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democracias_inquietas.jpgLa obra Democracias inquietas. Una defensa activa de la España constitucional (Nobel, Oviedo, 2015), que ha sido reconocida con el Premio Internacional de Ensayo Jovellanos 2015, constituye la más reciente contribución intelectual del director del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, Benigno Pendás, al ámbito del pensamiento político español contemporáneo. Un texto que, «desde el rigor y la brillantez», como han reconocido los jurados que han enjuiciado la misma, se adentra en el probablemente llamado a ser el «tema de nuestros días»: el futuro de la España constitucional; y donde resultarán claves, como nos recuerda Pendás en su Epílogo (que dedica a los «demócratas inquietos»), tanto la defensa con firmeza de los principios y valores que sustentan nuestra sociedad democrática avanzada (tales como la soberanía nacional, las instituciones representativas, la división de poderes y el reconocimiento de los derechos y libertades fundamentales…) como la búsqueda perseverante de acuerdos que permitan reformar y fortalecer la primera, también desde el ingenio.

El ensayo del historiador de las ideas, glosa «los motivos de insatisfacción e inquietud ante el funcionamiento (actual) de la democracia representativa» española; ofreciendo una serie de «propuestas alentadoras» desgranadas en las dos partes diferenciadas en que se estructura el libro, dedicadas tanto a los «protagonistas» como a los «antagonistas» del buen gobierno. Entre las cuales destacan sobremanera las medidas de regeneración democrática, a través del decidido impulso gubernamental cuya inspiración se debe a los trabajos del autor y del comité de «sabios» por él mismo seleccionados, como antídoto a la desafección que nos embarga; la lucha contra los vicios partitocráticos, transmisores de la idea de una democracia «secuestrada»; las virtudes del bipartidismo «imperfecto» o «matizado», impulsado por nuestro vigente sistema electoral; o la sensatez de algunas de las propuestas constitucionales planteadas que ocuparán un lugar preferente dentro de su ideario reformista. Desde esta perspectiva, apostará sin reservas por llevar a cabo una «defensa activa de la España constitucional» (lema que, por cierto, sirve de subtítulo a la monografía), única forma legítima de gobierno para el autor.

Resulta tremendamente difícil encasillar a Democracias inquietas dentro de los subgéneros politológicos; por cuanto siendo un ensayo de manifiesta y evidente inspiración orteguiana no deja de abordar muchos de los temas clásicos (e inmortales) de la ciencia política contemporánea (el rol de los intelectuales; el desconcierto de la política contemporánea; el devenir del parlamentarismo; la tentación «populista»; los desafíos de la democracia y del republicanismo cívico; la ampliación del espacio público; el despertar global de las nuevas clases medias…) desde una perspectiva renovada y erudita; actualizando el estado del arte en una pluralidad de temas muy diversos pero inteligentemente interrelacionados y directamente aplicados al caso español.

El autor no dejará tampoco de aprovechar el quinientos aniversario de la intemporal obra de Maquiavelo, origen de la ciencia política moderna. Aunque a diferencia del célebre florentino sus ideas sirvan no tanto para manipular los hilos del poder como para armar argumentos que eviten idealizar el pasado, pudiendo así desdramatizar el presente; siendo este su propósito real. Su «Excusus maquiaveliano» recogerá en lo esencial el texto de una conferencia del autor con ocasión de la apertura del curso en el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales en 2013.

El profesor del ceu San Pablo es plenamente consciente de que nos hallamos en un «umbral de épocas»; un momento decisivo donde, según sus palabras, «flaquea el Estado de bienestar, se extiende la partitocracia y el malestar pone en peligro las conquistas de la civilización [Occidental] menos injusta de la Historia». Tras el certero diagnóstico llega el momento de ofrecer los remedios para una cura que, en el caso español, no admite más prórrogas. Sus recetas, que no por ser de razonamiento común dejarán de estar justificadas teóricamente, no defraudarán: una «confianza audaz en la libertad» y el llamamiento de los mejores a la vida política (y, al no menos importante, ejercicio de la ciudadanía activa), como ya sucedió en otros momentos históricos recientes en la España constitucional como la Transición política a la democracia. Ideas y argumentos que están en la misma esencia del reformismo político español del que Pendás acaba de escribir alguna de sus páginas más lúcidas.

Profesor de Ciencias Políticas. Universiad Internacional de la Rioja