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El 59% de la población mundial se considera a sí misma «religiosa», el 13% se declara atea y el 23% «no religiosa», según la última encuesta realizada por WIN-Gallup International, 2011-2012 Religion and Atheism Index (1). Lo anterior quiere decir que aproximadamente seis de cada diez personas en el mundo se consideran explícitamente «religiosas».

La encuesta se realizó a 51.927 mujeres y hombres de 57 naciones entre noviembre de 2011 y enero de 2012. Solo se planteó una pregunta. Fue: «Independientemente de que usted acuda o no a un lugar de culto, ¿diría que es una persona religiosa, no religiosa o un ateo convencido?». Obsérvese que es una cuestión muy general que, por ejemplo, no mide ni de modo aproximado la práctica religiosa, pongamos por caso, si se asiste el domingo a misa. Tampoco se sabe muy bien lo que significa que uno sea «no religioso», y, en todo caso, probablemente el «no religioso» chino tiene que ver poco con el «no religioso» italiano.

En España un 52% de las personas interpeladas declara que tiene algún tipo de creencia (puesto 41 de la clasificación) frente a un 9% que señala ser ateo (puesto 13 de la tabla de países con mayor índice de ateísmo). Un 38% de la población española se considera «no religiosa». Con respecto a los datos del informe anterior, realizado ya hace siete años, en 2005, el estudio actual sitúa a España como uno de los pocos países en los que disminuye el ateísmo. Por el contrario, el número de españoles que se declara «religioso» ha bajado un 3%, del 55 al 52%.

El descenso del ateísmo se da en una docena de países, mientras que aumenta un 3% de media a escala mundial. Francia es el país del mundo donde más ha aumentado el ateísmo desde el último sondeo, un 10% más, seguido de la República Checa.

Irlanda es el país que destaca el informe como uno de los más singulares, si no el que más. Los irlandeses «religiosos» han bajado del 69 al 47%, los «no religiosos» han subido del 25 al 44% y los ateos también han subido del 3 al 10. Solo hay un país en el mundo con una bajada similar de religiosidad a la de Irlanda: Vietnam (23 puntos).mapa_mundi_3.png

Infografía por UNIR

Los países más «religiosos» del planeta son Ghana (96%), Nigeria (93%), Armenia (92%), Fiji (92%) y Macedonia (90%). Los de menor porcentaje con población que se considera «religiosa» son China (47%), Japón (31%) y la República Checa (30%).

De forma global, con respecto a los datos del informe de 2005, el estudio actual revela que el número de personas que aseguran ser creyentes ha disminuido un 9% y el de aquellos que se definen como ateos ha crecido el 3%.

Otros datos destacables:

1. Los ocho países de Europa donde aumentan las personas «religiosas», en comparación con el informe último, de 2005, son:

-Macedonia, de 85% a 90%, +5.
-Rumanía, de 85% a 89%, +4.
-Moldavia, de 78% a 83%, +5.
-Serbia, de 72% a 77%, +5.
-Italia, de 72% a 73%, +1.
-Ucrania, de 70% a 71%, +1.
-Finlandia, de 51% a 53%, +2.
-Holanda, de 42% a 43%, +1.

2. Los ocho países de Europa donde disminuyen los que se declaran ateos (2005 a 2012):

-España, de 10% a 9%.
-Finlandia, de 7% a 6%.
-Bosnia, de 9% a 4%.
-Ucrania, de 4% a 3%.
-Serbia, de 4% a 3%.
-Bulgaria, de 5% a 2%.
-Lituania, de 2% a 1%.
-Macedonia, 3% a 1%.

3. Los once países europeos donde crece el ateísmo (de 2005 a 2012):

-República Checa, de 20% a 30%, +10.
-Francia, de 14% a 29%, +15.
-Alemania, de 10% a 15%, +5.
-Holanda, de 7% a 14%, +7.
-Irlanda, de 3% a 10%, +7.
-Islandia, de 6% a 10%, +4.
-Suiza, de 7% a 9%, +2.
-Italia, de 6% a 8%, +2.
-Rusia, de 4% a 6%, +2.
-Moldavia, de 2% a 5%, +3.
-Polonia, de 2% a 5%, +3.

Pasando ya a la interpretación, con estos datos podemos afirmar que la religiosidad gana en el mundo al ateísmo. La intuición de Dios inscrita en el corazón del ser humano vence a la duda y a la negación, fomentada por la paradoja del mal en el mundo, la ignorancia e indiferencia religiosa, los afanes por las riquezas y el poder como valores absolutos, el mal ejemplo de los creyentes y las corrientes de pensamiento hostiles a la religión.

José Luis Lorda, profesor de Teología Dogmática de la Universidad de Navarra, nos dice: «Las cifras globales son más o menos las esperadas: una amplia mayoría de la población mundial se considera explícitamente religiosa (59%).

Además, se observa una ligera tendencia a la baja en religiosidad, en comparación con encuestas anteriores».

Pero mirando los datos más de cerca, aparecen los problemas de interpretación. Dice Lorda: «Sobre todo, porque ser “religioso” o “no religioso” no significa lo mismo en todas partes. Por ejemplo, en Italia un 73% de la población se considera “religiosa”; pero esto no quiere decir que sea “practicante”. En cambio, en España, que tiene un índice de práctica religiosa parecido, el 52% se declara “religioso”, el 38% “no religioso” y el 9% “ateo”. Esto quiere decir, que entre los “no religiosos”, hay que contar muchos no practicantes, además de los que no tienen interés por la religión. De hecho, la cifra de ateos españoles en esta encuesta (9%) es menor que la que sale en otras».

Siguiendo con la lectura de la letra pequeña, apunta Lorda: «Japón tiene un llamativo número de ateos (31%), pero también es donde más personas no han querido contestar (23%). Llama la atención que, en la división por religiones, entre los judíos un 38% se considera “religioso”, un 54% “no religioso” y un 8% ateo. En el resto de las religiones (cristianos, musulmanes, hindúes) aproximadamente el 80% se considera “religioso”». Otros datos más llamativos «se deben probablemente a alteraciones en la encuesta. Por ejemplo, en Suiza, se detecta un descenso de los “religiosos” en solo siete años, desde el 71% al 50%. Pero Suiza es un país culturalmente muy estable. Probablemente el dato de 71% de partida presenta alguna desviación».

El informe destaca que los países con menos ingresos y mayor población pobre suelen tener un 17% más de in-terés por la religión que en los grupos de mayor renta. «Es interesante que disminuya la religiosidad cuando la prosperidad material de los individuos se eleva», dice el informe. Y apunta que aunque los resultados son mixtos, si se divide a los encuestados de un mismo país por cinco grupos, desde el más pobre al más rico, se obtiene también este mismo índice. Los ricos de definen a sí mismos como menos religiosos.

Lo anterior lo glosa Lorda de la siguiente manera: «La encuesta destaca que es mayor la práctica religiosa en países ricos que en países pobres y mayor entre clases bajas que entre clases altas o entre niveles de educación inferior que superior. No es nada nuevo y la diferencia no es grande. Por ejemplo, son religiosos el 52% de los graduados universitarios y el 68% de los que no llegan a la educación secundaria; el 49% de ingresos altos y el 68% de ingresos bajos. Esto ha tenido siempre tienen dos lecturas. La primera, de la tradición ilustrada, que considera que la religión es una superstición vencida por la cultura. Cosa que, a veces, es verdad. La otra está en el Evangelio, cuando Cristo dice: “Qué difícil es que un rico entre en el Reino de los Cielos”. Cuando una persona es rica es más difícil que su ideal consista en amar a Dios y al prójimo, porque ordinariamente uno dedica su riqueza a amar-se a sí mismo».

El profesor César Izquierdo, director de Scripta Theologica, piensa que la fiabilidad de la encuesta necesita de matices. Se han realizado en torno a mil entrevistas en cada país. «No sucede esto con Alemania ni, lo que es más sorprendente, con China, países en los que solamente se han realizado unas quinientas entrevistas en cada uno de ellos, a pesar de que China cuenta con unos 1.300 millones de habitantes». Otro caso que da qué pensar es el de Vietnam. Según el estudio, «la religiosidad ha descendido en ese país un 23% entre 2005 y 2012, del 53 al 30%. Y sin embargo el índice de quienes se consideran ateos es del 0%».

Miguel Ángel Garrido Gallardo, profesor del Grupo de Análisis del Discurso en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, recomienda «cautela acerca de las encuestas sobre cuestiones íntimas, ya que resulta imposible saber lo que está diciendo realmente la persona encuestada cuando responde». En cambio, «la pregunta que se excluye en el informe sobre un dato empírico, como es la asistencia a un lugar de culto, nos ofrecería solamente un síntoma y, como tal, ambiguo, pero arrojaría un resultado verdaderamente cuantificable».

Es evidente la existencia de una crisis de religiosidad en los países cristianos occidentales y en las capas sociales influidas por su cultura en otros países. «Pero eso no nos lo tiene que decir la encuesta, ya que salta a la vista que los sacerdotes africanos salvan el servicio parroquial de muchos lugares de Francia o que los hispanoamericanos empiezan a tener en España el papel que los españoles tenían en América hace unas décadas», apunta Garrido Gallardo.

2011-2012 Religion and Atheism Index, se mire como se mire, muestra en estos últimos cinco años una cierta estabilidad a escala global. El militante ateo no puede estar seguro de que verdaderamente esté progresando la in-creencia, pero, desde luego, nada abona la idea de que esté despareciendo. El creyente no encuentra datos estadísticos consoladores para su opción ni evidencias para el desánimo. Además, como señala el profesor Garrido Gallardo, «en la tradición judeocristiana, siempre se ha hablado del “resto de Israel” (los que permanecen fieles a Dios). En la medida en que más seres humanos pierden a Dios, más se necesita que quienes lo han encontrado den razón de su esperanza».

(1) Más información en: Religion-and-Atheism-25-7-12.pdf

Director de «Nueva Revista», doctor en Periodismo (Universidad de Navarra) y licenciado en Ciencias Físicas (Universidad Complutense de Madrid). Ha sido corresponsal de «ABC» y director de Comunicación del Ministerio de Educación y Cultura.