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humanismo_cristiano.pngEn 1497 fallece en Salamanca el hijo y heredero de los Reyes Católicos, el príncipe don Juan en el que se encarnaban todas las esperanzas unificadoras de los reinos de Castilla y Aragón. La formación humanística que recibe el príncipe no es más que otra manifestación del espíritu cultural renacentista que se respira en la corte española del siglo XV y más en concreto en el círculo creado por el cardenal Pedro González de Mendoza animado por los reyes de España. Este grupo, formadoexclusivamente por clérigos de origen rancio o limpio, muy calificados en el ámbito universitario, intransigentes en el aspecto religioso, utiliza la lengua latina con indudable soltura, con la ilusión de limpiar sus adherencias medievales y restaurar la excelencia de sus prototipos clásicos para poner las letras profanas al servicio de un nuevo humanismo cristiano. A este grupo pertenecen Diego de Muros, Bernardino López  de  Carvajal-García de Bovadilla y Diego Ramírez de Villaescusa, autores de las consolaciones aquí editadas. Es cierto que existía otro grupo cultural acaudillado por el cardenal Alfonso Carrillo de Acuña, mástransigente con los conversos, pero que perdió el favor de Isabel y Fernando al apoyar a Juana la Beltraneja en sus aspiraciones al trono de Castilla. En contraste con este último, se denomina humanismo cristiano al primero de ellos.

Toda la literatura culta de la época, en romance o en latín, quedó marcada por el acontecimiento de la muerte del príncipe Juan. Además del epitafio de Lucio Marineo Sículo y las elegías de Pedro Mártir de Anglería, Bernardino Rizzo y Francisco Faragonio, los humanistas españoles ponen manos a la obra con sus consolaciones latinas.

En esta edición del texto latino y traducción encontramos reunidas por primera vez las epístolas 176 y 182 de Pedro Mártir de Anglería; el Panegírico a la muer-te de don Juan de Diego de Muros; la Epístola consolatoria a la muerte de Don Juan, Príncipe de España de BernardinoLópez de Carvajal-García de Bovadilla; Diálogos sobre la muerte del Príncipe Juan de Diego Ramírez de Villaescusa; incluye también la Consolatoria por la muerte de Don Juan de Alfonso Ortiz, ajeno al círculo del cardenal Mendoza, con una autotraducción al castellano. Todos los autores son presentados en la introducción con un breve apunte biográfico.

La obra incluye una abundante bibliografía, un apéndice documental, un útil glosario de nombres propios muy elaborado y una breve cronología histórica relacionada con el príncipe Juan.

Se unen así en un solo libro la faceta histórica del humanismo cristiano en la corte de los Reyes Católicos en un amplio estudio de más de 150 páginas que contextualiza y explica las características de la literatura consolatoria hispano-latina; y una antología de textos, temáticamente compactos por la muerte del príncipe Juan y que permiten al lector adentrarse y disfrutar del humanismo renacentista.