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El enclave británico de Hong- Kong se convierte en el marco ambiental donde transcurre la acción de este magistral relato que abarca la historia de la ex colonia desde mediados de los años treinta, hasta finales de los noventa, en el pasado siglo XX. Periodo de la historia que registra el extraordinario desarrollo de una ciudad portuaria, donde confluyen Oriente y Occidente, en cruce de culturas que llegan a fundirse, conservando, cada una de ellas, su personalidad propia. Este Puerto de los aromas Hong- Kong en el dialecto cantonés hablado en la región, abre sus puertas al joven inglés Tom Stewart, que embarca en busca de aventuras. Durante la travesía, larga y monótona, María, una misionera católica china que regresa a su país, enseña los rudimentos del idioma al pasajero que no oculta su acerado escepticismo en asuntos religiosos. Llegados a puerto, los tiempos y los destinos de los dos personajes volverán a cruzarse en la paz y la guerra, en la prosperidad y la miseria. La suerte acompaña al emprendedor Stewart, que logra salir adelante a base de constancia y esfuerzo. La invasión japonesa durante la guerra mundial interrumpe el proceso y altera la convivencia en la colonia. Stewart libra a María de la persecución y se juega la vida frente a las autoridades del Japón. Acabado el conflicto, inicia de nuevo, a base de trabajo honrado el camino hacia la prosperidad.

La conducta de los dos protagonistas queda situada como punto de referencia de la actitud honesta que encarnan ambos. Fidelidad a unos principios que lleva a la religiosa a prestar declaración en juicio contra los jefes de la droga, pese a las amenazas de muerte, finalmente, consumadas. El paso del tiempo ofrece un sustancial cambio de panorama. Las nuevas generaciones de hombres y mujeres que acuden al Puerto de los Aromas no dudan en sacrificar valores, sentimientos y dignidad al éxito, al dinero y al poder. Stewart sufre en propia carne los efectos de la nueva moral del triunfo a toda costa, caiga quien caiga. Así, ya en la ancianidad, desde la altura de las montañas próximas, rememora nostálgico, el dolor, el trabajo y el esfuerzo de tantas personas que dieron su vida en favor de aquel Puerto de los Aromas, abierto a la nueva sociedad del siglo XXI.