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Ver productos30 de diciembre de 2011 - 3min.
Jesús Huerta de Soto es un brillante profesor universitario de Economía Política. Tiene una amplia formación humanística y una personalidad dinámica; ardiente y confesado -así como sólido- defensor del liberalismo económico, milita -también confesadamente- en las filas de los economistas seguidores de la Escuela Austríaca -en general- y de Mises y Hayek -en particular- cuya difícil y extensa obra conoce perfectamente.
No es de extrañar, pues, que en el libro que nos disponemos a reseñar combine todas estas cualidades -pues cualidades son sin dudaincluida su visión dinámica personal, ya apuntada, de la vida y de la economía. El argumento del libro -muy rigorosamente y pulcramente escrito- presenta varios frentes, me atrevería a decir que es polifacético, en el sentido literal del término.
1.- Su punto de partida es un análisis metodológico penetrante de los problemas que presenta aplicar el cálculo económico fuera de los parámetros monetarios y reales de la economía de mercado: el cálculo económico ha de hacerse en el marco de la incertidumbre, elemento inseparable de las actividades humanas en el tiempo y en la sociedad. Y que requiere, por ello, contar, al menos, con los indicadores, esencialmente dinámicos y cambiantes, de los precios de mercado, como haremos del día a día, que permiten, sí, hacer previsiones de ingresos, beneficios y costes, así como reajustarlos en función de la evolución de la coyuntura económica; esta última siempre cambiante y que necesita ser constantemente anticipada por el empresario, cuya función, la función empresarial, es el tema muy brillante, original y creativamente expuesto, del capítulo segundo de la obra que comentamos.
El lector que conozca las indudables pretensiones de rigor científico con las que estos autores -eminentes- construyeron sus aportaciones, comprenderá que su crítica y refutación no eran fáciles. Pero Huerta de Soto las realiza también con rigor científico, de una manera convincente; sin caer en el ensayo cultural o sociopolítico, sino desde las premisas teóricas metodológicas y doctrinales, de estricta Economía Política, previamente adoptadas por él, y que hemos tratado de resumir en los párrafos iniciales de esta recensión. Permítasenos insistir en que la crítica es científica y sólida. Pero además, es de gran claridad y amenidad, lo que hace que tanto lectores especializados como no especializados, puedan seguir el argumento riguroso del autor con facilidad y hasta con entretenimiento intelectual.