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La Música para el Funeral de la Reina María (1695) es la menos divulgad a de las obras que Purcell dedicó a su reina. La pompos a marcha fúnebre inicial, que vuelve a sonar tres números más tarde, marca el carácter de la obra. Los Anthems o himnos que se suceden son muy característicos del quehacer compositivo de Purcell. Como cantor y organista de la Capilla Real y en la Abadía de Westminster, compuso a lo largo de su vida más de sesenta anthems para estas instituciones: full-anthems polifónicos para coro con acompañamiento de órgan, verse-anthems con partes corales y voces solistas par a las estrofas, y anthems orquestales, con un conjunto instrumental, mayores proporciones y efectos dramáticos.

Algunos de los anthems de esta obra, datan de varios años antes y los aprovechó para la ocasión. Y aunque el tono de los textos es fúnebre, Purcell los trató de una manera muy imaginativa introduciendo numerosos efectos madrigalescos. Los que compuso expresamente para esta obra denota n el apenado estado de ánimo del músico. Purcell era el compositor predilecto de la joven reina María II Estuardo, y para ella había escrito con anterioridad numerosas obras festivas.

Cada año le ofrecí a una Oda para celebrar su cumpleaños, siendo la de 1694 la más célebre de las seis. Así en la música que debía honrar la memoria de la reina, Purcell quiso manifestar su dolor, con páginas como la Marcha fúnebre, la Canzona, un adagio instrumental de carácter ciertamente elegiaco, y el coro Thou knowest Lord the secrets of our heart, que son intensamente breves y de gran simplicidad. No imaginaba el músico que estas misma s tres piezas serían ejecutada s de nuevo ocho meses más tarde durante las exequias del propio compositor.

La gran aportación de Purcell a la música vocal inglesa fue resolver los problema s de adecuación del ritmo de la lengua inglesa al de la música. Purcell tuvo un firme instinto en la utilización de la voz y supo crea r un arte sutil para vestir la lengua inglesa con bella s melodías que disimularan su dureza rítmica.

Muy centrada en el carácter y estilo, esta versión realizada por intérpretes ingleses en su totalidad, asegura algo muy importante en la ejecución de música vocal: una perfecta dicción. Es un gran trabajo de conjunto, muy homogéneo y rico en matices. Resulta interesante por las escasas grabaciones disponibles en el mercado de esta obra.

Profesora de música y periodista