanes el apoyo parlamentario a los próximos presupuestos (p. ej.). En el supuesto de que este planteamiento pueda tener verosimilitud, el mantenimiento de una posición exclusivamente personal por parte de Felipe González podría entenderse, si en vez de ser Presidente del Gobierno de España, fuera el Product Manager de una multinacional negociando una indemnización por despido después de haber sido sorprendido en un renuncio. En cualquier caso, las circunstancias políticas que atraviesa España podrían aconsejar una salida pactada aunque fuera moralmente tan poco decorosa como la que se intuía en el pronunciamiento de González. Pues bien, en esas estábamos, pensando que con el acuerdo de todos la legislatura se prorrogaba hasta la celebración de las elecciones en el primer trimestre de 1996, cuando un asunto oscuro y vergonzante originado en el año 83, el mismo año del paseillo a Montesquieu parece como si la consigna gubernamental de ese año fuera algo así como Montesquieu al hoyo y el GAL al bollo saltaba en la última semana del año a las primeras páginas de los medios de comunicación abriendo una crisis política de gran magnitud, con proyección internacional clara y de consecuencias insospechadas para el futuro de España. Es verdad que llovía sobre mojado y que la erosión del sistema y de la superficie política del país era muy grande; pero la sospecha de que el Gobierno podría haber combatido al terrorismo practicando, desde el mismo corazón del Estado, la modalidad de terrorismo de ocasión superaba cualquier situación política imaginable, que al margen de herir la sensibilidad del espectador, abría una crisis de Estado, del Estado de Derecho, al lesionar su mayor valor, su superioridad moral sobre cualquier otra forma de organización social. Tomando como base esta última reflexión quisiera ahondar en el triángulo Estado de Derecho legitimidad democrática concepción del poder. No sé si éste sería el orden, o debe ser al revés, pero el desmenuzar breve pero adecuadamente estos conceptos nos pueden situar en...

Pongamos que hablo de Madrid

El día 26 de mayo del próximo año se celebrarán en toda España las IV Elecciones Municipales y Autonómicas desde la restauración de la democracia, y que significarán la configuración de un nuevo mapa de distribución del poder territorial en nuestro país. Desde hace 12 años, el Partido Socialista, de forma hegemónica, homogénea y monolítica — levemente atenuada por los pactos PP-CDS de 1989—, gobierna en los principales ayuntamientos y Diputaciones de España y en la mayoría de las CC.AA. Sin duda, esta implantación territorial ha sido básica para la propia organización del partido, no sólo en su estrategia de obtención y/o conservación del poder, sino que ha sido el más extenso instrumento político de los manejados por el Partido Socialista. Cuando uno tiene la sensación de que los mecanismos de control del poder político —Parlamento y Justicia— se han convertido en meras organizaciones administrativas subordinadas al Ejecutivo, y cuando la mayoría política —física o psicológicamente— ha paralizado —mediante el síndrome de Estocolmo— a las organizaciones sociales con poder para vertebrar y movilizar la sociedad, es decir, cuando la democracia se ha convertido en España en un "duro y puro juego de poder», puede abrirse entre los ciudadanos la tesis —como marco político de reflexión— de que es necesario un «ajuste fino» de los centros efectivos de poder —municipios y comunidades autónomas, ya que el Gobierno de la nación no está en discusión hasta el 92—, mediante una distribución y equilibrio del poder político. Dicho en otras palabras, si el Partido Socialista tiene el Gobierno de la nación, la oposición debe tener los principales ayuntamientos y CC.AA. como única forma de control de la mayoría estatal. Es verdad que se puede morir de éxito, o de risa, o electrocutado por la maraña de cables de los pinchazos telefónicos, o...: pero la peor forma de morir en política es de sobredosis... de poder, claro. La oposición intentará hacer llegar a) electorado la bonanza de esta solución, que además permitirá ejercer el poder municipal y autonómico como banco de pruebas y escaparate de cara a la consecución en un futuro del Gobierno central. El Partido Socialista, por el contrario, defenderá la eficacia política de «los 12 años de ayuntamientos socialistas», así como la conveniencia de la unidad de gestión entre el poder central y el periférico en base a un funcionamiento homogéneo. Las 3 plazas claves donde se va a proyectar especialmente esta lucha política son: El Ayuntamiento de Madrid: la llamada «joya de la corona», no sólo por ser la capital de España y por lo tanto centro representativo y político de la máxima importancia, sino porque lo que ocurra en Madrid será objeto de análisis y especulaciones políticas con efectos en la opinión pública nacional. El Ayuntamiento de Barcelona: porque la consolidación del Partido Popular como bisagra en este ayuntamiento puede repercutir en un acercamiento de CiU a este partido. El Ayuntamiento de Sevilla: la concreción en este ayuntamiento de un avance de las fuerzas de oposición en las grandes ciudades andaluzas significa el empezar...
Nueva Revista

Foco estratégico en la Economía real

El espíritu emprendedor constituye uno de los factores más importantes del desarrollo económico y unos de los revulsivos para hacer frente a situaciones de crisis económica. Concentrar todo el esfuerzo nacional en aquellas áreas de negocio que son más propicias para el país puede ser la base para una acción eficaz que permita a España impulsar la competitividad y su crecimiento.

Nuestro grano de arena

Introducción al nº135 de Nueva Revista, número monográfico sobre ESPAÑA COMPETITIVA, coordinado por Arturo Moreno.

Liberalismo personal y compromiso político de Antonio Fontán

Hace muchos años el reto de Fontán y de su generación fue la modernización de España; hoy el reto de nuestra generación y el de otras personas más jóvenes es el de movilizarse por la España competente. Sin sociedad competente, o lo que es lo mismo sin una España competente, no habrá España competitiva.
Nueva Revista

Caminos de futuro para España

Recuerdo, no desde luego como si fuera ayer, la presentación en el hotel Villa Real de Madrid de la Nueva Revista, hace veinte años. En 1989 la caída del Muro de Berlín, el inicio del camino hacia la transformación política de la URSS, de toda su constelación política en la Europa del Este y el fin de la Guerra Fría asombraron al mundo y abrieron una nueva etapa política, incierta si, pero cargada de esperanza.
Nueva Revista

El creador de la prensa económica en España

El pasado lunes 3 de noviembre nos decía adiós nuestro querido amigo Juan Pablo de Villanueva, ilustre periodista y empresario de la comunicación, que colaboró con Nueva Revista de Política, Cultura y Arte como miembro del Consejo Editorial y vicepresidente de la Fundación Nueva Revista desde sus comienzos allá por el año 1990.

Por qué votaron así los españoles

Los datos en que se fundamenta el presente análisis electoral se corresponden con los oficialmente publicados en la página web del Ministerio del Interior (www.generales2008.mir.es), en la semana del 1723 de Marzo en la que se realizó el presente artículo.

Oponerse para ser alternativa

El autor hace referencia a la política aplicada a la realidad actual española.

Nueva Revista

Salvar la brecha digital

  Si diez años atrás alguien nos hubiera dicho que una economía, no importa en qué país del mundo, crecería en un trimestre a un ritmo del 8% anual, inmediatamente hubiéramos deducido, como lógica contrapartida de ese crecimiento, una muy acusada creación de empleo. Pero en la actualidad eso ya no es más el caso. La tasa de crecimiento de una economía como la norteamericana, por ejemplo, que en el tercer trimestre del 2003 fue del 8,2%, se vio acompañada (pongamos por caso el mes de septiembre), por la creación de sólo mil puestos de trabajo. Los incrementos de productividad, pues, que facilitan las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en los países desarrollados no necesariamente conllevan un incremento de empleo. El caso europeo es también significativo, pues estas tecnologías han aportado en nuestro continente durante los últimos años una media del 4,8% directo al PIB y un 16% a su crecimiento, pero su influencia en la creación de empleo ha sido muy limitada.Aquí es donde se pone de manifiesto hasta sus consecuencias extremas la «última frontera» que significa la globalización, así como las tensiones que se producen cuando se enfrentan la naturaleza política de ésta y el encaje de un proceso ya imparable, por un lado, con las asimetrías incontestables en lo referente al grado de desarrollo democrático de los países, el papel de los Estados -más o menos comprometidos con el impulso democrático y con la liberalización- y también con la apertura universal de los mercados, para hacer viable el fenómeno globalizador.Si la política no es un freno y el movimiento globalizador se consolida como inexorable, se entenderán mejor fenómenos como el de la deslocalización industrial, la orientación de las economías occidentales hacia la «economía de servicios» y la correspondiente vertebración de «plataformas comerciales» a lo largo y ancho del planeta. No podemos ignorar la necesaria y en todo caso flexible y negociada aplicación de Kioto y la conversión de una amenaza en una gran oportunidad para avanzar.Probablemente el desarrollo social en los países en vías de desarrollo, con instrumentos aptos para conseguirlo, como son la extensión de la educación o la adecuada cobertura sanitaria, sería inapreciable si la globalización fuera un mero recurso retórico y no se arbitran reformas concretas que permitan que dicho fenómeno cale eficazmente y que, por tanto, no sigan acentuándose las conocidas desigualdades sociales.Es en este marco donde advertimos necesaria una amplia reflexión sobre las TIC como factor de progreso y de competitividad, pero sin dejar de observar que si persisten las barreras políticas o económicas se producirá un inmovilismo, un retroceso o una distorsión del proceso globalizador y el impulso de implantación de las tecnologías no será todo lo eficaz que teóricamente podría resultar. La utilización de las tecnologías no es un fin en sí mismo, sino un medio para mejorar la vida de la gente.UNA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN INCLUYENTE Recientemente, en diciembre de 2003, ha tenido lugar en Ginebra la primera cumbre mundial sobre la Sociedad de la...

Esperanzas cumplidas

Reseña biográfica de Antonio Fontán en lo político, su papel en la España democrática, su trayectoria ejemplar, su apoyo a la Monarquía, etc.