Henry R. Nau

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Interdependencia economica y nacionalismo

Hoy es posible decir que la economía mundial es más interdependiente y más próspera de lo que lo ha sido desde el principio de la revolución industrial. Esta interdependencia incluye un fuerte crecimiento del comercio (más del 5 % anual en los últimos años ochenta), niveles históricos de inversiones directas (dos veces el porcentaje del crecimiento del comercio), una transferencia de tecnología por encima de fronteras nacionales y una movilidad de la mano de obra (por ejemplo, la inmigración) y de los recursos de capital mayor de lo que nunca había experimentado la economía mundial en el pasado. Pero la interdependencia va más allá de los intercambios físicos y materiales. En nuestros días, comprende también la difusión de tas ideas económicas comunes sobre la importancia de los mercados, la competencia, la empresa y la propiedad privada -en pocas palabras, los valores de una mayor libertad económica-. Y esto abarca una notable convergencia entre las naciones en el período de la posguerra hacia unas prácticas políticas nacionales comunes de pluralismo y democracia. Esta interdependencia no va a estar limitada por más tiempo al mundo occidental e industrializado principalmente, como lo estaba hace veinte años. Ahora incluye un número cada vez mayor de países en vías de industrialización -Corea, Taiwan, Hong Kong, Singapur, Brasil, México, Malasia, Tailandia, Colombi a y otros y naciones productoras de petróleo que, a pesar de sus dificultades en las dos últimas décadas, han dado pasos de gigante hacia la industrialización y la integración en la economía mundial. La reciente guerra en el Golfo Pérsico nos ofrece un ejemplo concreto -que podría llegar a ser más significativo- de una nueva solidaridad entre los países árabes industrializados y moderados de esta región, una solidaridad que contrasta fuertemente con los conflictos Norte-Sur y entre los países productores de petróleo y los países industrializados, que caracterizaron a los primeros años de la década de los 70. Ahora la perspectiva de interdependencia y de solidaridad se ha ampliado para incluir a los antiguos países comunistas de Europa del Este, así como también. potencialmente, a los países miembros de la extinta Unión Soviética. Resumiendo, la interdependencia, cada vez más evidente entre las naciones industrializadas de Occidente, ha reemplazado ahora a las divisiones Norte-Sur y Este-Oeste, que escindieron el mundo desde 1950 hasta 1985. Democracia ¿Cómo se ha llegado a esta interdependencia? Paul Kennedy, en su famoso y muy vendido libro The Rise and Fall of the Great Powers, predijo justo lo contrario. Afirmaba que, cuando declinara el poder de Estados Unidos, la interdependencia se debilitaría y los países se verían envueltos en nuevos conflictos. Se habían producido conflictos de este tipo hacia el final de la dominación de las grandes potencias anteriores -Holanda, en la segunda mitad del siglo XVII, y Gran Bretaña, al final de! siglo pasado-. No había razones, argüía Kennedy, para esperar que no volviera a ocurrir lo mismo cuando el poder norteamericano declinara a fines del siglo XX. Pero el mundo está más unido a medida que nos adentramos en la última década...