Carmelo Lacaci de la Peña

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Doctor en Economía. Master en Public Administration, Universidad de Harvard. Agente de Cambio y Bolsa

Does America need foreign policy?

Reseña del libro "Does America need a foreing policy?" de Henry Kissinger.

Nueva Revista

Gastronomía. De la hamburguesa en América

Durante el siglo veinte la hamburguesa ha sido el símbolo tanto de la comida norteamericana como de las peculiaridades de su sociedad, tan bien retratada por Tocqueville en su insuperable ensayo De la democratie en Amérique. Incluso Theodore Levitt, el brillante profesor de marketing de la Harvard Business School, ilustró con las cadenas de restaurantes de hamburguesas el fenómeno de la globalización de los mercados, en una fecha tan temprana como 1983, es decir, mucho antes de que la globalización se convirtiera en el tópico omnipresente. En el mismo tono, el periodista Thomas Friedman, en un libro muy popular publicado en 1999, llega a suponer que la presencia de una de estas cadenas de restaurantes, la de los arcos dorados por más señas, es un índice de baja probabilidad de conflictos armados entre naciones. ¿Es la hamburguesa la garante de la paz mundial? Sea cual sea nuestra opinión sobre esta jocosa afirmación, en el libro de Schlosser la hamburguesa ya no aparece dotada de unas propiedades tan benéficas. Precisamente, el libro se subtitula El lado oscuro de la comida típicamente norteamericana.En Europa, acosados por las epidemias alimenticias, la difusión de la comida rápida no es tan grande como en EE UU, donde, según el libro, uno de cada cuatro norteamericanos la consume a diario, pero es creciente. Aquí no merece la atención de los escritores, más ocupados en redescubrir la gastronomía, reinventar los gustos de algún genio, o ponerle salsas a la ópera. Con todo, entre los libros de mayor venta en España y en resto del mundo siempre figuran los repertorios de recetas, aunque no es el caso que nos ocupa, pues desde el principio queda claro al lector que el libro de Schlosser no es un recetario. Tampoco es un alegato contra la celeridad. La rapidez en la preparación de los alimentos no implica mala cocina, más bien es el carácter insano de este tipo de comida lo que se acostumbra a cuestionar.Es verdad que la comida rápida no es sólo hamburguesas y patatas fritas, y que hay productos saludables que se distribuyen en estos restaurantes, como ensaladas y zumos de frutas, pero el libro que comentamos se centra precisamente en esta sabrosa y perversa combinación de carne y patatas, y así se titula su segunda parte; la primera, para que no haya dudas, se denomina el modo (de vida) americano. El que una obra como ésta haya figurado en las listas de libros más vendidos del New York Times es un buen ejemplo de la encomiable capacidad de autoanálisis de la sociedad norteamericana. Una sociedad en la que sus capas más pudientes sueñan con un comportamiento social distinto, casi europeo, aunque también descubran el lado oscuro de los restaurantes de muchos tenedores. En cualquier caso, la alta gastronomía parece ejercer una renovada fascinación.El libro es un buen relato sobre la «industria de la comida rápida» y su enorme capacidad para determinar los precios de la carne, modificar los mataderos y destruir el modo de vida tradicional...

The control revolution. How internet is putting individuals in charge and changing the world we know

En un momento histórico carente de la virulencia revolucionaria de otras épocas, el único fantasma que recorre Europa es el de la utopía de la sociedad de la información. Esta es la revolución a la que se refiere Shapiro, en este escueto y bien redactado ensayo.El autor, utilizando sus poderosos recursos intelectuales de periodista y profesor universitario, se suma al enfoque que ha dado en llamarse tecnorrealismo, y que se basa en una actitud tan sensata como es la de distanciarse tanto de los partidarios ciegos de las nuevas tecnologías como de la de aquéllos a los que éstas les producen fobias.Internet se ha convertido en una subcultura. Aparecen noticias relativas a la red en los suplementos semanales de los grandes periódicos, pero casi nunca ocupan espacio en la edición principal; o se le dedican programas de televisión, en franjas horarias que delatan una audiencia minoritaria. Esto sin referirse a los contenidos de muchas de las páginas de Internet o a la calidad ortográfica de las conversaciones en los canales de discusión, tanto en inglés como en castellano.Nada tiene que ver Shapiro con este sórdido mundo, pues como director del Internet Policy Projet de la prestigiosa fundación norteamericana Aspen Institute, presenta un trabajo digno, en el que, entre otras delicias, tiene la gentileza de citar a Cervantes al comienzo del libro. Además, sus credenciales académicas como profesor de la Columbia Law School y como investigador residente del programa de la Harvard. Law School sobre «Internet y Sociedad», le alejan de los tópicos de lo que aquí se denomina «Informática y Derecho», y le permite situar su planteamiento con suficiente altura.Los tecnorrealistas como movimiento tienen su propia página, y su manifiesto, al que todos nos podemos adherir, pero intuyo que éste no tendrá gran número de afiliaciones. Los manifiestos son instrumentos literarios al servicio de lo radical, no del sentido común. Supongo que el tecnorrealismo es más bien un movimiento intelectual minoritario, en el que habrá que valorar más la calidad de los firmantes que su número.Según la tesis central del libro, Internet devuelve a los seres humanos buena parte del poder que había sido arrebatado por las grandes instituciones durante la era industrial. En principio, esa sería la razón por la que nos sentimos fascinados por la red, al darnos acceso instantáneo a un volumen de información sin precedentes, junto a la capacidad de comunicarnos con otras personas a un coste sin relación alguna con la distancia. Al mismo tiempo, sin embargo, la dispersión de este poder nos lleva a plantearnos nuevas cuestiones con el fin de salvaguardar los valores propios del sistema democrático.Estas cuestiones son diversas, pero tienen en común que para analizarlas se precisa más capacidad de argumentación sobre la cosa pública que técnicas de divulgación científica. El comercio electrónico, los periódicos a la medida, la democracia directa por vía electrónica, la supuesta posición dominante de Microsoft, la criptografía y el cumplimiento de la ley, las comunidades virtuales, el derecho a la intimidad en el entorno digital...

La sana desconfianza

Reseña literaria de "Why people don't trust government" por Joseph S. Nye, Jr Philip D. Zelikow y David C. King.