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«Presidente, ¿usted qué quiere decir cuando afirma que hemos entrado en un nuevo orden?», le pregunté a George Bush a finales de abril de 1990 durante una visita a la Casa Blanca. «Bueno… lo que digo es que el mundo no volverá a ser como el que hemos conocido, aunque no sabemos cómo va a cambiar», me contestó ante la expectante mirada de otros invitados.

Casi veinte años después, el sucesor de su hijo, George W. Bush, en la presidencia de los Estados Unidos, Barack Obama, ha anunciado en Pittsburgh, que el nuevo orden mundial va a ser liderado en el marco del G-20, el grupo de 19 naciones más la Unión Europea, que incluye regímenes comunistas, integristas, y populistas. Esta es una novedad que marca el futuro, porque las potencias democráticas aceptan compartir el liderazgo del nuevo orden con poderes totalitarios.

El nuevo orden mundial anunciado tras el colapso del imperio comunista soviético y la nueva era de la globalización, veinte años después todavía no ha llegado. Está en camino. «Obama acomoda el G-20 a un nuevo orden mundial», destacan los medios norteamericanos tras la cumbre de los líderes de estas naciones en la ciudad de Pittsburgh (25-09-09). Cuando el nuevo presidente de Estados Unidos. inició su mandato, en enero de este año, el veterano político y académico Henry Kissinger le transmitió su consejo en forma de mensaje: «Tiene la gran oportunidad de crear un nuevo orden mundial». La revista Time presentó al nuevo presidente norteamericano no como el líder del nuevo orden mundial, sino en posesivo: «El nuevo orden mundial de Barack Obama», tituló la revista (3-4-09).

Pero el primer gran cambio del nuevo orden mundial ya se ha producido antes de que Obama fuese elegido presidente. De hecho, fue lo que originó el cambio que le hizo anunciar a Bush padre el nacimiento de un nuevo orden. Ha sido la revolución científica y tecnológica de la información que se fue gestando en la segunda mitad del siglo XX, y que ha dado lugar a la era de la globalización y al modelo de desarrollo que hemos definido como sociedad de la información. El imperio comunista de la URSS se desmoronó en 1989 tras la aparición de los satélites de comunicaciones que llevaron la información y la televisión del mundo libre a los hogares de los países del telón de acero.

Es la nueva dimensión de la información la que domina el futuro. Albert Einstein murió en 1955 con la frustración de no encontrar una ecuación que unificara las fuerzas que rigen el universo (Teoría del Campo Unificada), pero con los avances científicos desarrollados desde entonces, más de medio siglo después podemos decir que no es la materia física la que une el universo exterior e interior del hombre, sino la materia intangible de la información. Todos los sistemas dependen de la información, excepto la información, que depende de sí misma. Una molécula es alterada por la información. La información es la medida de lo absoluto. Se puede decir que el universo cabe en un mensaje, que es lo que sintetiza la estructura de información en la expresión humana. Por eso el hombre ha pasado neuronalmente de procesar información simple a información compleja. Antes la información era una noticia y ahora es la que programa ordenadores, y da contenido estructural a la genética. La nueva sociedad de la información es una sociedad de mensajes, porque son éstos los que integran, codifican, simbolizan, representan y fijan los mapas visuales que procesan nuestro cerebro para percibir la realidad y predecir los cambios.

Uno de los fenómenos producidos por la nueva sociedad de la información es el de los mensajes personales entre teléfonos móviles conocidos por el acrónimo SMS. El mensaje SMS de telefonía móvil ha sido traducido en español como Servicio de Mensajes Cortos (short). Pero en español lo corto es opuesto a lo breve. Corto puede ser cualquier cosa y breve no, lo que cambia la forma y contenidos de comunicación, y por tanto altera la forma de pensamiento, de análisis y las consiguientes decisiones. En términos de pensamiento ser breve es sintetizar y ser corto tener pocas miras. Lo breve es positivo porque obliga a pensar, valorar y ser concisos. Mientras que lo corto es negativo porque desestima todo lo anterior. La diferencia está entre pensar para sintetizar y no necesitar pensar con tal de hacerlo corto. La manera de comunicarse condiciona el impacto y relevancia del mensaje.

Por ejemplo, los SMS se han popularizado añadiendo al mensaje la coletilla «pásalo». Lo que aunque sea en términos amigables, por venir de un amigo o conocido, conceptualmente no deja de ser una orden explícita o implícita de un mensaje construido por alguien ajeno a uno mismo. Un mensaje con el que podemos estar de acuerdo en sus contenidos o no, pero que en todo caso desconocemos su intención y propósito. Un mensaje movilizador de voluntades ajenas.

Si cambiamos el «pásalo» por un «piénsalo/díselo» alteramos por completo el código. No pedimos a los receptores que hagan de correa de transmisión, sino algo más racional, como es pensar lo que dice el mensaje, y si dan valor a sus conclusiones ya lo compartirán con otros usuarios. No aceptamos que el amigo, familiar o conocido sea correa de transmisión de nada, ni de nuestras propias ideas y reacciones, sino que le valoramos como persona que ejerce su propia libertad y raciocinio, para que piense lo que compartimos con ella, y a su vez decida si lo comparte con los demás. Esa es la diferencia entre un pensamiento alineante de posicionarse automáticamente en la misma dirección, y un pensamiento libre y crítico. Incluir en el mensaje el «piénsalo» significa compartir una reflexión, respetar la libertad del otro a decidir, y sobre todo negarnos a admitir que a quienes enviamos nuestros mensajes sean simples correas de transmisión.

El «piénsalo/díselo» es compartir, y el «pásalo» ordenar. No es sólo una diferencia terminológica y conceptual, sino que cambia el código del mensaje en la percepción humana. Uno te invita a reflexionar, y el otro a ejercer de correa de transmisión. Algo fundamental en nuestro tiempo, que se utiliza la informática y la codificación semántica para manipular a las personas y a sus terminales tecnológicos como zombis sociales. Personas y medios que replican automáticamente lo que las fuentes de origen han programado, o sencillamente trabajan para otros sin saberlo, como ocurre con el programa Conficker que durante meses ha conseguido captar cincomillones de zombis en más de 200 países, sin que los gobiernos y las grandes empresas tecnológicas hayan conseguido neutralizarles.

Si situamos el mensaje SMS en un contexto estadístico podemos observar su poder de influencia positiva y negativa en la actividad humana. Durante el último periodo de Navidades (2007-08) fueron enviados mundialmente 43.000 millones de mensajes SMS deseando felicidad y amor a sus prójimos (ITU, 2009). Una iniciativa denominada Proyecto Juvenil Global (GTP-Global Teenager Projet) del Instituto de Comunicación y Desarrollo entre 2009 y 2010 está utilizando el sistema de mensajes SMS alrededor del llamado tercer mundo para un programa educativo. Como toda ciencia y tecnología los SMS también se utilizan para activar y movilizar agentes de la destrucción en todos los campos sociales, desde el terrorismo a una campaña de difamación personal sin distinción de edades y sin escrúpulos morales. Ambos casos, el positivo y negativo, demuestran que el mensaje es poderoso, y de ahí la relevancia de darle la importancia que tiene cuando vamos a emitirlo o analizamos el que recibimos.

La información es axiomática: da forma a lo que contiene. La información de la escalada del paro forma estados de opinión de incertidumbre y pesimismo, no genera confianza. Si este principio se aplica al análisis prospectivo, se obtiene una percepción precisa del futuro. ¿Va a ser más transparente el sistema del nuevo orden mundial, tal y como vende el G-20 abombo y platillo? Las dictaduras y regímenes populistas, como los que forman parte del G-20, no favorecen la transparencia sino por su propia naturaleza la opacidad y la desinformación. Uno de los síntomas de deterioro de la democracia y de la generación de crisis es precisamente la pérdida de transparencia. Los sistemas menos transparentes generan pérdida de competitividad, más ineficiencia y más economía sumergida.

Toda referencia produce un impacto. Si la referencia es el estatuto de Cataluña su impacto no es el de la unidad de España sino el de la división y confrontación. El 19 de agosto el diario Financial Times destacó en su portada un análisis ilustrado con la bandera de España rota y el titular «El drama de la ruptura de España». Un mensaje que revelaba cómo la percepción de una España en fragmentación ha calado globalmente.

El futuro se percibe a partir de nuestra realidad. Este verano ha fallecido el filósofo polaco Leszek Kolakowski y recuerdo un comentario que me hizo a mediados de los ochenta durante unos debates en la London School of Economics: «El futuro no se adivina, lo dicen los hechos. El comunismo no produce libertad sino más totalitarismo». No hagamos del futuro un ejercicio de adivinación ni de ensoñación.

Un mensaje hace percibir y predecir el futuro si contiene una referencia confirmada por la propia información. Durante las elecciones generales de 2008 recibí el siguiente mensaje en mi teléfono móvil: «Los socialistas piden una España de diversas naciones. Pag. 12 de su programa. ¿Hacia la ruptura?». Es la propia información socialista la que proyecta un futuro de ruptura con el modelo constitucional e histórico de España como Estado-nación. El texto del programa electoral del partido de Zapatero que gobierna con los independentistas y comunistas en Cataluña, demanda «Una España donde convivan diversas naciones…. Un proyecto nacional catalanista que reivindica el autogobierno para Cataluña, el reconocimiento de una nueva identidad nacional y un modelo inspirado en la España federal».

Con el SMS se pueden comunicar, contrastar y debatir los mensajes que marcan el futuro próximo, personal y de la sociedad. Son mensajes para pensar. Pensar en futuro hace que mejoremos el presente. Pensar en futuro es una medicina necesaria para orientarse y no perder el norte. Para no verse desbordados por las grandes fuerzas que desata toda gran crisis, como en la que estamos inmersos, y que ha conmocionado globalmente todos los sistemas, económicos, sociales, institucionales y de valores éticos y morales.

El formato SMS en clave de futuro permite el relato abreviado de por dónde van los tiros, haciendo buena la metáfora de donde pones el ojo pones la bala. Si queremos saber cuál es el futuro de la democracia en el nuevo orden mundial que diseña Obama con el G-20, tenemos un primer mensaje, y es de alerta: Malos augurios para la democracia liberal. Obama incluye a los países no democráticos del G-20 en el liderazgo del nuevo orden mundial. El mensaje contiene un referente fundamental (la democracia) y unos atributos de valor (riesgo, liderazgo), y la información se confirma en sí misma porque a diferencia del G-7 donde todos sus miembros eran países con sistemas democráticos, en el G-20 hay regímenes con sistemas no democráticos, incluidos China y Arabia Saudí. Si se aplica la misma ecuación de valores de referencia, atributos y contenidos de información que se confirman por sí mismos, el resultado del mensaje siempre añade valor. En eso consiste el valor añadido de comunicación, en mensajes cuyo impacto generan más valor tangible e intangible para la gestión de la información que guía nuestro conocimiento, pensamiento y acción.

Basta que una persona aplique los citados criterios de valor sobre referentes fundamentales como son el futuro de España, el modelo de sociedad, el futuro educativo, la defensa de la vida y de la familia, la justicia, el modelo económico, energético, la salud, el medio ambiente, la ciencia y la tecnología, para poner en práctica la teoría de los cien mensajes sobre el futuro, que automáticamente adquieren una dinámica multiplicadora y expansiva entre grupos de usuarios. Es la forma de materializar la percepción personal del futuro y objetivar la realidad del cambio.

La realidad es un todo influida por todo. La mente humana asocia los mensajes y sus contenidos. Por eso hay una gran diferencia entre los mensajes de fuerza cognitiva y los que carecen de un patrón de valores que son referentes intelectuales y morales. Unos calan y otros se pierden entre la masa atomizada del universo informativo, perdidos entre la basura. Obtenemos una imagen prospectiva del futuro inmediato asociando mensajes que tienen ese mismo denominador común. «No es una predicción, es un hecho: el Banco Mundial sitúa a España en zona de riesgo político. Puedes verlo en los últimos indicadores de Gobernanza». El mensaje sale de los hechos. Entre 2003 y 2008 España ha caído veinte puntos en estabilidad política, dice el informe. «España ya está marcada con la luz ámbar que avisa del peligro: es el único país de los grandes europeos en zona de inestabilidad política».

Recordemos el citado análisis del FT sobre la ruptura de España. «España es la única potencia con un Gobierno que promueve el fin del modelo de Estado-nación». Un cambio histórico de graves consecuencias.«No declarar inconstitucional el estatuto de Cataluña aumentaría el riesgo de futuro para España». Todo ello en un contexto de crisis, que es el mensaje que más ha calado en la sociedad española. «Al riesgo político se suma el declive económico: el último Euroestat sitúa a España con el 19% de paro. El mayor desempleo de la UE y de la OCDE».

Los resultados son representativos de un modelo. «El modelo Zapatero es un caso de estudio: ha sido el Gobierno que más rápido ha destruido dos millones de empleos (un año)». Un modelo que favorece la mediocridad e impide la competitividad. «Davos dixit: en cinco años España cae diez puestos en competitividad». El ciudadano es bombardeado por malas noticias. «Avalancha de datos negativos (España a la cabeza del paro; España a la cola de la educación; todos menos España saldrán de la crisis en 2010…)». Zapatero ganó las elecciones prometiendo pleno empleo y superar a Francia y Alemania. «El futuro de colores anunciado por los socialistas se ha convertido en un futuro negro para los españoles». Un modelo que vende innovación y recorta los presupuestos de innovación. «Está en los presupuestos: el modelo productivo de Zapatero es más subsidio de paro y menos innovación».

Si se debate el futuro energético la perspectiva es la misma. «Zapatero contra el mundo: de aquí a 2050 se construirán 1.400 reactores nucleares (ONU), y España cerrando centrales». La misma perspectiva proyectan los mensajes relacionados con el modelo social y de valores. «En el matrix socialista el debate es valores vs. contravalores». La huella de una política dirigida a imponer un modelo de sociedad radical está en todo.

En una realidad dominada por la información el principal riesgo presente y de futuro está en la desinformación de la opinión pública. Los poderes, especialmente los que no tienen escrúpulos democráticos, utilizan la desinformación para engañar, mintiendo con apariencia de verdad, condicionar voluntades y manipular conciencias. Los socialistas utilizan la desinformación como instrumento de ingeniería social y política. Convierten el delito en derecho, como es el caso del aborto, y reducen a la persona a su condición sexual para convertirla en una cuota social. Elevan la igualdad a categoría de ley y de título ministerial, prohibiendo por primera vez en una democracia que una candidatura de mujeres no se pueda presentar a las elecciones por el hecho de ser mujeres (casos de Garachico y Brunete). El ejemplo más práctico que explica lo que sucede en nuestro tiempo es la desfiguración programada de la realidad mediante la subversión del orden de valores, desnaturalizando el ser de las cosas, y creando conceptos nuevos que conducen a lo contrario de lo que aparentan decir.

Desbordados por la gran masa de información que golpea los cerebros diariamente, los ciudadanos no pueden descifrar mensajes como el «desarrollo sostenible», en nombre del cual le anuncian la implantación de nuevas leyes y políticas que en la práctica suponen limitar su desarrollo: que es limitar su potencial humano y material. En esta tesitura hay que ir a lo básico, a los fundamentos de lo que representan las cosas. ¿Qué representa el desarrollo en términos económicos y sociales? La Real Academia Española lo define bien: «La evolución progresiva de una economía hacia mejores niveles de vida».

Desarrollo es igual a progreso. ¿Por qué no dicen quienes etiquetan sus mensajes con el palabro de sostenibilidad que quieren limitar el progreso y desarrollo de las personas? Porque nadie quiere que se limite su progreso y bienestar, y utilizan el término engañoso de sostenibilidad que da apariencia de hacer el bien, para justificar políticas partidistas y de poder a costa del bienestar y progreso de los ciudadanos. Lo más dañino para la persona y su libertad es que el poder utilice la apariencia de verdad para ocultar la verdad.

El chip socialista está programado para formatear la mente de las personas y convertirles en zombis sociales que respondan a sus impulsos ideológicos. «Los progresistas estamos llamados a crear un nuevo futuro con un nuevo orden global más justo. Es necesario que aprovechemos las oportunidades que nos ofrece esta grave crisis», dijo el presidente del PSOE y uno de los vicepresidentes del Gobierno Zapatero el 2 de octubre de 2009. Este titular dirigido a los socialistas en la conclusión de la Conferencia Global del Progreso, en la que participaron los ideólogos de Obama (2-10-09), integra los códigos del chip socialista. Primero, hace de la crisis con más de cuatro millones de parados «una oportunidad» que, dice, «es necesario aprovechar». ¿Por qué? Porque la experiencia le ha demostrado que se puede gobernar durante treinta años una comunidad con el 25% de paro. Andalucía tiene ese nivel de paro, nunca en las tres décadas de democracia han gobernado otros que no sean los socialistas, y Chaves ha sido presidente de esa comunidad autónoma durante 19 años. ¿Cómo quiere el PSOE que sea el futuro de España? Como Andalucía. Lo dijo el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el 24 de mayo de 2009: «Andalucía será el nuevo modelo de crecimiento», bajo el eslogan «Andalucía sostenible». Desde que hizo esa promesa el paro aumentó en Andalucía en el segundo trimestre del año un 6%, según las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE).

En el nuevo orden mundial el futuro se decide por la batalla de la información. El socialismo quiere una sociedad de zombies. Utiliza la información para desinformar y desnaturalizar la democracia y sus valores. Para que esta batalla la gane la democracia liberal y su modelo de civilización, sus mensajes de información tienen que desenmascarar a los socialistas, descodificando su lenguaje engañoso, y al mismo tiempo representar su modelo de valores. Hacer de los mensajes SMS un modelo de valores. Piénsalo.