Milton Friedman

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Cuatro pasos para la libertad

Es un hecho histórico que: 1) Las sociedades libres y prósperas — han sido poco frecuentes y más bien excepcionales en la historia universal. 2) Todas esas sociedades excepcionales han establecido la mayoría de sus actividades económicas mediante mercados libres y privados —capitalismo privado de libre competencia. 3) Lo contrario no es verdad: no todas las sociedades que han establecido la mayoría de sus actividades mediante mercados libres y privados han gozado de libertad civil, personal y política (la Grecia clásica y Estados Unidos antes de la guerra civil con sus esclavos son ejemplos del pasado; Portugal bajo Salazar y Chile bajo Pinochet son ejemplos más recientes). 4) La libertad política no es necesaria ni suficiente para conseguir la libertad económica, civil y personal (respecto al término necesario, Hong Kong ha sido una de las sociedades más libres en el mundo desde este punto de vista, y sin embargo no ha gozado de libertad política: ha sido gobernado por Gran Bretaña; respecto al término suficiente, india ha disfrutado de una gran libertad política, pero sin embargo tiene poca libertad económica y dispone sólo de una libertad civil y personal limitadas. 5) La libertad política ha conducido muchas veces a la limitación, así como a la destrucción de la libertad económica y civil, y ha originado su propio final (las antiguas colonias de Gran Bretaña «liberadas» después de la II Guerra Mundial son ejemplos muy claros). Estos hechos históricos demuestran que las libertades económica, civil, personal y política no constituyen el cuarteto mutuamente reforzado que correspondería de forma tan clara al valor que la mayoría de nosotros atribuye a los cuatro componentes. Un examen completo de la compleja relación entre las distintas libertades —y de su vínculo con la prosperidad económica— sería tema de un tratado. Por el momento, la cuestión fundamental son los cambios políticos en Europa oriental. El derrumbamiento de los gobiernos totalitarios ha originado un regocijo comprensible en todos los países implicados y en todo el mundo occidental. Sin embargo, dicho derrumbamiento ha provocado también unas expectativas exageradas acerca de una mejora económica como resultado inmediato del cambio político. Esas expectativas están destinadas a quedar frustradas, poniendo así en peligro las nuevas y frágiles estructuras políticas. Algunas sociedades autoritarias han evolucionado con bastante rapidez hacia la libertad económica y civil —los ejemplos más recientes son España después de Franco y Chile después de Pinochet. Sin embargo, hasta ahora ninguna sociedad totalitaria ha conseguido importantes libertades económicas y civiles. Cuando estuve en China hace un año, tenía muchas esperanzas de que resultara ser lo primero. La Plaza de Tiananmen destruyó dicha esperanza. ¿Polonia, Hungría, Checoslovaquia, Bulgaria o Rumania darán el primer ejemplo? (omito Alemania Oriental porque es un caso especial por su unificación con Alemania Occidental). La transición La transición hacia la libertad no puede llevarse a cabo de la noche a la mañana. Las sociedades anteriormente totalitarias han desarrollado instituciones, posturas públicas e intereses personales que son totalmente contrarios a la rápida creación de los requisitos de índole económica necesarios para la libertad y la prosperidad. Es fácil formular...