Tiempo de lectura: 10 min.

Hilario Mendo es sacerdote, doctor en Derecho y ensayista. Autor, entre otros libros, de Mis libros inolvidables, 1966-2000 (2006).


Avance

Novelas que dejan huella (50 relatos geniales del siglo XXI) es una selección de medio centenar de reseñas sobre otras tantas obras de ficción, que incluyen referencias sobre el autor (trayectoria, adscripción ideológica, influencias etc.); datos para contextualizarlas; y la valoración personal del recopilador, Hilario Mendo. Y todo ello con un propósito divulgativo y orientador. No se limita el autor a las consideraciones literarias, sino que aporta reflexiones antropológicas, culturales o éticas sobre los temas que se suscitan en esas obras. Ya que, como se subraya en una cita de Tzevan Todorov al comienzo del libro “El objeto de la literatura es la condición humana”.

Junto a autores consagrados, esta guía incluye obras de otros menos conocidos por el gran público (Jonathan Lee, Tim Gautreux, Kvévéta Lagátová). Predominan autores anglosajones, aunque hay obras de diversas lenguas. Y además de novelas, Mendo dedica su atención a los relatos cortos, analizando los de autores como Lucia Berlin, Raymond Carver o Tobias Wolff.

Novelas que dejan huella (50 relatos geniales del siglo XXI) pretende contagiar la pasión por la lectura. El autor reproduce, a este propósito, pasajes escogidos de los libros analizados, sin hacer spoiler en ningún caso.


La crítica […] pone orden y echa luces sobre ese bosque confuso y múltiple, que es la oferta editorial, en la que los lectores siempre andamos un poco extraviados” afirmaba Mario Vargas Llosa en su artículo La función de la crítica. (El País).

Esto es lo que hacen guías de lecturas como Novelas que dejan huella (50 relatos geniales del siglo XXI). Se trata de una recopilación de cincuenta reseñas sobre otras tantas obras de ficción, que incluyen referencias sobre el autor (trayectoria, adscripción ideológica, influencias etc.); datos para contextualizarlas; y la valoración personal de Hilario Mendo, que publicó anteriormente otra selección de similares características Mis libros inolvidables, 1966-2000 (Rialp). Y todo ello con un propósito divulgativo.

Junto a consideraciones literarias, el autor hace, además, reflexiones antropológicas, culturales o éticas sobre los temas que se suscitan en esas obras. Ya que, como se subraya en una cita de Tzevan Todorov al comienzo del libro “El objeto de la literatura es la condición humana”.

Hilario Mendo. Novelas que dejan huella. Digital Reasons. 2023

Junto a autores consagrados y prestigiosos (Vargas Llosa, Javier Marías, Siri Hustvedt, Kazuo Hishiguro, Antonio Tabucchi, Cormac McCarthy, Vasili Grossman, Irène Némirovski, William Saroyan, Emmanuel Carrère etc.) se reseñan obras de otros menos conocidos por el gran público (Jonathan Lee, Tim Gautreaux, Kvévéta Lagátová). Se trata mayoritariamente de obras aparecidas después del 2000, pero se analizan además algunas del siglo pasado, que han sido reeditadas en este, como Vida y destino, de Vasili Grossman; La forja, de Arturo Barea; Cristo se detuvo en Évoli, de Carlo Levi, o La impaciencia del corazón, de Stefan Zweig.

Atención al relato corto

Aunque hay obras de diversas lenguas -castellano, alemán, francés, italiano etc.- predominan las escritas en inglés -autores de EE.UU. y Reino Unido-. Y además de novelas, Mendo dedica su atención a los relatos cortos, analizando los de autores como Lucia Berlin, Raymond Carver o Tobias Wolff.

Se trata, por tanto, de una miscelánea que, sin ánimo sistemático, reúne algunas de las obras más sugestivas o interesantes de la narrativa actual. Una guía de lecturas que busca despertar el apetito por la literatura. De hecho, y sin hacer spoiler en ningún caso, el autor inserta fragmentos escogidos de los libros analizados.

Selección de fragmentos

Reproducimos, a continuación, una selección de pasajes de algunas de las obras analizadas por Hilario Mendo.

Libra Seix Barral, 2005), de Don DeLillo

“Su novela Libra recrea la vida de Lee Harvey Oswald asesino del presidente John F. Kennedy y ofrece una interpretación de los acontecimientos que desembocaron en magnicidio. El título alude al signo astrológico del protagonista, que simboliza las fuerzas externas que influyen en su destino”.

[…] “Don De Lillo maneja abundante documentación con las técnicas del llamado nuevo periodismo. En cuanto novela, el autor de Submundo muestra una pericia narrativa, por su complejidad formal (utiliza varias voces incluida la del narrador) y por su trama poliédrica. Su estilo es sobrio, no exento de lirismo en algunos momentos. La configuración psicológica de los personajes es sólida.

Detrás de esta potente novela hay mucho, pero que mucho oficio”.

Tu rostro mañana (I Fiebre y lanza)  (Alfaguara, 2002), de Javier Marías

“Narra la historia de Jaime Deza, un académico español que -tras una reciente separación matrimonial- ha vuelto a Oxford, donde vivió con anterioridad. Trabaja secretamente para el MI 5, el servicio de inteligencia británico. El texto abunda en contenido especulativo.  Se plantean cuestiones como la amistad y la relación, la memoria y el olvido, el conocimiento y la ignorancia, la integridad, la identidad… la acción es relativamente escasa.

De fondo hay un aura misteriosa, con enigmas que se irán aclarando según avance la historia. El autor despliega el ritmo, soltura y elegancia de su prosa, conformando un estilo personalísimo, que está siempre al servicio de las ideas que se debaten”.

El adversario (Anagrama, 2000), de Emmanuel Carrère:

“La mayoría de sus obras, entre la biografía y el reporterismo, contienen una mezcla de ficción y no ficción. El libro que le catapultó al éxito, el año 2000, forma parte de ese género híbrido: El adversario.  Está basado en una historia real que horroriza al lector, un relato escalofriante que ha sido comparado con A sangre fría, de Truman Capote. El 9 de enero de 1993, Jean Claude Romand, un hombre aparentemente modélico, o quizá más que modélico anodino, mató a su mujer, sus hijos, sus padres e intentó sin éxito darse muerte”

[…] “La investigación reveló que no era médico, tal como pretendía, y… tampoco era otra cosa. Su vida era una gran mentira desde los dieciocho años, cuando estaba en la Universidad. Allí empezó a mentir, justificando de diversas maneras sus extrañas ausencias”

[…] “Queda el consuelo de que se cumplió al final la frase de Camus: ‘el privilegio de la mentira es que siempre vence al que pretende servirse de ella’”.

La transformación (Siruela, 2015), de Kveveta Lagátová:

“Durante la ocupación nazi, Eliska, una joven médica de un hospital de Brno, sabe que la Gestapo la busca como responsable de la vida de unos disidentes que ella curó. Para evitar su arresto, un colega amigo urde un plan casi inverosímil, al que ella accede: casarse con un paciente al que acaba de salvar la vida.  […] Conservará su vida, pero el precio a pagar es muy alto: asumir una nueva identidad, renunciar para siempre el ambiente dinámico y culto de su ciudad… y sobre todo unirse a un hombre que no ama, Joza, un carpintero tosco y feo”.

[…] “Es un argumento que en manos de Hollywood se convertiría en un melodrama romántico, y posiblemente empalagoso, y que en la pluma de Lagátová es algo completamente diferente. Porque superando el thriller, el suspense, la novela de guerra… contiene un canto al amor, a lo que se da y a lo que se recibe”.

Vida y destino (Galaxia Gutenberg, 2007), de Vasili Grossman:

“Antonio Muñoz Molina ha escrito sobre este libro: ‘la amplitud y la complejidad de Vida y destino se miden con las del mundo real por un acto deliberado de ambición al que se han atrevido muy pocos escritores: Dante, Balzac, Tolstoi, Proust, Joyce, Mann, Galdós. Resumir el mundo -la vida y el destino- en un solo relato”.

[…] “En el aspecto épico se narra, entre otros combates, el cerco del ejército rojo sobre el ejército alemán del general Paulus en Stalingrado, hasta su rendición. Se relatan también sucesos ocurridos en un campo de concentración alemán, una cabaña ucraniana, la central eléctrica de Stalingrado, y otros acontecimientos. Siempre están presentes la violencia, el hambre, el sufrimiento en suma; pero también la valentía, la nobleza, la esperanza, con señales de una bondad que conmueve al lector”.

El despertar de la señorita Prim (Planeta, 2012), de Natalia Sanmartín:

“En palabras de su autora, ‘Quería poner la atención sobre una serie de cosas que hemos ido dejando de lado como el tiempo, que es el gran tesoro que no se puede comprar pero que tiene un valor incalculable. El tiempo para reflexionar, conversar, para estar con amigos, ver crecer a los niños…’ La acción comienza con la llegada de prudencia Prim a San Ireneo de Arnois. Pero antes se nos presenta el escenario, un pueblo muy peculiar que atrae enseguida nuestro interés”

[…] “Temas de fondo de esta valiosa novela: cosas pequeñas, belleza, amistad, tradición, amor, matrimonio, humanismo, sentido de la vida, trascendencia. Es una historia escrita con inteligencia, sensibilidad, y un estilo rico, elegante. Llena de simbolismo. En no pocos lectores despierta nostalgia. ¿De qué? Hay que leerla, para saberlo”.

Intemperie (Seix Barral, 2013), de Jesús Carrasco:

“Para muchos lectores, entre los que me incluyo, ha sido una buena sorpresa la irrupción de Jesús Carrasco (1972) en el panorama literario español, con su primer libro, intemperie, ganador de varios premios y traducido ya a bastantes idiomas. Es una narración de ambiente rural, y probablemente inspirado en algunos paisajes del centro o del sur de España, y situada temporalmente -aunque nada se nos dice- en los años inmediatamente anteriores o posteriores a la guerra civil española. Al no situar su historia en un pueblo o lugar concreto, ni dar ningún topónimo, ni tampoco nombre alguno a los personajes (se les reconoce por su edad o su oficio: niño, viejo, alguacil, cabrero, posadero) posiblemente el narrador pretende universalizar su relato: un sitio que podría ser cualquiera y unos personajes que podrían ejemplificar actitudes vitales del ser humano.

[…] “Una de las cosas que más llama la atención en esta obra es el lenguaje: preciso, minimalista, como cincelado, al estilo del ‘realismo sucio’ norteamericano.  […]  Con los protagonistas sientes el calor agobiante, la sed, el miedo o la ira, el cansancio extremo. Salvo en el muchacho, hay poco lugar para los sentimientos. El ritmo lento -excepto en las escenas finales- y envolvente, invita a concentrarse en la lectura”.

El olvido de sí (Pretextos, 2013), de Pablo D’Ors:

“Leí El olvido de sí cuando salió en 2013 y me impresionó vivamente. Es un verdadero homenaje a Charles de Foucauld (1858-1916), explorador de Marruecos y ermitaño en el Sáhara. Fue beatificado por Benedicto XVI en 2005. y canonizado por el papá Francisco en 2022”

[…] “El contexto geográfico es un paisaje desértico,  poblado por gentes primarias y hostiles. El texto literario, en contraste, trata con delicadeza los objetos y los personajes, e invita a reflexiones de altura con una prosa limpia y transparente. La lectura pausada de este libro, levantando a veces los ojos del papel para potenciar la mirada interior, es una experiencia apasionante y enriquecedora”.

Manual para mujeres de la limpieza (Alfaguara, 2016), de Lucia Berlin:

“De Berlin se ha dicho, y estoy de acuerdo, que su estilo, dentro de la gran tradición americana del cuento que se remite a Chéjov […] es completamente singular. Entre otras cosas porque es evidente el peso de su experiencia personal al crear sus relatos. El modo que tiene de contar es de una naturalidad encantadora, tanto personal como estética. Nos hace ver más, más allá de lo obvio, en personajes y escenas que, de suyo, aparentemente, no tienen mucho interés, son incluso algo cutres, pero donde su mirada y su pluma sacan brillos y emociones insospechadas. En fin, los relatos de Manual… son irregulares, en el sentido de que no todos están al mismo nivel. Pero todos son… contundentes, como un puñetazo en el estómago”.

Patria (Tusquets, 2016), de Fernando Aramburu:

“Hay nueve personajes principales. En la narración se yuxtaponen con maestría la tercera y la primera persona, y sin signos de puntuación que lo avisen: está muy logrado, y es uno de sus aciertos, pues consigue (me viene a la cabeza Mientras agonizo, la novela de de Faulkner) que la voz de cada uno sea diferente a la de los demás, el lector los reconoce por eso”.

[…]  “Aunque de entrada pueda parecer una historia demasiado localista (un pueblo vasco, Euskadi, España, los problemas de todos ellos), las cuestiones que trata se encuentran actualmente en muchas naciones: la reivindicación de los derechos humanos, el terrorismo, la identidad cultural, y las divisiones de la familia y la sociedad… De ahí la paradójica universalidad de esta obra. Es una historia dolorosa, terrible, que apela -si no a lo mejor de nosotros mismos- a algo bueno e indispensable, el perdón: ‘Pedir perdón exige más valentía que disparar un arma que accionar una bomba. Eso lo hace cualquiera’”

Morir en primavera (Libros del Asteroide, 2016), de Ralf Rothman:

[…] Morir en primavera es una pequeña gran novela sobre el final de otra guerra, en este caso la Segunda Guerra mundial; y es -aunque los hechos narrados son también localmente limitados- un relato antibélico de validez universal”.

[…] “hay escenas pacíficas, incluso de amable lirismo, y otras de gran crueldad. Rothmann transmite muy bien el rechazo, más bien el temor, que inspira a los muchachos recién reclutados los oficiales veteranos, embrutecidos, que siguen actuando con frialdad de autómatas cuando el III Reich se hunde día a día”.

Los ojos vendados (Seix Barral, 2019), de Siri Hustvedt:

“Una novela de formación o de aprendizaje (Bildungsroman es el término alemán original) es un género literario que trata de la transición de la niñez a la edad adulta”. […] “Algunos jóvenes avanzan en ese periodo con los ojos vendados, y el abrirlos les supone -junto a maravillosos descubrimientos- mucho dolor. De acertar o no con sus opciones (intelectuales, orales afectivas profesionales), con el uso recto y amoroso de su libertad, que están estrenando, depende en buena parte lo que será su futuro. Mucho de esto encontré en la primera novela de Siri Hustvedt (1955) que probablemente tiene un fondo autobiográfico”.

[…] “una interesante novela inaugural, sintética, con calidad narrativa y ritmo casi cinematográfico. Con el paisaje de fondo de ciertos ambientes neoyorquinos, afines al arte y la bohemia. El mal sobrevuela constantemente la lectura, por eso resulta desasosegante. Iris [la protagonista] dice en la novela: ‘la maldad era un vacío, una falta de algo más que una presencia’.

Esta modalidad del mal coincide con la que describió Hanna Arendt en su famoso libro 117 sobre el proceso en Jerusalén de Eichmann”.

Un hombre enamorado (Anagrama, 2014), de Karl Ove Knausgard:

“Reconozco que desde hacía tiempo me tenía intrigado la obra de un autor nórdico que andaba en boca de tantos amantes de la literatura. Para algunos era un bluff, y un farsante que vivía que viviría del papanatismo de muchos culturetas actuales, para otros un genio, el creador de un peculiar género literario, el Proust del siglo XXI.

[…] “Observación atenta y reflexión ulterior, envueltas en una prosa hipnótica, lo que en algunos lectores provoca adicción. Quizá su no alineación con lo política y literariamente correcto forme parte de su atractivo, pues también denuncia la hipocresía de quienes se consideran ‘progresistas’ y se conducen con un buenismo ciego y sin espíritu crítico”.

Capital (Anagrama, 2013), de John Lanchester:

“[…] una novela inteligente, irónica, con un interesante trasfondo social, una verdadera comedia humana, que sabe captar rasgos centrales de un lugar determinado, en una época concreta. El dinero, el capital, es omnipresente en la novela hasta que los valores familiares y el amor aparecen y se abre la puerta a la esperanza. Chispeante y divertida, hasta el punto de que sus casi 600 páginas no se hacen pesadas, para nada. Le planteaban al creador de Capital, en la presentación, si su novela podría incomodar, irritar incluso, a ciertos sectores londinenses. “No hay problema, los de la City no leen”.

El siguiente paso en el baile (La huerta grande, 2019), de Tim Gautreaux:

“Se nota una visión profunda de las personas y de los sucesos (en contraste con la superficialidad de gran parte de la cultura contemporánea). Hay varias escenas dramáticas, contadas con rigor y una fuerza notables. No falta en el libro, al contrario, el sentido del humor y la ironía amable. Con un retrato vivo de un paisaje USA y una cultura -Luisiana de raíces francesas- poco explorada por la ficción contemporánea”

Preparación para la próxima vida (Sextopiso, 2016), de Atticus Lish:

“Creo recordar que Miguel Delibes consideraba imprescindibles en cualquier relato tres elementos: un personaje, un paisaje, una pasión. Quizá por una buena reseña, me llamó la atención y leí una novela excelente, que en España ha pasado inadvertida. Los personajes son dos jóvenes, o hombre y mujer; el paisaje, los barrios degradados de la periferia neoyorquina; la pasión… el lector ya lo advirtió”.

[…] “El título del libro también espoleó mi curiosidad: Preparación para la próxima vida, que tiene su continuidad en la dedicatoria del autor a su esposa: “Para Beth. En esta Vida y en la Próxima”.

Doctor en Comunicación, periodista y escritor.