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En la editorial Círculo de Tiza se ha editado una recopilación de columnas y artículos de un pilar fundamental del periodismo literario en España: Francisco Umbral. Recoge el libro las columnas del prolífico escritor publicadas en El País y el diario El Mundo. Se trata de un recorrido por la obra periodística del autor desde los inicios de la Transición (o la santa Transición, como él la bautizó, no sin algo de ironía) hasta los últimos coletazos del gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero. El volumen, por tanto, nos acerca, a través del trabajo publicado en prensa, al pensamiento (mucha ensayística hay en los artículos de Umbral) y al trabajo del escritor. Con prólogo de Antonio Lucas, certero y didáctico, nos sumergimos en la pluma de Francisco Umbral, en su tiempo reversible.

Para abrir boca, como si estuviéramos sentados en un café Gijón de letras y libros, una aproximación al prólogo del periodista Antonio Lucas:

“Naturalmente, a Francisco Umbral no se le perdona. Es el peaje que impone su libérrimo magisterio. Vino a desguazar el oficio con toda naturalidad, no como quien presume sino como quien propone una beneficiosa revolución con prisa. Se enclavijó en la vida como una literatura: desde la sastrería del nombre hasta la confección de la biografía, levantando a puro pulso una personalidad paralela. De la letra la palabra. De la palabra a su intemperie.”

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“Francisco Umbral es la proclama literaria de los periódicos. La conciencia de la mañana que cambia de luz siempre igual, pero nunca del mismo modo. Sabe ver en la peña los escapes trucados, como se notaba el ahogo en las viejas Bultacos de ruido, y voltea el editorial o la portada con el mecanismo de una catarata lingüística de mucha zumba.”

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“Los artículos de Umbral, las negritas de Umbral, la torcida consecuencia de su escritura ante un mundo liso, mantienen indiscutible el pulso. Él es un personaje más de su propia refriega. Moderno de cadera estrecha. Miope como un poeta del pesimismo al que tan solo le queda el refugio de la razón. (…). Pisó con la escritura terrenos que nadie había ocupado antes, demostrando que también era posible hacerlo ahí. Esa es una de las formas más altas de su viva rebeldía, de su ajuste de cuentas, de su legítima defensa.”

De Umbral se ha hablado mucho y, a menudo, muy mal. Se ha hablado mal de él no como hombre –aunque alguna que otra trifulca padeció motivada por sus artículos-, sino como escritor, centrando la atención de su carrera literaria en nimiedades sin ningún interés cultural. Alrededor de Francisco Umbral nos encontramos con mucho cotilleo, mucha leyenda, mucho comentario insustancial que ensombrece la figura del hombre y del columnista. Es de agradecer la edición de este El tiempo reversible sobre Umbral, en donde lo que importa no es el pasatiempos y lo anecdótico, el chascarrillo propiciado por la cercanía de la vida literaria, sino la calidad y la genialidad de sus textos, de sus artículos, de sus breves ensayos bajo el cobijo de columnas y negritas. En este El tiempo reversible está el magisterio de su ingenio y su destreza en el idioma, la descripción de la intrahistoria de España según la cátedra del mejor periodismo-columnismo literario del siglo XX.

OFICIOSA HISTORIA DEL PERIODISMO ESPAÑOL

Resulta interesante la disposición de los artículos en este volumen, El tiempo reversible. De manera cronológica, desde la década de los setenta hasta principios del siglo XXI, aparecen ante nosotros los artículos uno tras otro como si de un cortejo fúnebre se tratara. Si leyeran el libro sin descanso, de un tirón, recorrerían en unas horas la infancia, adolescencia y madurez de la España actual. Periodismo sin tapujos: contar y cantar en dos mil quinientos caracteres el qué, el cómo, el cuándo, el dónde… Añadiendo, claro está, como hemos dicho, un estilo literario genuino y personal.

De Gutiérrez Mellado a Solana, de Aznar a Suárez, de los Pegamoides a Lola Flores, de Enmanuelle a la ETA, de los nacionalismos al café Gijón. En este libro nos topamos no sólo con la Iglesia, sino también con una galería que es el espejo de los últimos cuarenta años de nuestra Historia.

Quien tenga la oportunidad de acercarse a El tiempo reversible quizá comprenda los detalles, matices y rasgos, de un tiempo que ha pasado a los manuales y a las estanterías de las bibliotecas, pero no detalles oficiales –en absoluto es esa la hazaña, ni necesario que así sea- sino oficiosos. Uno de los principales valores de este libro: contar la historia oficiosa del periodismo español. Una historia más rica, veraz e interesante.