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En su Discurso preliminar del proyecto de Constitución, Agustín Argüelles, líder del grupo liberal en las Cortes reunidas en el oratorio de San Felipe Neri, presentaba la Constitución de 1812 subrayando su continuidad con la tradición política española a la que, según palabras propias, había intentado imprimir «la coherencia necesaria para formar un sistema capaz de triunfar de las vicisitudes del tiempo y de las pasiones». No debe resultar extraño que Nueva Revista, nacida como medio de expresión de aquellos que comparten una concepción liberal y abierta de pensamiento, se sume, en este bicentenario, al recuerdo y estudio pormenorizado de una Constitución llamada a ser insignia de un liberalismo moderado y respetuoso con la tradición y las instituciones históricas de España.

Estas razones explican que las primeras páginas de este número se dediquen a reflexionar sobre las dimensiones más importantes de esta conmemoración. En este sentido, es oportuno repasar la relevancia histórica tanto de las Cortes como de la Constitución tras estos dos últimos siglos, lo que exige una revisión especializada de aquel momento trascendental para la historia del país.