Ignacio Bel

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Las disfunciones mediáticas

Una de las múltiples repercusiones de la crisis económica que estamos padeciendo, y que afecta de una manera especial a los medios de comunicación social, es haber puesto en el foco de la discusión intelectual y profesional un tema clave: ¿hacia dónde van los medios?, ¿cuál es su papel en las ociedad en estos momentos? Lo trágico para los medios, especialmente para los escritos, es que la situación actual de crisis económica por la que atraviesan se une a una clara crisis de identidad, de refundición o al menos de saber encontrar su papel en un mundo radicalmente distinto al que existía cuando nacieron y se desarrollaron. Como ha señalado Jayme Sirotsky, «la tecnología está imponiendo cambios rápidos en todos los aspectos de nuestra vida, y especialmente en nuestro sector, que está experimentando los cambios más desgarradores y dramáticos de su historia desde la invención de la imprenta por Gutenberg». Es mucho más difícil encontrar la respuesta en un ambiente en donde la pura supervivencia es un objetivo del día a día. Pero es necesario tener el coraje y la inteligencia de hacerlo. FUNCIONES Y PRINCIPIOS DE LOS MEDIOS INFORMATIVOS Las funciones de los medios, fuesen escritos o audiovisuales, han sido tradicionalmente tres: informar, formar y entretener. En cuanto a las dos primeras, es claro que los medios de comunicación han sido el vehículo clásico para que la sociedad estuviera informada, y para facilitar que se llevara a cabo esa labor de formar a la opinión pública, que en palabras de nuestro Tribunal Constitucional constituye un baluarte decisivo en un régimen democrático. Sin embargo, en cuanto a la tercera función ,hay que reconocer que perdió relevancia en el ámbito de los medios escritos, al ser absorbida por los nacientes medios audiovisuales -la radio y la televisión- que centraron su actividad en el mencionado campo del entretenimiento. Así, la labor de informar y formar a través de la opinión, quedó como función primordial y específica de los medios escritos. Junto a ello los medios de comunicación social siempre han ejercido, salvo en los periodos de dictadura de un sentido u otro, una función de vigilancia y crítica de la acción política diaria, denunciando los abusos del poder viniesen de donde viniesen. Esa ha sido su segunda función principal. De ahí que las relaciones medios-poder político hayan sido siempre, no podía ser de otro modo, tirantes y difíciles. El afán de ocultar por parte del poder ejecutivo de turno, se veía confrontado por la obligación de saber y transmitir de los medios de comunicación. Era, es y será la eterna relación de amor y odio entre los dos ámbitos de acción. En el fondo, esta permanente tensión resulta muy beneficiosa para la sociedad, que de esa manera puede llegar a conocer temas y asuntos que de otra forma nunca llegaría a saber. Fijándonos en los principios esenciales que han venido configurando esa actividad informativa a lo largo de la historia, sea cual fuese el medio, podríamos concretarlos en los siguientes puntos: ·Los periodistas y empresarios eran, son, unos...