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«La burguesía ha desempeñado, en el transcurso de la historia, un papel verdaderamente revolucionario (…) La burguesía no puede existir si no es revolucionando incesantemente los instrumentos de producción, que tanto vale decir el sistema todo de la producción, y con él todo el régimen social» (Marx y Engels, Manifiesto Comunista, 1848). Ese texto, y otro de Contribución a la crítica de la economía política, de Marx, sintetizan admirablemente, en opinión de Gabriel Tortella, autor de Capitalismo y revolución, «el mecanismo del cambio social» en el período que abarca su libro: la Edad Contemporánea, es decir, desde mediados del siglo XVIII hasta nuestros días.

Competencia incesante e innovación técnica
La transición apuntada en el párrafo de arriba ha sido descrita por Joseph Schumpeter en Capitalismo, socialismo y democracia, con el hilo conductor de que la competencia incesante y la continua innovación técnica producen una renovación sostenida en la sociedad, que a su vez provocan periódicamente «grandes perturbaciones cíclicas y ocasionalmente revoluciones políticas». Ciencia, técnica y economía se fertilizan recíprocamente. También el progreso de las ciencias sociales ha contribuido mucho al bienestar de la humanidad, destaca Tortella. Pero la división tripartita de los factores de producción que Marx citaba (tierra, trabajo y capital), y que daba lugar a la división tripartita de las clases sociales (nobles, proletarios y burgueses), «queda ya muy desdibujada en las sociedades postindustriales». Quizá por eso «el nacionalismo, el etnicismo y la xenofobia están sustituyendo a las tradicionales divisiones y enfrentamientos de clase en los países desarrollados». Según Tortella, el espectro de la superpoblación, no el del comunismo, es lo que recorre el mundo en el presente siglo, y las profecías de Marx quedan hoy pálidas ante las de Malthus. Concluye el autor de Capitalismo y revolución que mientras eso no se afronte y el desequilibrio demográfico no reciba la solución adecuada, la tensión y la violencia internacionales y la agresión al equilibrio ecológico nos amenazarán como la espada de Damocles. Además de a Karl Marx, Tortella menciona haber estudiado a fondo para este volumen suyo a otros teóricos de la historia de la economía: Douglas North, Richard Hicks, Walt W. Rostow, Joseph Schumpeter, Louis Gottschalk, Robert Palmer, Jacques Godechot y John Maynard Keynes.Compartir: