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Enrique Vargas es Coordinador del Espacio Cultural Iberoamericano  en la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB).


AVANCE

Grandes cambios se han vivido en América Latina en los últimos años. El autor destaca una continuidad democrática, un crecimiento económico, unas exportaciones, una movilidad social y un acceso a bienes y servicios desconocidos hasta ahora. Pese a que sigue siendo la región con más desigualdad del mundo, Colombia ha conseguido hacerse un hueco en el ámbito internacional, gracias, en buena parte, a su cultura.


Se cumplen cuarenta años desde que Gabriel García Márquez pronunciará su discurso “La Soledad de América Latina” al recibir el Premio Nobel de literatura. Gabo, en su profunda reflexión de entonces, afirmaba que, “Tal vez la Europa venerable sería más comprensiva si tratara de vernos en su propio pasado” (…) “los europeos de espíritu clarificador, los que luchan también aquí por una patria grande más humana y más justa, podrían ayudarnos mejor si revisaran a fondo su manera de vernos. La solidaridad con nuestros sueños no nos haría sentir menos solos, mientras no se concrete con actos de respaldo legítimo a los pueblos que asuman la ilusión de tener una vida propia en el reparto del mundo”.

Cuarenta años han pasado también, desde que en México, país donde vivía el autor de Cien años de soledad, se llevará a cabo, convocada por la UNESCO, la Conferencia Mundial sobre Políticas Culturales Mondiacult. Para el sector de la cultura ese año define el cambio de paradigma y, América Latina, desde esa soledad sentenciada encontró una nueva veta por dónde reconducir sus destinos institucionales para el fomento y desarrollo de las artes y la cultura; fue entonces, en los años de la “década perdida” que, paradójicamente, bajo el lema de la integración regional, supo hacer una apuesta de largo plazo, una manera de cohesionar a sus sociedades y de emprender un nuevo diálogo multidireccional en aras de construir respuestas ante los enormes desafíos y desigualdades.

Colombia, por su lado, diez años después, en un tiempo marcado por el dolor y la sinrazón, lograría un entendimiento y pacto social reflejado en su nueva Constitución y con ello dar paso pocos años después a la creación del Ministerio de Cultura con Ramiro Osorio como su primer titular.

América Latina no es la misma desde entonces, la continuidad democrática, el crecimiento económico, las exportaciones, la movilidad social y el acceso a bienes y servicios no tiene precedentes, sin embargo, a pesar de esto, sigue siendo la región del mundo con mayor desigualdad.  En ese contexto, Colombia ha reafirmado su lugar en el mundo y eso se puede atribuir en buena medida a su cultura. País que dialoga con el mundo desde las claves, símbolos y productos culturales. En los últimos años son ejemplo en el diseño y aplicación de sus políticas culturales y su capacidad de innovación, que permiten una buena convivencia entre las tareas de rescate y preservación del patrimonio, la participación ciudadana, la cohesión social, el vínculo entre economía y cultura, el fomento a las artes, el protagonismo de los territorios y la proyección internacional de las expresiones culturales en su conjunto.

La comunidad internacional es testigo de cómo Colombia ha logrado paulatinamente insertarse con innovadoras políticas culturales en amplios circuitos y en los mecanismos multilaterales

A Colombia en los años recientes, se le identifica en el contexto internacional por ser capaz de gestionar alianzas estratégicas con otros países, organismos y mecanismos multilaterales y entidades privadas nacionales e internacionales, con el fin de fortalecer las políticas públicas culturales a través de la oferta y recepción de cooperación técnica y financiera. Esas políticas se identifican como articuladoras con otros sectores para contribuir en el posicionamiento de la cultura colombiana en la escena mundial.

Se logran identificar en ese marco de acciones para el desarrollo cultural, dos estrategias de trabajo en el actual gobierno, la primera sobre la gestión de recursos económicos provenientes de diversas fuentes y la segunda sobre la internacionalización de sus expresiones culturales.

En el actual gobierno, el ministerio de cultura de Colombia, ha recibido más de 15 millones de dólares en aportes de los cuales más de cinco millones y medio han sido destinados a promover la integración socioeconómica y la inserción laboral y social de 1.500 jóvenes y migrantes en las Escuelas Taller con un enfoque de formación en oficios, sostenibilidad, emprendimiento e innovación. También se anunció la creación de tres nuevas Escuelas Taller en los departamentos de Guajira, Antioquia y Atlántico, así como fortalecer la Escuela Taller de Villa del Rosario en Norte de Santander.

El gobierno japonés es un donante muy destacado en Colombia ya que ha invertido en los años recientes más de un millón trescientos mil dólares para la construcción y adecuación de bibliotecas públicas municipales, a través de las cuales se busca fomentar los hábitos de lectura y así poder garantizar mayor acceso de toda la población a procesos culturales y artísticos, lo que contribuye a la mejora de la calidad de vida en los municipios de Samaniego – Nariño, El Tambo – Cauca, Cajibío – Cauca, San Lorenzo – Nariño, Santo Domingo – Antioquia, Morelia – Caquetá, Toluviejo – Sucre, Sotará – Cauca, Montelíbano – Córdoba, Suesca – Cundinamarca y Belén – Boyacá, entre otros.

Por su parte, el Fondo de Embajadores de EE.UU. y el gobierno colombiano definieron una agenda de trabajo en el año 2018 que permitió ejecutar un proyecto de restauración de los dos principales monumentos del Puente de Boyacá, el Obelisco y el Monumento al Libertador, con aporte del Fondo $200.000 dólares, también se han llevado a cabo acciones entre el Museo Nacional de Colombia y el Hirshborn Museum de Washington.

Podemos encontrar que la estrategia de internacionalización del Ministerio de Cultura de Colombia ha implicado alianzas públicas y privadas que tienen incidencia en el campo cultural como receptores u oferentes de cooperación técnica y financiera para construir respuestas a intereses compartidos.

Colombia es muy dinámica en sus relaciones multilaterales, prueba de ello es que en septiembre de 2019, en el marco de la VIII Reunión Interamericana de autoridades de cultura de la Organización de Estados Americanos (OEA), llevada a cabo en Barbados, Colombia fue designada para ejercer la presidencia para el periodo 2019-2022. Como resultado tangible se identifica la aprobación del plan de trabajo con 5 áreas prioritarias: 1) Fortalecimiento de la economía creativa: creatividad, innovación e inclusión; 2) Diversidad cultural y desarrollo sostenible; 3) Información e indicadores para la toma de decisiones; 4) Patrimonio cultural: identidad, inclusión y productividad y 5) Reconocimiento del Patrimonio Cultural Afrodescendiente en las Américas.

En el marco del Grupo Técnico de Cultura de la Alianza del Pacífico, en el que Colombia asume su coordinación endiciembre de 2020, los países definieron un plan de trabajo enfocado en tres componentes: 1) Promover la participación de la Alianza del Pacífico en espacios de promoción e intercambio de bienes y servicios culturales, que permitan potenciar la circulación y la generación de redes e intercambios monetarios y no monetarios de los bienes y servicios culturales; 2) Impulsar la generación de capacidades, el intercambio de experiencias y saberes y la cualificación de ocupaciones de los agentes culturales independientes en los sectores: editorial, música, artes escénicas, audiovisual, patrimonio cultural y otros oficios culturales y creativos y, 3) Priorizar el sector editorial y, de manera paulatina, las artes escénicas, la música y el sector audiovisual.

De igual manera, Colombia asumió la coordinación del Comité Andino de Asuntos Culturales y logró también la definición y aprobación de un plan de trabajo con tres líneas estratégicas: 1) Desarrollo de las industrias culturales y creativas; 2) Gestión Integral del Patrimonio Cultural y, 3) Protección y recuperación de bienes patrimoniales de los países andinos.

El Mercosur cultural

Colombia, en su calidad de Estado asociado al Mercosur, forma parte activa del Mercosur Cultural y participa y apoya el desarrollo de distintos proyectos e iniciativas a través de las Comisiones y grupos de trabajo: Patrimonio, Diversidad, Economía Creativa, Museos, Teatros y en el Sistema de Información Cultural del Sur (SICSU).

«Colombia es IBER» con esta frase se puede resumir el compromiso que las instituciones culturales, artistas, gestores y promotores de ese país han asumido con el sistema de cooperación en el marco del Espacio Cultural Iberoamericano (ECI) de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB). Colombia participa activamente en nueve de los catorce Programas e Iniciativas de Cooperación Cultural, IberCocinas, IberBibliotecas, IberCultura Viva, IberArchivos, IberMemoria Sonora y Audiovisual, IberMuseos, Ibermedia, Iberescena e Ibermúsicas. A través de éstos se han beneficiado más de setenta proyectos colombianos por un monto superior al millón doscientos mil dólares. Adicionalmente, Colombia preside el Consejo Intergubernamental de Ibercocinas durante el período 2021-2023. Los países que lo integran han trazado objetivos estratégicos para promover la gestión de conocimientos de las cocinas iberoamericanas y para impulsar políticas y acciones de cooperación integrales de la cadena de valor agroalimentaria, que promuevan la economía creativa, la cultura gastronómica, la seguridad y la soberanía alimentarias.

Con relación al proyecto de indicadores culturales de la Agenda 2030, Colombia será el único país de América Latina que participe en el programa piloto

Asimismo, se diseñó y puso en marcha la Estrategia de divulgación #ColombiaesIber, la cual tiene como objetivo visibilizar y poner en valor la participación de Colombia en los programas Iberoamericanos de cooperación cultural, así como transmitir de manera articulada y con mayor impacto los beneficios y atributos que trae para el sector cultural la participación en el espacio cultural iberoamericano. La estrategia permitió que en los dos últimos años se haya aumentado la participación de los agentes culturales en las convocatorias de cada uno de los programas de cooperación. Además, ha logrado motivar el interés de otros países para replicar este ejercicio.

Finalmente, Colombia destaca por ser sumamente participativa en los mecanismos de gobernanza y gestión de las Convenciones de cultura de la UNESCO y en otras áreas de trabajo sustantivo de esa organización, logrando con ello un claro reconocimiento de las políticas públicas y la cultura colombiana.

Colombia fue sede, en diciembre de 2019, del Comité Intergubernamental de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de 2003 de la UNESCO y debemos resaltar que es la primera vez que se lleva a cabo en un país de América Latina y el Caribe. Participaron las delegaciones de los veinticuatro países miembros del Comité, asistentes de ciento ochenta países, setenta ONGs de los cinco continentes.

El país andino tiene integrados varios expedientes de postulación a las listas de la Convención: a) Sistema de Conocimiento Ancestral de los Cuatro Pueblos Indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta; b) Cuadros Vivos de Galeras: compromiso de Construyendo País, ambos expedientes han sido presentados a la UNESCO en marzo de 2021.

Economía creativa

Colombia se adhiere en 2013 a la Convención 2005 sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales, a partir de esa fecha, y a raíz de esa adhesión se ha logrado divulgar las medidas y normas adoptadas por el país, especialmente sobre economía creativa, así como identificar avances y retos para el cumplimiento de los objetivos de dicha Convención. Como principales resultados se encuentran:

La elaboración, con el apoyo de la Agencia Sueca de Cooperación, del Informe Periódico cuatrienal: sobre la implementación de la Convención en Colombia; el desarrollo de un estudio con enfoque de género del análisis de la participación de la mujer en el segmento audiovisual y editorial del país y con el Fondo Internacional para la  Diversidad Cultural se han ejecutado dos proyectos: Cartografía y fortalecimiento de las capacidades para las industrias culturales en Bogotá, y, la apropiación, fortalecimiento y promoción del cine latinoamericano a través de la plataforma digital Retina Latina.

Colombia ha reafirmado su lugar en el mundo y eso se puede atribuir en buena medida a su cultura. País que dialoga con el mundo desde las claves, símbolos y productos culturales

Con relación al proyecto de indicadores culturales de la Agenda 2030, que busca medir la contribución de la cultura al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, Colombia será el único país de América Latina que participe en el programa piloto, gracias al apoyo financiero y Técnico de la Agencia de Cooperación Española AECID.

En el marco de la Red de Ciudades Creativas de la UNESCO, Colombia logró, en los años recientes, la incorporación de Valledupar por sus expresiones musicales; Cali por las artes digitales; Ibagué, que es reconocida como la capital musical de Colombia, y que promueve dos Áreas de Desarrollo Naranja; Pasto, por el talento de sus artesanos y por acoger dos manifestaciones reconocidas como patrimonio inmaterial de la Humanidad: el Carnaval de Negros y Blancos y el Barniz de Pasto (Mopa-Mopa). Esta es una muestra de articulación entre la Cancillería y el Ministerio de Cultura y esas Alcaldías Colombianas.

Podemos notar la activa participación de Colombia en la escena de la política cultural y la cooperación internacional y en este sentido viene trabajando con distintos organismos y agencias de manera constante en los años recientes. Son de resaltar las acciones con la Organización Internacional de las Migraciones (OIM); el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD); ONU Mujeres; la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura, (OEI) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Innovadoras políticas públicas

A partir de la definición colombiana sobre economía de la cultura, Economía Naranja, se ha desarrollado la Escuela Internacional de Economía Naranja con el apoyo de la Agencia Presidencial de Cooperación APC-Colombia, la participación de la Oficina de las Naciones Unidas para la Cooperación Sur-Sur (UNOSSC) y el PNUD, con el objetivo de compartir las mejores prácticas y políticas públicas implementadas por Colombia con otros socios regionales y del sur global, así como una iniciativa muy relevante, la Alianza para la Recuperación y Modernización de la Economía Creativa -CERMA, para la reactivación y modernización de las industrias culturales y creativas en un escenario de post pandemia.

La comunidad internacional es testigo de cómo Colombia ha logrado paulatinamente insertarse con innovadoras políticas públicas culturales en amplios circuitos y en los mecanismos multilaterales, siendo hoy un país que ejerce su influencia y el poder suave de la cultura.  En septiembre de 2022, tendrá lugar una segunda edición de Mondiacult en México, habrán pasado cuarenta años desde la adopción de la Declaración de México 1982, los países que forman parte de la UNESCO se enfrentan a nuevos desafíos y asimetrías globales, un mundo en el que el protagonismo de la cultura es diferente, su institucionalidad, financiación y la participación ciudadana en la era digital marcan, entre otras, las nuevas rutas y los esquemas de negociación.

Coordinador del Espacio Cultural Iberoamericano en la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB).