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Una nueva historia de Grecia. Es sorprendente cómo no nos cansamos de releer o reescribir la historia de los griegos. Esto demuestra que no puede dejar de interesarnos la Grecia clásica porque no es solo historia del pasado, sino que es nuestra historia; y esta nunca cansa y respecto a ella nunca nos damos por satisfechos sino que siempre queremos oírla de nuevo, como sucede con las historias de nuestra familia.

Los griegos antiguos. Anagrama, 2020. 355 págs. Traductor: Daniel Najmías. 20,09 € (papel) / 10,44 € (digital)

Esta historia de los griegos escrita por una profesora británica no aporta nada sustancialmente nuevo, pero sí un toque humano (femenino, si se me permite decirlo sin ser crucificado) en el relato de la vida de nuestros ancestros griegos. A la autora se le nota mucho cómo ama a aquellos antepasados nuestros: por eso, se fija más en lo que los hace amables y omite pudorosamente sus lacras.

Edith Hall elige diez características de los griegos y las desarrolla en diez capítulos que se ubican en diez territorios distintos y en diez épocas distintas y consecutivas

Quizá la principal novedad de esta obra es su estructura. La autora elige diez características de los griegos que le parecen definitorias de ese pueblo y las desarrolla en diez capítulos que se ubican en diez territorios distintos y en diez épocas distintas y consecutivas.

De la mano de Hall vivimos el amor de los griegos por el mar, la desconfianza hacia la autoridad, la exaltación de la libertad individual, la mentalidad inquisitiva, la apertura mental, el sentido del humor, la competitividad agresiva, la pasión por la excelencia, el cultivo de la elocuencia y su entrega hedonista al placer.

Estas diez características de los griegos que singularizan a este pueblo -según la autora- nos son expuestos en una historia que comienza 1.500 años antes de Cristo y concluye a finales del siglo IV después de Cristo cuando la cristiandad sustituye a la cultura clásica griega.

Lo mejor del libro me ha parecido el análisis de la influencia cultural griega en el imperio de Roma (capítulo 9, págs 303 y ss) y lo más flojito el análisis de la sustitución de la cultura griega por el cristianismo (capítulo 10, págs. 329 y ss.). Me parece que la autora, por una insuficiente comprensión del cristianismo, no aprecia como se merece el valor de la aportación de la cultura griega a la nueva civilización cristiana en la cual subsiste lo más genial y valioso de la herencia histórica de los griegos.

En todo caso, es un libro de agradable lectura y que ayuda -una vez más- a volver a bañarse en las aguas en que fuimos concebidos.

Jurista. Exsecretario de Estado y expresidente del Foro de la Familia.