Tiempo de lectura: 3 min.

Rüdiger Safranski es un filósofo y ensayista alemán con una capacidad divulgativa notable que le ha permitido hacer llegar a un público amplio la vida y el pensamiento de algunos de los grandes pensadores de los últimos tiempos a través tanto de la televisión como de biografías sobre autores como Nietzsche, Heideger o Hölderlin y libros sobre cuestiones como el mal, la dimensión temporal de la vida o -ahora- sobre la individualidad existencial como característica de los tiempos modernos.

«Ser único». Tusquets. 2022. 368 págs. Traducción: Raúl Gabás. 22 € (papel) / 10,99 € (digital).

En Ser único. Un desafío existencial, Safranski analiza el intento desde el Renacimiento hasta los existencialismos del siglo XX de construir personalidades que intentan valerse por sí mismas, sin buscar la propia identidad exclusivamente en el grupo social. Y lo hace analizando la vida y obra de diecisiete autores (de Lutero a Sartre) que entre el siglo XVI y el XX han afrontado en circunstancias distintas hacer realidad ese ideal o necesidad de «ser únicos». Al estudio de estos diecisiete autores, precede un capítulo dedicado a los personajes renacentistas que -según Safranski- iniciaron esta vía.

La identificación de la quiebra nominalista como el origen del individualismo moderno (en la que el autor insiste una vez y otra en este libro) me parece uno de sus grandes aciertos explicativos

Con acierto, Safranski identifica el origen de esta tendencia en el nominalismo del siglo XIV. Así en la página 25 escribe: «esta evolución había comenzado ya con el surgimiento de la corriente nominalista en la tardía Edad Media: lo que existe es individual. Hay solamente singularidades. En ellas está contenida toda la plenitud de lo real».  La identificación de la quiebra nominalista como el origen del individualismo moderno (en la que el autor insiste una vez y otra en este libro) me parece uno de los grandes aciertos explicativos de este libro, pues es clave interpretativa que habitualmente no se tiene en cuenta para entender la modernidad.

Safranski no duda en reconocer que, antes del Renacimiento y la revolución nominalista en el pensamiento, ya hubo personas que se esforzaron por ser únicos y que esto es especialmente notable en la antigua Grecia y en el cristianismo, pero resalta que esos fenómenos se dieron en sociedades que no reforzaban esa actitud sino más bien la tribal o de identificación social; y que lo novedoso de la época moderna es que la sociedad se organiza progresivamente para incentivar esa individualidad creativa.

El autor intercala en sus estudios sobre cada uno de los personajes a los que se acerca tres interludios o reflexiones intermedias que ayudan a ir haciendo balances parciales de lo que el autor -y el lector de su mano- va aprendiendo: La primera de ellas (pág. 71 y ss.) explicita lo aprendido estudiando a los renacentistas, Lutero y Montaigne; la segunda (págs. 119 y ss.) y la tercera (págs. 177 y ss.) hacen los mismo respecto a Rousseau, Diderot, Stendhal, Kierkegaard, Stirner y Thoreau.

Una reflexión final (pág. 315 y ss.) concluye el libro tras el estudio, entre otros, de Jaspers, Heidegger, Hannah Arendt, Sartre y Ernst Jünger.

Queda patente en esta reflexión final la singularidad del esfuerzo por ser único en el siglo XX, bajo el impacto de los totalitarismos; y, actualmente, con el riesgo de la sociedad digital que nos abre a un todo virtual con el riesgo de no ser capaces de volver a nosotros mismos tras asomarnos al mundo de la red.

TRADICIÓN DEL REALISMO ARISTOTÉLICO – TOMISTA

Esta obra es muy interesante para iluminar uno de los rasgos esenciales de la modernidad. Quizá podría complementarse -para lograr una imagen más omnicomprensiva de nuestra época- con el estudio de las corrientes de pensamiento y las vidas de quienes en los siglos modernos no cedieron al planteamiento nominalista sino que permanecieron en la tradición intelectual del realismo aristotélico-tomista; pues en esta tradición también se ha desarrollado un personalismo creativo pero no individualista que ha permitido sugestivas aportaciones hoy muy vivas en el ámbito del pensamiento cristiano, especialmente católico.

Jurista. Exsecretario de Estado y expresidente del Foro de la Familia.