El ajedrez como herramienta educativa, por Leontxo García

El periodista y divulgador será el invitado al Foro Nueva Revista del 3 de diciembre

Leontxo García, en una conferencia educativa para la Federación Internacional de Ajedrez en Astaná (Kazajistán), en 2023. Foto: Anna Shtourman / FIDE
Leontxo García, en una conferencia educativa para la Federación Internacional de Ajedrez en Astaná (Kazajistán), en 2023. Foto: Anna Shtourman / FIDE
Federico Marín Bellón

Leontxo García (Irún, 1956) es periodista especializado en ajedrez. Dirigió durante una década la revista Jaque y presentó y dirigió el programa En jaque en TVE. Escribe en El País desde 1985. Es autor del libro Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas y consejero de la Federación Internacional de Ajedrez para ajedrez educativo. Medalla al Mérito Deportivo del Gobierno de España (2011).

Avance

Leontxo García habría sido un buen ajedrecista, pero por suerte para los aficionados se quedó en campeón de Guipúzcoa (1975) y maestro FIDE, a un paso de conseguir el título de maestro internacional. En ese momento deportivo crucial, descubrió que la pasión de contar le gustaba aún más que la de luchar en los tableros. Sus primeros gambitos periodísticos se produjeron en el diario Deia, France Presse, Efe y La Gaceta del Norte, aunque es en El País donde ha desarrollado casi toda su carrera, en los últimos 40 años. En sus páginas ha cubierto los grandes acontecimientos ajedrecísticos desde el segundo duelo KarpovKasparov, en 1985, crónicas en las que la batalla deportiva era un aderezo más del retrato de una época. Como le sucedía a Joaquín Vidal, cuyas crónicas disfrutaban incluso lectores antitaurinos, a Leontxo lo leen desde grandes maestros a personas que apenas distinguen un caballo de una torre. 

Dentro de ese trabajo, García descubrió también una veta muy específica del juego, que difunde en sus conferencias por el mundo, del que apenas le quedan países por conocer. El miércoles 3 de diciembre volverá a hablar sobre El ajedrez como herramienta educativa en el Foro Nueva Revista, en la sede de Universidad Villanueva. Allí nos explicará las propiedades casi mágicas de este juego (que también es un deporte, un arte y una ciencia) con estudiantes de todas las edades, porque ayuda a fomentar la concentración, la planificación estratégica, la toma de decisiones, el razonamiento lógico, el pensamiento flexible, el pensamiento autocrítico, la memoria, la comprensión lectora y matemática, la disciplina… Podría seguir toda la hora de charla enumerando las virtudes del ajedrez, pero por suerte dedicará también unos minutos a responder las preguntas de los asistentes. El foro se podrá seguir en persona y a través de internet. 

ArtÍculo

El periodista Leontxo García le debe mucho a Karpov y Kasparov y el ajedrez le debe mucho a él. No solo por sus crónicas. En sus conferencias, que imparte cada semana desde cualquier lugar del mundo, difunde la idea de que el ajedrez es la herramienta educativa perfecta, porque potencia la parte intelectual de los alumnos (razonamiento lógico, estrategia, capacidad analítica) al mismo tiempo que la emocional y social (disciplina, autocontrol, empatía, autoestima). Si se implementa adecuadamente en las aulas, no solo mejora el rendimiento académico, sino que prepara a los estudiantes para que se enfrenten con garantías a los problemas de la vida, para ayudarles a tomar decisiones y a actuar con responsabilidad.

En Nueva Revista publicaremos una crónica y el correspondiente vídeo con lo más interesante que diga Leontxo en el foro, pero como punto de partida, recordaremos las palabras que ha pronunciado en conferencias anteriores. Valga como ejemplo la que impartió dentro del ciclo Aprendemos juntos, organizada por BBVA, titulada «El ajedrez es el mejor gimnasio para la mente». De ahí tomamos algunas de sus afirmaciones, la primera de las cuales explica qué cualidades desarrolla el ajedrez en los niños:

«Los alumnos de ajedrez educativo desarrollan más su inteligencia que los otros en múltiples parámetros, incluida la inteligencia emocional», asegura Leontxo García. «También mejoran su rendimiento académico, en general, pero sobre todo en dos áreas, matemáticas y comprensión lectora. Esto está científicamente demostrado. Además, hay muchísimos otros beneficios. Podríamos hacer una lista de 40 o 50, pero, por citar solo uno, saber ganar y perder en el ajedrez se desarrolla de una manera muy especial, porque tú, en el ajedrez, más que en ningún otro deporte, no puedes echarle la culpa de tu derrota ni al árbitro, ni a que está lloviendo, ni a que el terreno está embarrado. La suerte prácticamente no influye. Por tanto, en el ajedrez, el que pierde es el que más aprende».

Leontxo García, en una de sus conferencias. BBVA / YouTube
Leontxo García, en una de sus conferencias. BBVA / YouTube

Cuando perdemos una partida, explica el experto, lo primero que hacemos es preguntarnos por qué hemos perdido, dónde nos hemos equivocado, qué tenemos que hacer la próxima vez para no cometer un error parecido. «Es decir, desarrollamos el pensamiento autocrítico de una manera muy intensa. Si yo juego al ajedrez con frecuencia, estoy haciendo eso muy frecuentemente. No me cabe duda alguna de que ahí podemos hablar de transferencia. Es decir, que eso es transferible a la vida real. Y yo voy a ser autocrítico en mi vida normal ante cualquier situación, porque tengo una especie de músculo automatizado en mi cerebro para ser autocrítico».

Qué valores transmite el ajedrez

Los beneficios del ajedrez no son solo académicos, según Leontxo, quien también habla de saber ganar y perder, empatía, autocontrol, disciplina, adaptación al entorno, administración del tiempo y pensamiento flexible. Sobre este último dice que es «una cualidad importantísima en el siglo XXI, porque dentro de solamente 15 años, más de la mitad de nuestros niños van a ejercer profesiones que hoy no existen, utilizando tecnologías que todavía no se han inventado para resolver problemas que aún no se han creado».

«Tener un pensamiento flexible es esencial», prosigue. «Ya no basta con enseñar a pensar, ahora hay que aprender a pensar de manera flexible. Y ahí el ajedrez funciona muy bien, porque si yo juego una partida, hay varios momentos en los que una sola jugada nos va a obligar a cambiar la evaluación de todo el tablero. Y eso, además, lo tenemos que hacer rápido, porque el reloj está en marcha. Tengo que tomar decisiones rápidas».

TDAH y trastornos del espectro autista

Otra cualidad única, añade García, es que el ajedrez «es quizá la única actividad humana que permite que dos personas puedan mantener una comunicación muy intensa durante cuatro o cinco horas sin tocarse y sin hablarse». «Por eso funciona muy bien, no solo, con el TDAH, sino también con el autismo o con gente muy tímida, sin llegar a los casos extremos de autismo, también con el síndrome de Asperger. Porque esas personas pueden comunicar su creatividad, su expresividad, sin necesidad de tocar ni hablar con nadie», afirma con su habitual entusiasmo, que los asistentes al Foro Nueva Revista podrán conocer de primera mano.