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Ver productos5 de enero de 2012 - 3min.
Desde la llegada de la primavera se han producido varias elecciones en el corazón de la Comunidad: cantonales y regionales en Francia (22 y 29 de mano), regionales en dos Importantes estados alemanes (Badén-Würtemberg y Schlesswig-Holstein, 5 de abril) y generales en Italia (5 y 6 de abril) e Inglaterra (9 de abril).
En conjunto, han supuesto un importante sondeo de opinión tras el proceso de Maastrich y plantean algunos interrogantes respecto a ta estabilidad política de ios países comunitarios.
Dada la heterogénea naturaleza de las consultas y las distintas tradiciones, situaciones y sistemas de los países afectados, es aventurado extraer conclusiones, aunque resulta inevitable -porque la percepción tiende a ser anticipativa y bolista, también en política-, preguntarse por una serie de rasgos comunes que se han dibujado con cierta nitidez.
Es frecuente escuchar advertencias de alarma frente a la emergencia de extremismos de derecha y de indicios de xenofobia que se han consagrado con fuerza en Francia y Alemania. Nunca sobran las advertencias de buen corazón, pero no estaría de mas examinar con detalle las carencias que procuran aquellos excesos porque, con frecuencia, los síntomas pueden desorientar respecto a la etiología. Instalados en el «fin de la historia», podemos olvidar que tal cosa es poco más que un «slogan», y olvidarnos de las peculiaridades locales que en política lo son casi todo: en Italia, por ejemplo, los resultados no se pueden valorar bien sin olvidar la peculiar cruzada contra el sistema llevada a cabo desde la presidencia de Cossiga.
Los políticos harían bien en lomar nota de lo que tal vez sea la lección mis general: los electores no van a seguir endosando las descalificaciones del contrario como méritos propios, entre otras cosas porque «el Otro» ha dejado de existir. Hay muchos problemas en nuestras prósperas democracias y tos ciudadanos parecen confiar más, pese a todo, en quienes se fajan con ellos y procuran formular respuestas creíbles y adecuadas, que en quienes parecen estar dispuestos a cambiarlo todo con tal de llegar. o de seguir, arriba.