Tecnológico de Monterrey: pionero de la innovación educativa

La evolución tecnológica, la capacidad para adaptarse a los cambios en los perfiles estudiantiles y la contribución de los educadores han dado forma al éxito de las estrategias del Instituto Tecnológico de Monterrey

Foto: Campus TEC de Monterrey
Michael J. L. Fung y Nohemí Vilchis

Michael J. L. Fung. Director ejecutivo del Institute for the Future of Education del Tecnológico de Monterrey.

Nohemí Vilchis. Experta en tecnología educativa (EdTech) del observatorio del Institute for the Future of Education.

Avance

El Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (Tec), en México, lleva décadas apostando por la innovación educativa. Su estrategia no se limita a la incorporación de herramientas ya extendidas, sino que también toma la iniciativa indagando en las posibilidades que las nuevas tecnologías pueden aportar en el ámbito de la educación. Ya en 1996 fundó su universidad virtual. Y en 2018 se convirtió en la universidad pionera en impartir docencia telepresencial a través de hologramas.

En esta trayectoria el Tec ha creado sus propios organismos dedicados al desarrollo y la aplicación de la tecnología para la innovación de la práctica docente, como el Centro Innov@TE. Desde estas infraestructuras han elaborado distintas herramientas para optimizar el proceso de enseñanza y aprendizaje que tiene lugar en su institución, como el Portal TECgpt, una iniciativa propia de inteligencia artificial generativa.

En su empeño por mantener la actividad educativa en diálogo con las constantes transformaciones que ocurren en la sociedad, el Tecnológico de Monterrey considera clave la colaboración con las organizaciones públicas y privadas. A través de proyectos como el de «Socios Formadores», estos agentes «colaboran para preparar al alumnado para los desafíos a los que se enfrentarán tanto en México como en el resto del mundo». Otro de los medios con los que buscan capacitar para una sociedad cambiante es la educación permanente, articulada a través de distintas propuestas formativas coordinadas por el vicerrectorado de Educación Continua.

Ante los nuevos escenarios que genera el desarrollo tecnológico, el Tec de Monterrey ha optado por preguntarse cómo estos panoramas inciden en su actividad educativa, para luego elaborar sus propias soluciones. No obstante, sus propuestas no se quedan solo en el seno de la propia institución. Sirven como recursos, inspiración y empuje para los proyectos de otras realidades educativas y para poner las bases de convergencias presentes y futuras entre los distintos agentes que conforman la sociedad.

ArtÍculo

Desde su fundación hace más de 81 años, el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (Tec) se ha entregado por completo al objetivo de explotar las nuevas tecnologías en beneficio de la innovación educativa. Ya en 1964 esta universidad fue pionera en la retransmisión de clases por medio de un circuito cerrado de televisión, y en 1987 se valdría de una red satelital para solucionar los problemas de comunicación entre sus distintos campus. En 1988 la institución hizo historia al establecer la primera conexión por Internet de todo México, que enlazaría el Tec con la facultad de Medicina de la Universidad de Texas, en San Antonio, EE.UU. Este acontecimiento supuso un importante hito en su trayectoria por el camino de la innovación.

También daría origen al proyecto de educación a distancia que la institución lanzaría en 1989. Ocho años más tarde crearon su universidad virtual que, al eliminar las barreras típicas de la instrucción presencial, permitiría la expansión a nuevos mercados y sectores. La experiencia adquirida en el entorno digital facilitó el acceso a comunidades tradicionalmente desatendidas, para quienes se crearon los Centros Comunitarios de Aprendizaje (CCA) y Prepanet, un instituto de educación secundaria completamente online.

UN USO INNOVADOR DE LA TECNOLOGÍA

Aunque en la década de 1980 las condiciones no eran las más favorables para que se generalizara el uso de las tecnologías, la integración de modelos pedagógicos novedosos y una estrategia consolidada de aprendizaje electrónico posibilitó que la distribución eficaz de recursos de tecnológicos lograra un mayor alcance geográfico. A consecuencia de ello, el número de alumnos adscritos a la educación digital aumentó de manera significativa. A lo largo de los años, la universidad ha continuado actualizando constantemente su modelo educativo para seguir el ritmo de los constantes cambios que experimenta el sector.

Hoy en día, la educación digital se ha integrado de manera deliberada, sistemática y consciente en todos los niveles del plan de estudios, con cursos digitales que cuentan con el valor añadido de desarrollar destrezas específicas por medio de diferentes sistemas, como el aprendizaje adaptable, ChatGPT para el ejercicio del pensamiento crítico, los simuladores virtuales aplicados a diversas disciplinas, o la adquisición de competencias digitales.

Más del 45% de las materias del catálogo del Tecnológico de Monterrey en diferentes niveles cuentan con su correspondiente versión digital, con lo que se proporciona servicio a más de 86.000 alumnos de grado, 20.000 alumnos de posgrado y 2.500 alumnos de educación secundaria. Además, el 24% del profesorado imparte clases en este formato. Su atención ininterrumpida hacia el fomento de la educación digital llevó a la institución a crear una definición y directrices propias que se adaptaran y respondieran a la evolución en las necesidades y contextos personales de los alumnos.

Para el Tec, la educación digital constituye un ecosistema didáctico basado en pedagogías innovadoras y recursos digitales que enriquece la experiencia de aprendizaje. Otorga a los estudiantes la capacidad de decidir cuándo, dónde y cómo estudiar, al tiempo que incorpora tecnología y estrategias docentes de última generación y promueve la interacción entre alumnos y profesores de diversos campus, tanto nacionales como internacionales.

A lo largo de su prolongado y consolidado historial, en el que queda patente la calidad de la formación multimodal impartida a sus alumnos, el Tecnológico de Monterrey ha recibido en dos ocasiones el reconocimiento y acreditación de sendos organismos autorizados: el de la Federación de Instituciones Mexicanas Particulares de Educación Superior (FIMPES), que supervisa las universidades privadas de México, en 1982; y el de la Comisión de Colegios Universitarios de la Asociación Sureña de Escuelas y Colegios Universitarios (SACSCOC) de Estados Unidos, en 1950. Por consiguiente, los alumnos se gradúan con títulos válidos tanto en territorio mexicano como estadounidense.

El uso cada vez más generalizado de Internet y de las plataformas online a partir de principios de los 2000 transformó la oferta del Tec con la aparición de nuevos modos de aprendizaje más flexibles y cómodos. La institución fundó su Universidad Virtual en 1996, con lo que transicionó desde su primigenio modelo satelital a un catálogo formativo completamente en línea. Empezó con los programas de máster a distancia, a los que siguieron una serie de títulos de grado. Como parte de esta iniciativa, se desarrolló el dominio tec.com.mx en el año 2000, lo que marcó el inicio de la distribución de programas didácticos de manera síncrona e íntegramente online, rompiendo así las barreras espaciotemporales con el objetivo de apoyar la entrada de la educación online en los mercados de la formación continua y de posgrado.

Fue así como, además del uso de las plataformas con las que la institución ya contaba, como Blackboard y Webtec, comenzaron a probarse nuevos modelos y pedagogías que encajaran en la modalidad. En este contexto se fundó una nueva sección dirigida a ampliar la oferta de grados en línea que posteriormente evolucionaría hasta convertirse en institución filial, la TecMilenio University. La experiencia adquirida, unida a la experimentación con las nuevas tecnologías y estrategias formativas, ha permitido seguir innovando y renovando constantemente los programas educativos.

En 2007 surge el Centro Innov@TE, destinado a desarrollar y transferir tecnologías didácticas dentro y fuera del Tec, con el propósito de abordar las brechas educativas y digitales existentes a lo largo de todo el territorio latinoamericano. El Innov@TE ha dado forma a actividades para el desarrollo de innovaciones que posteriormente se implantarían en todos los segmentos de la institución, a través de programas de la Universidad Virtual. También ha facilitado el lanzamiento de los primeros cursos móviles que, mediante el uso de recursos interactivos de audio, vídeo y podcasts, aportan la flexibilidad de poder formarse a través de un smartphone desde cualquier sitio y en cualquier momento. A su vez, esto ha permitido la existencia de laboratorios remotos: una serie de espacios ubicados en los distintos campus que ofrecen prácticas físicas en áreas como la automoción o los circuitos eléctricos y electrónicos, y a los que es posible acceder de forma remota.

Desde su creación y hasta 2013, la universidad virtual ha formado a 48.509 alumnos entre sus programas de educación secundaria, grado y posgrado; ha dado apoyo a 143.251 estudiantes de formación continua y a 31.114 de educación para el desarrollo; lo que da un total de 222.874 personas que han gozado de una formación a distancia a través de la institución. Además, los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES) han concedido las máximas acreditaciones en la categoría de formación online a varios de sus programas de máster, y cinco de ellos están registrados dentro del Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México (CONACYT). Con ello, el Tec ha obtenido reconocimiento nacional e internacional como referente en la educación digital y a distancia.

Ese mismo año, la institución comenzó a poner en marcha sus cursos en línea masivos y abiertos (MOOC, del inglés Massive Open Online Course) y cerró colaboraciones con EdX y Coursera, plataformas que proporcionan este tipo de cursos, para poner al alcance de ciertos sectores de la población una formación que, de otra forma, les habría estado vedada.

En 2018 el Tecnológico de Monterrey se ganó el reconocimiento del sector al desarrollar y poner a prueba una iniciativa de telepresencia con efecto holograma e impartir una clase a 160 alumnos distribuidos por cinco campus mediante una proyección holográfica del docente. Esto permitió una interacción remota a tiempo real entre alumnos y docente que ofrecía una gran sensación de presencialidad. En 2022 la expansión de esta tecnología superó las fronteras nacionales con la primera clase intercontinental, fruto de la colaboración entre el Tec y la Universidad Tecnológica de Delft (TU Delft). El Tec se ha convertido, de esta forma, en la primera universidad mundial que utiliza la telepresencia con efecto holograma en clases formales con un alcance que supera los 1.300 alumnos.

Por otra parte, en 2021 se desarrolló el Campus Virtual del Tec, un entorno 3D en el que toda la comunidad universitaria puede interactuar con una mayor sensación de presencialidad y que, por tanto, aporta un mayor grado de humanización en las dinámicas interpersonales a golpe de clic. Cada usuario cuenta con un avatar personalizable con el que se mueve con total libertad, como una presencia física, por todo el campus digital, lo que les permite relacionarse entre ellos. Esta plataforma amplía el abanico de experiencias académicas y estudiantiles, e incluso incluye un centro de orientación profesional y personal.

No solo los alumnos, también los profesores pueden requerir asistencia y un reciclaje constante en materia tecnológica para poder adaptarse con eficacia a los cambios. El Centro de Desarrollo Docente e Innovación Educativa (CEDDIE) proporciona al profesorado las herramientas metodológicas y tecnológicas necesarias para poder experimentar y adoptar las nuevas tendencias educativas, de tal forma que se renuevan los métodos pedagógicos al tiempo que se mejora la experiencia formativa de los estudiantes.

A fecha de 2024, la innovación educativa ha dado lugar a un incremento del 40% en el número de proyectos surgidos de iniciativas institucionales nacionales, con 446 proyectos de innovación y campañas de educación digital realizados en diversos formatos.

El Tecnológico de Monterrey lleva desde 2023 desarrollando herramientas que optimicen el proceso de enseñanza y aprendizaje, mediante asesores inteligentes y modelos mejorados de evaluación del rendimiento estudiantil. La institución se ha convertido en la primera universidad de México y de Latinoamérica en poner en marcha una iniciativa privada de IA (inteligencia artificial) generativa: el Portal TECgpt, que pone en manos de la comunidad académica todo lo que esta tecnología puede ofrecer en cuanto a asistencia en tareas administrativas, información, chats e incluso investigación, de una forma plenamente segura.

Una de las razones principales que justifican la oferta de una modalidad educativa digital son los beneficios directos de los que gozan los estudiantes. Estas estrategias, adoptadas adecuadamente desde una visión institucional, aumentan el grado de flexibilidad y personalización, refuerzan los vínculos con el sector, fomentan las experiencias internacionales y desarrollan destrezas tanto disciplinares como transversales.

UN MODELO EDUCATIVO INNOVADOR

En 2019 el Tec implantó un nuevo modelo educativo basado en el desarrollo y puesta a prueba de competencias, el Tec21, diseñado para abordar los retos actuales y venideros. Los alumnos se enfrentan a situaciones de la vida real y lidian con un mínimo de treinta conflictos de dificultad creciente a lo largo de una formación diseñada para desarrollar toda una serie de capacidades pertinentes y adecuadas a las necesidades del mundo actual.

El modelo Tec21 ofrece a los alumnos flexibilidad a la hora de decidir la configuración de su trayectoria formativa. Al contrario que con los modelos basados en un plan de estudios rígido, los estudiantes pueden diseñar su propio recorrido y elegir entre formación presencial, online o híbrida, lo que permite disfrutar de una experiencia mucho más personalizada.

Para la universidad es de suma importancia mantener su relevancia y vigencia frente a los constantes cambios en las necesidades de la economía y la sociedad, algo que logra gracias a iniciativas como las ya mencionadas, además de proyectos como «Socios Formadores», en los que organizaciones públicas y privadas colaboran para preparar al alumnado para los desafíos a los que se enfrentarán tanto en México como en el resto del mundo. Estos programas plantean retos académicos que los alumnos deberán afrontar bajo la supervisión de sus tutores y que les conectarán con el mundo real.

Para evaluar la docencia y las trayectorias de aprendizaje se recurre al uso de análisis de datos, con lo que se logra adaptar la formación a las necesidades de cada alumno de manera eficaz y personalizada. Esta tecnología forma ya parte integral del ecosistema y recopila datos que se destinarán a propósitos diversos, cumpliendo con la estrategia que se venía manteniendo desde sus inicios.

Por tanto, es necesario que las instituciones y empresas no cesen en su colaboración, en su interés común de preparar a las nuevas promociones para los problemas del mundo moderno. La cooperación entre los sectores académico e industrial es fundamental para salvar la brecha entre la formación presencial y los desafíos del mundo real, así como para contribuir a que el alumnado adquiera capacidades que los modelos tradicionales no pueden proporcionar.

DIFUSIÓN DE LA INNOVACIÓN EN LA COMUNIDAD EDUCATIVA

A tenor de la rapidez con la que cambian las necesidades de la industria y la sociedad, urge redefinir el concepto de lo que entendemos por educación para dar cabida a otros modelos, como la capacitación profesional y la educación permanente (LLL, del inglés Long Life Learning). Para construir un sistema sólido de educación permanente es necesaria la colaboración entre gobiernos, empresas e instituciones educativas. Las universidades, en particular, deben actualizar su programación didáctica para adecuarla a la evolución de los avances tecnológicos y de los requisitos del mercado laboral.

En una época como la actual, influida por los cambios que la tecnología, la automatización y el Big Data están provocando, la educación permanente es y seguirá siendo fundamental. La formación continua es esencial, pero para que pueda existir es necesario que haya una oferta que permita seguir aprendiendo de manera ininterrumpida. Fomentar la LLL exige la promoción de vías alternativas de formación, así como de titulaciones y certificaciones que complementen, no que sustituyan, las carreras tradicionales. Estas vías son cruciales para proporcionar a la población activa las destrezas que necesitarán en el futuro. Dado que ahora mismo resulta difícil imaginar una educación sin la integración de tecnología, es necesario aceptar que la innovación es un proceso en constante evolución.

Buen ejemplo de ello sería la iniciativa Skills Engine, proyecto desarrollado por el Institute for the Future of Education y su Living Lab & Data Hub, que identifica las competencias necesarias para salvar el déficit de cualificaciones profesionales. Analiza los actuales planes de estudio y los compara con las exigencias del mercado, actualiza la taxonomía de destrezas y predice la aparición de tecnologías emergentes, como la IA generativa.

Conforme aumentan las opciones de acceso a formación, el Tec redobla sus esfuerzos, que abarcan también los nuevos proyectos de su universidad hermana, TecMilenio. El principal objetivo de TecMilenio es garantizar la satisfacción y bienestar de sus usuarios por medio de una plataforma personalizable que acredita habilidades adquiridas por educación permanente. Además de sus programas docentes formales, ofrece también acceso a la Educación Abierta a través de su Centro de Desarrollo de Competencias (CDC), un espacio digital en el que la universidad colabora con diferentes empresas para generar módulos educativos en diversos formatos que ofrecen a los alumnos formación, orientación y mentoría a demanda.

El vicerrectorado de Educación Continua del Tec se encarga de gestionar un ecosistema personalizado de educación permanente dirigido a potenciar el éxito y plenitud individual. Incorpora al contenido didáctico (cursos, diplomas y certificados) diferentes salidas profesionales con el objetivo de haber dado formación a más de 170.000 alumnos para finales de este año. Además, ha concebido nuevos modelos de generación de valor a través de métodos innovadores, análisis de datos y herramientas tecnológicas emergentes que sacan el máximo partido a un modelo de aprendizaje digital andragógico a la carta y de gran impacto.

Uno de sus proyectos de educación permanente se centra en la consolidación de programas de educación digital continua dentro de The Learning Gate, un ecosistema educativo de alto impacto con un modelo flexible y a la carta. La plataforma incluye más de 400 competencias y subcompetencias, organizadas en once recorridos formativos diferentes que abarcan diversas materias. Además, se han incorporado nuevas credenciales reconocidas a nivel de sus sectores específicos, con un 55% de cursos diseñados para las propias empresas en formato digital y 94.451 alumnos matriculados de forma virtual.

Un ejemplo de mejora de la accesibilidad sería el programa Líderes del Mañana, que da apoyo a estudiantes provenientes de comunidades tradicionalmente desatendidas y les permite impulsar y favorecer el desarrollo de estas desde dentro, aprovechando su formación. El proyecto proporciona financiación completa a alumnos prometedores que no podrían permitirse de otra manera realizar sus estudios en el Tec. A todos los graduados en cualquier programa o iniciativa de esta universidad se les inculca un espíritu innovador, la conciencia de su entorno, y el impulso de transformar y mejorar la realidad.

Por su parte, El Camino es un proyecto transformador centrado en favorecer la colaboración institucional y aprovechar las tecnologías para impulsar un futuro educativo más inclusivo y accesible. Su objetivo es valerse de la Inteligencia Artificial para salvar las brechas educativas que padecen las comunidades más desatendidas, a las que se les proporciona contenidos de gran calidad por medio de tutores de IA: «Carla» para los alumnos y «Mateo» para los docentes. Al fusionar la creatividad humana con los avances tecnológicos, este programa pone herramientas didácticas de última generación en manos de cientos de estudiantes y gran número de profesores distribuidos por centros comunitarios de San Bernabé, Santa Fe, La Alianza, Monte Kristal y La Alianza Real, además de tres campus del CONALEP (Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica).

El carácter mutable del panorama tecnológico e industrial exige una visión renovada de la educación que se centre en la integración de la educación permanente y la capacitación profesional. Iniciativas como las anteriormente mencionadas no solo responden a la actual demanda, sino que también apoyan tanto a individuos como a comunidades enteras en su camino a la prosperidad dentro de un futuro cada vez más dinámico. Esta visión integral de la educación refuerza el papel fundamental que esta cumple dentro del crecimiento personal de cada uno y del progreso de toda la sociedad.

VISIÓN DE FUTURO PARA LA EDUCACIÓN

Un enfoque tecnológico de la pedagogía, cuando se utiliza de forma innovadora y adecuada, permite que se obtengan sólidos resultados académicos. La evolución tecnológica, la capacidad para adaptarse a los cambios en los perfiles estudiantiles y la contribución de los educadores han dado forma al éxito de las estrategias de esta institución.

Con el objetivo de lograr una mayor expansión del impacto generado por el Tec en su empeño por la innovación educativa, en 2020 se fundó el Institute for the Future of Education (IFE), destinado a rediseñar las fronteras de la educación en colaboración con expertos académicos, profesionales, legisladores y dirigentes. Su objetivo es desarrollar, divulgar y poner en práctica una innovación educativa basada en la investigación interdisciplinar que mejore la educación superior y la educación permanente a nivel mundial.

El IFE proporciona una plataforma de colaboración abierta que cuenta con diversas iniciativas dirigidas a abordar los principales obstáculos a los que se enfrenta la educación, dentro de un marco pedagógico diseñado para transformarla, el FAIR (que corresponde a las siglas de los términos ingleses Fit, idóneo; Adaptive, adaptable; Inclusive; inclusivo y Relevant, relevante).

El FAIR sirve como referencia a la hora de diseñar estrategias de aprendizaje eficaces, adaptadas a los objetivos y contextos específicos del alumnado, los docentes y las instituciones. Hace particular hincapié en los modos de aprendizaje, como el diseño modular de planes de estudio, que ofrece múltiples vías y más oportunidades de lograr una educación de calidad, sobre todo para las comunidades más desatendidas. El marco también está pensado para anticiparse y responder a los cambios en las necesidades de la industria y la sociedad.

Una de las iniciativas del IFE, Novus, está dirigida a reforzar una cultura de la innovación educativa entre el profesorado universitario a través del apoyo financiero al desarrollo profesional docente y a la valoración de su repercusión mediante el análisis de evidencias. Contribuye, además, a ampliar la escala e internacionalización de proyectos de éxito con artículos revisados por pares, conferencias y el desarrollo de destrezas globales.

La trayectoria del Tecnológico de Monterrey es buen ejemplo de cómo una institución con mentalidad de progreso puede servirse de la innovación y la tecnología para redefinir la educación. Al adaptarse a las necesidades de la sociedad y aprovechar los avances en pedagogía y herramientas digitales, ha logrado levantar un ecosistema robusto que fomenta la educación permanente, la colaboración internacional y el empoderamiento de las comunidades. Es una universidad que mira al futuro, con la renovada determinación de hallar oportunidades en los desafíos que se le presenten; una institución de inquebrantable dedicación centrada no solo en preparar a sus graduados para las exigencias del futuro, sino también en garantizar un legado como potencia capaz de transformar la educación a nivel mundial.

Foto: Campus Tec. de Monterrey. ©Tecnológico de Monterrey