Tiempo de lectura: 2 min.

Un buen programador «es inquieto, es proactivo, le gusta lo que hace… y tiene trabajo», afirmó ayer Joaquín Grech, presidente de la empresa Echoboom, para el desarrollo de aplicaciones móviles, en una masterclass de la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR).

Grech cosechó un éxito notable con el videojuego Dogfight, que programó en lenguaje informático BASIC cuando tenía veinte años. Se trata de un simulador de combate aéreo de la Primera Guerra Mundial, que luego ha ido enriqueciendo para adaptarlo a los teléfonos «inteligentes». Lleva más de un millón de descargas y está disponible para los dispositivos Apple y Android.

Además de la formación técnica adecuada («si eres programador, no te falta trabajo», «yo busco a buenos programadores»), Grech destacó que había que saber también de gestión empresarial en este campo de las aplicaciones para móviles. Eso, añadió, se aprendía bien por ejemplo en la UNIR. No se puede perder de vista que hay unas 800.000 aplicaciones en la tienda de Apple. Se necesita olfato para saber lo que funciona y lo que no. Había muchos juegos ya muy parecidos a Angry Birds, pero fueron los de Angry Birds los que acertaron con el toque distinto, hasta de sonido, para conseguir un éxito mundial.

Es preciso, también, conocer y estar presente en los grandes acontecimientos en torno a los videojuegos: la Game Developers Conference, la Gamescom y la Casualconnect. Desde el punto de vista del márketing, Grech apuntó que había invertido en publicidad en medios impresos tradicionales con resultados casi nulos, hasta que se dio cuenta de que era mejor moverse solo con artículos en la web y con publicidad online.

Pablo Valcárcel, presidente de Geosophic, una empresa que ofrece asistencia a los creadores para aplicaciones móviles, contó la historia de Richard Garriot, en concreto, recordó que lanzó su primer videojuego, Akalabeth, en el verano de 1980, cuando tenía 19 años, y ganó ya suficiente dinero como para pagarse el resto de sus estudios. Ahora es multimillonario.

Nast Marrero, profesor del Máster en aplicaciones móviles de UNIR, fue el que presentó a los invitados, «actores de primera fila», dijo de ellos, y quien puso sus intervenciones en contexto: «Las redes sociales, los smartsphone y las tabletas han abierto el acceso a los juegos».

Director de «Nueva Revista», doctor en Periodismo (Universidad de Navarra) y licenciado en Ciencias Físicas (Universidad Complutense de Madrid). Ha sido corresponsal de «ABC» y director de Comunicación del Ministerio de Educación y Cultura.