Tiempo de lectura: 2 min.

Vienen publicándose de nuevo, a ritmo de una por año, las viejas novelas de Leo Perutz (1882-1957), uno más entre los grandes escritores judíos de la literatura centroeuropea de entreguerras. El turno le ha tocado a El marqués de Bolívar ambientada durante la Guerra de la Independencia española. En el duro invierno de 1812, dos regimientos alemanes al servicio de Napoleón llegan a la ciudad asturiana de La Bisbal. Una serie de circunstancias inexplicables se van encadenando y todo concluye con la trágica destrucción de las tropas a manos de los guerrilleros. Tan sólo un teniente consigue sobrevivir y, muchos años después, cuenta lo sucedido. La edición de su relato es el artificio por el que llega hasta nosotros su testimonio, más próximo a la fantasía surrealista y kafkiana que a la explicación objetiva de los hechos.

Aunque la reconstrucción histórica es impecable en sus datos externos, seguramente el lector sentirá un cierto despego ante la imagen bárbara y grotesca que se ofrece de la resistencia española o dela cultura tradicional de nuestro país. Sin embargo, no hay que olvidar que la novela histórica tiene sus derechos y Perutz h tratado aquí de transmitir una atmósfera enajenada e inquietante. Esto lo consigue plenamente.

Por otra parte, frente a El maestro del Juicio Final, Mientras dan las nueve y El Judas de Leonardo, rescatadas recientemente, esta novela «española» de Perutz parece inferior, tanto por su menor dosis de intriga como por el esquematismo psicológico de los personajes. Sin embargo, hechas estas salvedades, siempre se podrá disfrutar de una sabia combinación de historia y fantasía, que incluye aquí la misteriosa irrupción de un mito favorito del autor, el Judío Errante. Borges tuvo a Perutz, y en concreto a este libro, como un perfecto ejemplo de literatura fantástica. Quienes gusten del género sin duda no debieran perder la opotunidad de conocerlo.

Miembro de la Real Academia Hispanoamericana. Profesor de Literatura, Universidad de Navarra