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Existen varias y poderosas razones que dan impulso al crecimiento de los emprendedores en la nueva sociedad del conocimiento:

– En primer lugar, nos encontramos ante un cambio cuantitativo y cualitativo sin precedentes en el conocimiento científico- técnico dentro de nuestra sociedad, que se ha convertido en una gran oportunidad para el lanzamiento de nuevos productos y servicios en el mercado y la aparición de nuevas formas empresariales.

-Adicionalmente, los medios de producción de bienes y servicios cada vez más basados en el conocimiento se han hecho más asequibles para los trabajadores lo que ha incentivado la entrada de muchos microempresarios en el mercado.

– Según Schumpeter, J.A. (1934)” los nuevos mercados y productos que están surgiendo exigen asumir nuevos riesgos que, si son admisibles para los emprendedores y las Pymes, pero no tanto para las grandes empresas, por lo que se dan colaboraciones a través de la innovación abierta”.

Por tanto, este crecimiento cuantitativo y cualitativo de los emprendedores no es un fenómeno coyuntural sino una tendencia estructural de nuestra nueva sociedad del conocimiento analizada por muchos organismos internacionales desde diferentes aspectos:

Tabla 1: Informes disponibles acerca del emprendimiento.

 

Parece lógico extraer la conclusión de que son necesarios instrumentos de transferencia de conocimiento entre los centros de formación del conocimiento (universidades, OPIS, etc.) y las necesidades del mercado. Los viveros de empresas vinculados a centros de creación de conocimiento (Universidades, Hubs y redes de investigación, OPIS) se han convertido en óptimos instrumentos para la transferencia tecnológica a través de la incubación de emprendedores que tratan de lanzar nuevos servicios y productos en el mercado.

¿LOS EMPRENDEDORES NACEN O SE HACEN?

Esta tradicional pregunta sobre cuál es la línea divisoria entre nuestras capacidades innatas y las adquiridas en la formación se repite en el ámbito emprendedor. Está demostrado por la literatura económica que existen las externalidades positivas entre los emprendedores y la influencia positiva de un buen ecosistema emprendedor en la tasa de éxito de los proyectos. Ello permite que los viveros de empresas surjan como una herramienta de Política económica en el ámbito del desarrollo económico con la finalidad de influir sobre la calidad y cantidad de emprendedores en un ecosistema emprendedor partiendo de la premisa de que la formación y el asesoramiento influyen positivamente sobre el crecimiento cuantitativo y cualitativo de los emprendedores.

Las principales corrientes de pensamiento de la ciencia económica coinciden en que existe una correlación clara entre el crecimiento de los emprendedores y el incremento del crecimiento económico, pero algunos han destacado su influencia en el cambio estructural socioeconómico, siendo imprescindible para provocar el aumento tanto del desarrollo económico como del desarrollo sostenible. En la situación actual, donde nos enfrentamos a un cambio tecnológico sin precedentes en la historia de la Humanidad, parece lógico que el papel de los emprendedores vaya a ser determinante para el desarrollo a corto y largo plazo. Por este motivo, las instituciones internacionales como el Banco Mundial, el FMI o Naciones Unidas se han preocupado por medir los factores de crecimiento cuantitativo y cualitativo de los emprendedores en los distintos países para poder establecer políticas públicas de acompañamiento. Los viveros de empresas públicos se han revelado como una herramienta eficiente de difusión del espíritu emprendedor y ayuda a los emprendedores.

El peso de la microempresa en España es, sin duda, muy elevado, la gran mayoría de las empresas en el país pueden clasificarse dentro de esta categoría. Lo mismo pasa con los empleos, una altísima proporción son creados por las microempresas, esa consideración es válida para la totalidad de las Comunidades Autónomas que conforman el Estado español. Cuando se analizan los resultados de la encuesta GEM (Global Entrepreneurship Monitor) en su última versión, España posee niveles de espíritu emprendedor por debajo de la media mundial e incluso inferiores a los de países en su misma fase de desarrollo económico.

QUÉ ES UN VIVERO DE EMPRESAS

Los viveros de empresas son centros físicos de emprendimiento con programas destinados a favorecer la puesta en marcha y el desarrollo de las empresas que están comenzando su actividad. Estos organismos ponen a disposición de los emprendedores los conocimientos y medios necesarios para realizar el asesoramiento, formación y el funcionamiento del negocio en la fase inicial de su desarrollo.

La National Business Incubation Association (NBIA) de los Estados Unidos ha identificado tres características que debe poseer un vivero de empresas:

  • proporcionar asistencia comercial a los emprendedores y sus ideas en su fase inicial;
  • contar con personal de asesoramiento;
  • las empresas pueden permanecer en el vivero durante dos o tres años.

El concepto de vivero de empresas ha recibido diferentes definiciones. Los principales organismos públicos y las principales asociaciones de viveros han contribuido a una mejor delimitación del concepto:

National Business Incubation Association (NBIA, 2002) define una incubadora de empresas como “una herramienta de desarrollo económico diseñada para acelerar el crecimiento y el éxito de las compañías emprendedoras a través de un arsenal de recursos y servicios de ayuda a la empresa”. Su objetivo principal es que las empresas dejen el programa y sean independientes y financieramente rentables.

– Dirección de Política Regional de la Comisión de las Comunidades Europeas (DG XVI) describió a los viveros como “organismos de interlocutores públicos y privados, que ponen en marcha y ofrecen, en una zona que presenta un potencial empresarial suficiente, un sistema completo integrado de actividades y servicios de excelencia para la pequeña y mediana empresa con el objetivo de crear y desarrollar actividades innovadoras independientes”.

UK Business Incubation (2000) califica una incubadora de empresas como “un proceso dinámico del desarrollo del negocio”. Es un término que auna una amplia variedad de procesos que ayudan a reducir el porcentaje de problemas de las compañías en sus primeros años y acelera el crecimiento de las mismas para generar impactos sustanciales de empleo y ventas. Contiene como principal característica facilitar la agrupación de pequeñas unidades de trabajo, a las que proporciona un ambiente instructivo y de apoyo a los empresarios en el start-up durante sus primeros años. Las incubadoras proporcionan tres elementos principales para el desarrollo de negocios exitosos: un ambiente emprendedor y de aprendizaje; fácil acceso a los mentores e inversionistas y, por último, visibilidad y posicionamiento en el mercado.

– COTEC (1993, 1998) define los viveros como “aquellos organismos que potencian la creación de empresas innovadoras, extendiendo sus servicios al asesoramiento y a la formación de emprendedores”.

El primer vivero de empresa del que se tiene constancia es el de Batavia, Nueva York (EEUU). Fundado por el alcalde Frank Mancuso en los años cincuenta del siglo veinte, su función principal consistía en dar cobijo a nuevas empresas en un entorno debilitado. Tras la crisis de los setenta las incubadoras de empresas comenzaron a convertirse en importantes herramientas de política industrial, que durante estos años su objetivo primordial era fomentar el desarrollo económico de aquellas regiones afectadas por procesos de reconversión industrial. Basándose en esta idea, en la década de los ochenta del siglo pasado, la Small Business Administration de los Estados Unidos creaba un programa de promoción de incubadoras.

En 1985 en Estados Unidos se creó la National Business Incubation Asociation (NBIA), la organización privada más grande de incubación de empresas con la finalidad de promover la capacidad emprendedora. La Asociación desarrolla las herramientas para asistir a las nuevas empresas, produce investigación y recopila estadísticas con las que realiza publicaciones prácticas, llevando además a cabo un seguimiento de las iniciativas legislativas que afecten la actividad de las incubadoras. Asimismo, las conclusiones de sus programas indican que, después de cinco años, el 45% de los proyectos apoyados se tornaron comerciales y el 42% se encontraba buscando la viabilidad de la incubación.

Según NBIA, los viveros de empresas han tenido tres fases de evolución para poder alcanzar un alto grado de madurez a nivel mundial, tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo, cuya idea fundamental es la evolución del sistema de innovación tecnológica de los países:

  • La primera fase se caracterizó por un fuerte componente de carácter inmobiliario como centros de capacitación empresariales e incubadoras de uso mixto. Es decir, consistían principalmente en el alquiler del espacio físico a las empresas incubadas, generalmente con cercanía a institutos y universidades.
  • La segunda fase se caracterizó por la vinculación directa de las universidades en la formación de las incubadoras de empresas, relación que comenzó a promover la investigación en nuevas tecnologías para la creación de nuevos negocios creándose así las incubadoras multipropósito, especializadas en unos sectores o productos específicos, de alta tecnología, industriales y de base tecnológica. En esta fase surgen las incubadoras que proporcionan a través de las nuevas tecnologías, herramientas de gestión y centralización de la información esencial para emprendedores, e instituciones donde se encuentran.
  • La tercera fase es la orientación en la inserción de las nuevas economías en un contexto globalizado. Se busca facilitar a los emprendedores las herramientas para la exportación de sus productos innovadores, a través de programas para el desarrollo de incubadoras de empresas. El objetivo es crear redes crear redes internacionales para integrar actividades conjuntas con el fin de potenciar las posibilidades de transferencia de tecnología, innovación y capacitación entre las incubadoras.

Los primeros viveros en Europa surgen en el Reino Unido donde este fenómeno ha tenido un desarrollo más largo y de mayor volumen en años posteriores. La primera incubadora nace impulsada por la British Steel (Industry) Ltd, a partir del año 1975, que estimuló la creación de PYMES en áreas relacionadas con el acero como solución a la pérdida de más de 180.000 empleos.

Posteriormente, los viveros de empresa han sido financiados por la Unión Europea. Los recursos comunitarios han hecho posible la aparición de los llamados Centros Europeos de Empresas e Innovación (CEEI), agrupados en la European Business and Innovation Centres Network (EBN), la equivalente a la NBIA en Europa.

VIVEROS DE EMPRESAS EN ESPAÑA

La historia de los viveros de empresa en Europa y particularmente en España es relativamente reciente. A finales del Siglo XX había 39 viveros de empresas en España (Fernández, et al, 2011). Hay que señalar que el crecimiento en el número de viveros se hace exponencial a principio de la presente década, observándose un fuerte impulso por parte de las autoridades europeas (Fernández, et al, 2011). Según el informe de FUNCAS hay un total de 549 viveros, 72 viveros más en 2019. La figura 1 nos muestra esa distribución:

Figura 1: Distribución de viveros de empresas por comunidad autónoma 2008-2018 (FUNCAS 2019).

Si se observa la comparativa con los países de nuestro entorno, se aprecia que es  superior la cantidad de incubadoras de empresas de España que la del resto de la UE. Aunque es importante tomar en consideración que la mitad de los viveros españoles  pertenecen al sector público, siendo las administraciones descentralizadas las principales promotoras. Al restar los viveros de ayuntamientos y comunidades autónomas la cantidad total parece similar al del resto de los países de la UE.

OBJETIVOS DE LOS VIVEROS DE EMPRESAS. Cuando abordamos el tema de los objetivos de los viveros empresas, podemos distinguir cinco objetivos principales, a saber (Blanco Jiménez, 2012):

  1. Apoyar las nuevas empresas a través de la oferta de instalaciones y consultoría especializada.
  2. Fortalecer la capacidad emprendedora creando un ambiente adecuado para el desarrollo.
  3. Fomentar la creación de nuevas empresas minimizando los costes al inicio de su actividad.
  4. Aumentar la tasa de supervivencia de empresas durante sus primeros años de vida.
  5. Contribuir a la generación de empleo, tanto de naturaleza asalariada como a través del autoempleo.

TIPOS DE VIVEROS

Existen muchos criterios posibles de clasificación de los viveros de empresas: públicos/privados, mixtos, generalistas/ especializados, urbanos/rurales, etc.

Por su parte, Rosa Grimaldia y Alessandro Grandia (2005), identifican un espectro con dos tipologías o modelos principales de viveros: El modelo 1 que abarca a los viveros públicos o centros de innovación de negocios (BICs o “Business innovation centres”) y El modelo 2 que abarca a dos tipos de viveros privados, los corporativos CPIs o “Corporate Private incubators”) y los independientes (IPIs o “Independent Private Incubators”). Los autores incluyen a los viveros universitarios (UBIs, “University Business Incubators”) en la intersección de ambas categorías de modelos.

Los autores incluyen a los viveros universitarios (UBI, «University Business Incubators») en la intersección de ambas categorías de modelos. La tabla 2 resume de forma general la taxonomía de viveros de empresa en función de quién los promueve y cuáles son sus objetivos.

Tabla 2: Viveros de empresas por promotor y objetivos (Allen y McKlusky, 1990).

PROCESOS DE INCUBACIÓN Y TRANSFERENCIA QUE DESARROLLAN LOS VIVEROS DE EMPRESAS.

Según Wiggins y Gibson (2003) los viveros de empresas deben realizar las siguientes tareas para lograr el cumplimiento de sus fines:

  • Establecer métricas claras para el éxito.
  • Proporcionar liderazgo emprendedor.
  • Desarrollar y entregar servicios de valor añadido a las empresas incubadas.
  • Desarrollar un proceso de selección racional de nuevas empresas.
  • Asegurar que las empresas incubadas obtengan acceso a las recursos humanos y financieros.
  • Funciones básicas en la actividad de los viveros: Brindar espacios de oficina.
  • Ayudar a los emprendedores a conectarse con clientes y proveedores.
  • Catalizar el proceso de aprendizaje.
  • Mejorar la organización interna.
  • Dar mentoría al equipo de la empresa en formación.

De todas estas funciones, claramente destacan la mentoría, la catalización de aprendizaje y el desarrollo de servicios de valor añadido. Son los ejes principales para impulsar la transferencia de conocimiento entre el promotor del vivero y sus incubados.

Según el informe de FUNCAS (2019), se podría afirmar que las actividades de los viveros de empresas en España tienen sus particularidades. Adicionalmente a los servicios mencionados, cabe destacar que muchos viveros ofrecen asesoría en temas legales (como, por ejemplo, los derechos de propiedad intelectual) y facilitan los trámites necesarios para la constitución de empresas de forma ágil y a bajo coste, a través de los llamados puntos de apoyo al emprendedor (PAE) a nivel estatal.

Muchos de ellos están promovidos por entidades públicas locales con el objetivo de crear empleo en sus poblaciones. Suelen ser un reflejo de la estructura económica local y tienden a ser de carácter generalista, ya que existen muy pocos viveros especializados sectorialmente (por ejemplo, en los campus de la salud, ahorro energético, bioquímica, piscifactorías, etc.) y en su mayoría están apoyados por una gran industria. En España, muchos de los mejores viveros de empresas tienen una destacada capacidad para crear pequeñas comunidades de emprendedores, fomentando fuertes relaciones de colaboración y de transferencia de conocimiento entre ellos.

Por otra parte, los viveros en España suponen un elemento básico en la transferencia de la difusión del espíritu emprendedor a otros agentes de su entorno local a través de sus actividades de colaboración con la comunidad escolar y universitaria (visitas, concursos, etc.). Por último, tal como revelan los informes sucesivos de FUNCAS (de los años 2017, 2018 y 2019), los viveros de empresas gestionados —solos o en cooperación con otras entidades— por centros de formación del conocimiento como las universidades, obtienen resultados cualitativamente mejores tanto en la innovación de proyectos como en sus resultados, en calidad de empleo creado y en facturación de las start-ups.

Como conclusión, cabe señalar que los viveros de empresas son centros que proveen a los emprendedores de las herramientas necesarias para el desarrollo de sus proyectos empresariales a través de la tutorización y seguimiento de sus proyectos, la creación telemática de las empresas, nueva revista · 171 189 viveros y aceleradoras de empresas en españa como instrumentos de la formación y capacitación del emprendedor y el fomento de sinergias tanto entre los emprendedores entre sí como con el resto de agentes del ecosistema. Lo cual favorece la consolidación de los proyectos y la supervivencia posterior de las empresas en el mercado. Sin embargo, aunque son los viveros de empresa una pieza clave del ecosistema emprendedor, por sí solos no son capaces de generar sus efectos positivos sin el desarrollo, en paralelo, de otros agentes del ecosistema como el sistema financiero, políticas públicas de innovación e investigación y un sistema educativo de calidad.

Francisco José Blanco Jiménez es profesor titular de Economía Aplicada I (Universidad
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