Jesús García

1 Publicaciones 0 COMENTARIOS

Más deducciones pero menos beneficiosas

Algo está cambiando en el terreno de la fiscalidad en España. Es un hecho que se hace patente cada vez que se acercan unos comicios electorales. Desde que José María Aznar propusiese en 1996 una reforma sustancial del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas, en todos y cada uno de los enfrentamientos con las urnas que se han celebrado las promesas fiscales no han faltado.Las elecciones del próximo 9 de marzo no iban a ser menos. Tanto el Partido Popular como el PSOE han ideado un programa electoral donde la rebaja de impuestos va a ser una de las propuestas estrella. Otro hecho destacable a lo largo de estos años es que la rebaja impositiva no se ha traducido en un deterioro de la recaudación sino todo lo contrario. La fórmula ha sido sencilla. Con la rebaja del IRPF se ha incrementado la renta disponible de las familias que, favorecidas por una política monetaria de bajos tipos de interés, se han lanzado al consumo y la compra de una vivienda. Esta reacción ha provocado que lejos de disminuir la recaudación incrementase por la vía de otros tributos, como puede ser el IVA, junto a otra serie de impuestos relacionados con la vivienda. Además, y como consecuencia del empuje de la demanda interna a lo largo de estos años, la actividad empresarial también ha crecido y, consecuentemente, sus beneficios y la generación de empleo, lo que ha tenido su reflejo en un incremento de los ingresos por la vía del Impuesto de Sociedades y de las cotizaciones a la Seguridad Social.Sin embargo, conviene señalar que, pese a los muchos esfuerzos que los dos partidos que han estado en el Gobierno han realizado por reducir y simplificar el principal de los impuestos que afecta a un mayor número de ciudadanos, es decir el IRPF, la realidad ha sido bien distinta y la guerra desatada entre las comunidades por buscar aquella deducción que más pudiese beneficiar a los intereses de sus ciudadanos no ha hecho más que dificultar un impuesto por el que declaramos la mayor parte de los ciudadanos.El actual sistema de financiación autonómica aprobado en 2001 -que abrió por primera vez el reparto hacia las comunidades autónomas de aquellos tributos que hasta entonces eran competencia exclusiva del Estado, dotándoles en algún caso de capacidad normativa para crear o eliminar deducciones a capricho- ha provocado que el IRPF, lejos de simplificarse, se encuentre con un elevado grado de complejidad.DEDUCCIONES CICATERASEl actual Impuesto de la Renta cuenta en estos momentos con centenares de deducciones autonómicas de todo tipo, que han jugado en contra de la sencillez perseguida inicialmente.Sin embargo, y pese al gran número de deducciones que han aflorado en cada una de las comunidades con el propósito de generar ciertas simpatías en el electorado, un análisis pormenorizado de las mismas pone de manifiesto que sus repercusiones económicas son muy limitadas.Según se desprende de un estudio realizado por el Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF), las comunidades no han empleado...